¿Y cómo te llamas?-preguntó. Negué con la cabeza y él comprendió de que yo no tenía la intensión de relacionarme con él.
Yo estaba sentada frente a él. Ambos en un sofá para cada uno.
La puerta se abrió con un leve crujido, y se dejó ver a aquel chico rubio.
¿y todavía aquí?-me preguntó y yo quería contestar pero él continuó hablando.-¿qué haces aquí, Ashton?
Ella no se ha ido porque yo no la dejé.-respondió Ashton dirigiéndome una sonrisa, la cual no devolví.
¿ah? ¿ya te gusta?-preguntó Luke con el ceño fruncido a Ashton.-Tranquila, te dejará de molestar mañana.-me dijo.
Bueno, adiós.-respondí incomoda.-Gracias Luke.
Él tan sólo asintió y Ashton se acercó para despedirse, pero no lo dejé.
Luke soltó una risa en burla para Ashton y él lo ignoró completamente.
Salí de la casa, apresurada-mente y sin razón alguna caminé por un rumbo desconocido.
Luego de dos horas, llegué a mi casa. Abrí la puerta y ahí estaban mis padres.
Hola.-saludé.
Hola.-dijeron ambos, luego de unos minutos. Estaban perdidos en sus celulares.
Pasé la noche donde... una amiga.-susurré.
Okay.-dijo mamá.
Hey, querida. Debemos irnos de viaje por un mes. Obviamente te dejaremos llaves y todo eso.-respondió mi padre. Asentí.-Nos vamos mañana ¿no es así, cariño?
ajá.-contestó mamá.
Asentí y subí a mi habitación.
Este mes sería aburrido. No por mis padres, ellos jamás están. Sino que aburridos, al igual que todos.
Caminé exhausta a la salida del supermercado.
Revisé mis cosas, antes de marcharme.
Celular; sí. Dinero; sí. Llaves; no. Identificación; sí.
Esperen ¿qué? No, no ¿dónde están mis llaves?
Caí en la desesperación, no no. No podía quedarme sola.
Tenia algo de dinero, pero no lo suficiente.
Comencé a respirar con dificultad.
El supermercado estaba vacío, a excepción de el gerente y el dueño oficial.
Había un auto ahí. Quizá el del dueño.
Alguien bajó del auto, y me cara se cayó al ver a Luke ahí.
Me miró y suspiró.
Se acercó.
Sube, no te demores.-dijo y comenzó a caminar nuevamente al auto.
Solté un suspiro, y caminé. Me subí al auto en silencio.
Él comenzó a conducir.
¿esto es tanta coincidencia, o qué? ¿acaso te gusto? porque siempre estás aquí, sola. Justo cuando yo vengo a comprar.-dijo y soltó un risa.
No dije nada, estaba perdida en mis pensamientos. ¿cómo entraría a mi casa?
Hey.-susurró. Reaccioné y lo miré.Mis llaves, se perdieron.-contesté.
No me haz dicho tu nombre.-dijo mirándome.
Soy Beth.-susurré.
Él tan sólo asintió.
Mi teléfono comenzó a sonar.
Hey.-soltó alguien del otro lado.
Hola, um ¿Carl?-pregunté.
Sí, el mismo.-contestó. Él trabajaba conmigo en el supermercado. Es pelirrojo y muy alto.-Dejaste tus llaves acá. Mañana te las llevo al trabajo ¿okey?
Suspiré.
Gracias. Hasta luego.-dije y él también se despidió. Finalicé la llamada y ya habíamos llegado a la casa.
Entramos y dejé mis cosas en un sofá. En el cual, el otro día Ashton estaba sentado.
Bueno, hoy o salgo. Entonces estaré aquí.-dijo Luke.-No tengo dos habitaciones, y no pienso dormir aquí abajo...
¿quieres que duerma aquí, abajo?-pregunté tímida.
Claro que no.-rodó los ojos.-Puedes dormir conmigo.
Lo miré sin expresión. ¿dormir con él?
Subimos y entramos a la habitación.
Era bastante bonita.
Había una guitarra ahí y varios discos esparcidos.
Pues bueno.-dijo.-Duerme.
Él se sacó sus pantalones, y remera. No pude evitar mirarlo, pero luego desvié la mirada. Yo no era así.
Tranquila.-susurró.
Me metí a la cama, con toda mi ropa. Consistía en unos jeans y una remera.
Él se recostó y quedamos frente a frente.
¿No estás incomoda?-preguntó.
Dudé un momento.
Sí.-susurré.
Ven.-se levantó. Tomó una remera del suelo.-Está limpia.-levanto ambas manos. Asentí y entré al baño.
Olí la remera para ver si realmente estaba limpia. Sí, lo estaba. Tenia olor a hombre. A él. La miré y me di cuenta de que estaba en perfecto estado.
Me quité mi remera y mis jeans y me coloqué la de Luke.
Dejé todo ahí y me fui a recostar.No quería mirar a Luke, así que me di media vuelta quedando de espaldas de él.
Sentí como se acercó y me tomó de la cintura.
Sentí su respiración en mi cuello y me alejé.
Hey, no te violaré.-susurró.
Me levanté y lo miré.
Por favor.-casi suplicó.-Tengo frío.
Suspiré y accedí.
Me recosté y sentí nuevamente sus brazos rodear mi cintura y sus manos frías que después se convirtieron en cálidas.
Lo único que pensaba era: ¡yo no soy así!
Pero luego mis pensamientos se desvanecieron, debido a que ya me estaba quedando dormida.
//.
n/a: hola.