Tras decir unas últimas palabras el holograma desapareció y la esfera cayó al suelo, apagándose. Izuku no sabía que decir, no era humano, ni kriptoniano, sino una especie reciente y ya en peligro de extinción, el único espécimen existente era él. Estaba solo, no había nadie que lo fuera a entender.
Izuku: Entonces mi ADN es una mezcla kriptoniana y humana......Bueno, pero mis padres son humanos. Además, me críe como uno de ellos, algunos animales han llegado a desarrollar sentimientos de cariño y empatía por otros seres vivos, por lo que... - Izuku tiene por herencia genética el hábito de comenzar a susurrar, no lo puede evitar. Y tras unos minutos - ...así que, en otras palabras, soy humano. Bueno, supongo que no importa, pero, si estas son habilidades kriptonianas, debo aprender a usarlas. - dijo determinado.
Después de meditarlo un momento, decidió buscar en internet algún gimnasio en el cual pudiera entrenar, pero antes de poder buscar apareció en las noticias algo que llamó su atención. Un anuncio de una campaña de apoyo para la limpieza de la playa Dagoba, una playa que por años ha sido usada como vertedero.
Izuku: Bueno, si voy a dar esperanza al mundo, hay que empezar con algo pequeño.
Al día siguiente el peliverde despertaba tranquilamente para poder ir a su secundaria y recibir enseñanzas, caminó hasta el baño y se duchó, al salir tomó una toalla y al terminar de secarse miró el espejo.
Izuku: ¿Eh?...¡AAAAAAAAAHHHH!
Inko: ¡¿Izuku estás bien?! - gritó tocando la puerta tras escuchar el grito.
Izuku: Es-es mi cuerpo, algo ocurrió. - dijo con nervios mientras se observaba bien en el espejo.
Inko: Hijo cálmate, debe ser solo algo de la pubertad. - ya un poco más tranquila.
Izuku: Mamá, no creo que sea algo de la pubertad.
Inko: Quizá si me muestras que ocurre te pueda ayudar, anda, sal. - pidió amablemente.
Izuku: Esta bien, solo mantén la calma.
Izuku abrió lentamente la puerta, obviamente tenía una toalla alrededor de su cintura, pero al abrir la puerta, Inko mostró una cara de asombro total.
La musculatura de Izuku creció de la noche a la mañana. Inko no sabía que decir y su mirada estaba en blanco, mientras tanto Izuku esperaba a que su madre se calmara, pero...
Izuku: ¿Mamá?
Inko: ... - cae al suelo desmayada.
Izuku: ¡Mamá!
Tras unos minutos Inko despertó, casi volviéndose a desmayar al ver la masa muscular de su anteriormente delgado hijo.
Inko: ¿Cómo es posible? No me digas que...¡¿Usaste esteroides?! - preguntó frustrada.
ESTÁS LEYENDO
Izuku, El hombre de acero
FanfictionLa tierra, un mundo donde el 80% de la población tiene algo conocido como Quirks, poderes que solo eran de la imaginación y de comics, hay tanto héroes como villanos, pero hay un hombre que se alza sobre todos, algunos lo aman, otros lo odian, y en...