"¿Podemos regresar el tiempo? ¿Donde tú y yo nos amábamos sin control?"
Yang Jungwon era un chico que fue obligado a casarse a una temprana edad con Lee Heeseung, iniciando así una unión que estaba destinada a ser más complicada de lo que él podría...
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Color celeste, uno de mis favoritos, tranquilo y calmado, negro el color que más odiaba, me sentía mal con solo verlo.
—¿Tomas el bus a tu casa Lía? —Sonreí y me acerqué a ella.
"La adolescencia una de las mejores etapas de mi vida - 16 años de edad antes de comenzar a salir con Jay"
—No tengo dinero para pagar, me iré caminando —Sonrió y me entrego una manzana.
—¿Vamos juntos caminando? —Coloque mi mochila en mi espalda.
—¿Qué te parece si vamos a jugar al río con Jake? —Sonrió.
—¿Al quién dijo mi nombre? —Apareció Jake detrás de nosotros.
—Supongo que nos escuchaste —Rei al verlo.
—Estaba con la perrita de la esquina —Me giré mirando la escuela.
Salimos un viernes vacaciones, solo los tres divirtiéndonos sin tener que rompernos los corazones y sin tener preocuparnos en los amores del futuro...
—¿Has visto a Giselle ir detrás de tu chico? —Golpeo Jake mi hombro.
—Sé que Jay no gusta de ella —me cruce de brazos.
—Tienes que ser rápido antes de que ella se le declare primero —Río Lia.
—¿Ser más rápido? —Dude por unos momentos y levante la mira al ver a Jay salir de la escuela con unos libros. —Puede que se lo diga algún día —Me sonroje.
—Hola, Giselle ¿Vas a tu casa? —Sonrió él.
—Si, ¿vamos juntos?—Se acomodó el cabello.
—¡Se lo lleva! —Susurro Jake en mi oído.
—¡JAY! —grite de golpe y tape mi boca por la vergüenza.
¿Esos fueron celos?
—Jungwon ¿Sucede algo? —se acercó a mi preocupado.
—Emmm, prometiste ir conmigo al río —Mire el suelo intentando inventar una excusa.
—No lo recuerdo, pero sé que tú no me mentirías —Me tomo de la mano y me llevo a una esquina de la escuela, alejándonos de todos.
¡¿Descubriría mi mentira?! ¡¿Se molestaría?!
—Jay... —Este tomo mis hombros y acorralo contra un árbol que estaba cerca.
—¿Te pusiste celoso porque estaría solo con Giselle?— Sonrió y susurro en mi oído.
—No digas tontearías —Trate de alejarlo.
—¿Estás seguro de dejarme ir solo con ella Jungwoonie? —El sabía el punto débil en mi corazón.
