Las fiestas para celebrar el fin de año eran, por así decirse, las mejores. Las familias convivían y disfrutaban del ambiente. Las personas compartían sus experiencias buenas y malas sucedidas durante todo el año. No obstante, aunque Jeongin hubiese preferido hacer lo que todos solían hacer, las fiestas con su familia eran de lo peor. Podría haber de todo menos un ambiente armonioso, agradable y familiar.
—Espero que las notas de nuestro Jeongin sigan igual de altas —expresó la señora Yang. Reía descaradamente mientras le entregaba dinero de manera, según ella, disimulada al hombre que se hacía llamar profesor de Jeongin.
—Por supuesto que sí, mi señora. Además, un joven con un rostro tan hermoso como él no merece tener un promedio bajo —habló con ironía.
Jeongin hizo todo lo que pudo para no salir corriendo en ese instante lejos de la estúpida fiesta que su madre le había organizado. Cerca de él se encontraba un grupo de chicas hablando. Sabía que su tema de conversación era el provocador atuendo que estaba usando, lo cual le incomodaba en demasía. Pero no era su culpa, él no decidía qué ropa ponerse. Al contrario, fue su madre quien le dijo que se colocara aquella vestimenta, pues con una camisa negra de tela transparente, unos pantalones muy ajustados y un maquillaje ligero, nadie le quitaría los ojos de encima durante toda la fiesta.
Jeongin en realidad no quería llamar la atención. Deseaba pasar desapercibido aunque fuese tan solo una vez en la vida. Pero antepuso el deseo de su madre. Y, a pesar de que se incomodaría, con tal de no desobedecer a su madre haría cualquier cosa. Él sabía que en algún momento una de las chicas se acercaría con un objetivo dígase no muy puro; por lo tanto, se alejó lo más rápido que pudo y comenzó a caminar entre los invitados.
—Siempre me han dicho que los ángeles bajan del cielo en estas épocas, pero no creí que fuera verdad.
Jeongin enseguida se dio la vuelta al oír esa voz conocida. Sus ojos se encontraron con la dulce mirada de Seungmin, quien le mostraba una entrañable sonrisa.
—No comiences. No estoy de humor —contestó Jeongin y soltar una bocanada de aire que ni siquiera sabía que estaba reteniendo. Kim no se inmutó y caminó hacia él.
—Ven conmigo —dijo, agarrando la mano de Yang para arrastrarlo entre la gente.
—¿A dónde vamos?
Jeongin deseaba soltarse del agarre de Seungmin; pero si lo hacía eso significaba regresar hacia donde estaba su madre y morir del aburrimiento e incomodidad. Y, aunque lastimara mucho su orgullo, era preferible estar al lado de Kim. Sin decir nada, Seungmin le guio hasta una mesa en donde se encontraban sentados seis chicos. Todos, al notar la presencia de Kim, le dirigieron su atención. Después las miradas fueron puestas sobre Jeongin, el cual no tardó nada en entrar en pánico.
—¿Felix? —habló Yang, al ver a su mejor amigo sentado cómodamente en la mesa.
—Hola, Innie.
—¿Qué haces aquí?
—¡Cierto! —Agarró la mano de un chico pelinegro que estaba sentado a su lado—. Estoy con Hyunjinnie, mi novio.
Era mentira decir que Jeongin no quiso ahorcar al inocente pelinegro que estaba escondido detrás de Felix. Hyunjin hacía el intento de protegerse de la mirada fulminante y amenazas que Yang juraba cumplir si le ponía las manos encima. Todo esto por haberse metido con su dulce e inocente angelito, al punto de haber sido el que se robó su primer beso aun cuando Felix era solo un bebé. Sí, estaba siendo un exagerado; pero era inevitable que Jeongin pensara que su mejor amigo todavía era un niño inocente. Aunque, dejando atrás la absurda pelea formada, lo que más había sorprendido a Yang fue el descubrimiento de la sexualidad de Felix.
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꒰ 𝗯𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗳𝗮𝗰𝗲 ⋆ 𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨𝘪𝘯 ꒱
Fanfic.ೃ 𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 ༘ Yang Jeongin es un chico muy apuesto que cursa el segundo año de preparatoria, siendo sumamente requerido tanto por chicas como chicos, bendecido con una sonrisa encantadora, promedios excelentes y una familia perfecta. Pe...