Harry Potter, el niño que vivió, se encuentra en su tercer año escolar en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, lleva 2 años odiando a el tal rubio que tanto lo irrita, o eso es lo que él cree...,¿Acaso puede llegar a amar con locura a su enemi...
Vi como Hagrid se llevaba a Draco a la enfermería, me sentía culpable, muy culpable, Buckbeak debía atacarme a mi, no a él.
Al girar a mis espaldas, también pude ver como mis dos mejores amigos se reían de él, diciendo entre risas lo dramático que era. No pude soportarlo, simplemente me dolía como se burlaban así de la persona que yo amaba.
Quedamos en no decirle a nadie por ahora, pero necesitaba decirles cómo me sentía, necesitaba decirles que Draco verdaderamente había cambiado, no era el mismo destable niño de hace un año.
-Oye Harry - Ron ahora incluso lloraba de risa- viste su cara AJAJAJAJ, nunca la borraré de mi memoria.
De seguro le hubiera dicho la verdad en ese momento, pero Hermione se unió a la conversación.
- Fue muy dramático cierto, pero solo espero que no le den ningún problema a Hagrid...
No lo había pensado, Hagrid era responsable de la clase, de sus estudiantes y de cualquier incidente, pero no había sido la gran cosa ese "accidente", Draco estaba bien, de seguro no pasará nada.
- Ya quiero que llegue la cena, tengo mucha hambre.
- Ron acabas de comer en el almuerzo, deja de pensar en tu estomago por una sola vez.
Escuchaba lo que mis amigos decían, pero no verdaderamente siendo sinceros, la cena... esa noche tendría una cita con Draco, pero no sé como vamos a ir si se queda en la enfermería...
"No te olvides de nuestra cita". Eso era lo único que pasaba por mi cabeza, ahora que vuelvo a pensarlo...¿Cómo hizo Draco para decirme eso en la mente?
-Oye Harry!- Hermione me tomó por sorpresa- hoy estás bastante distraído... ¿Ocurre algo?- Rápidamente negué con la cabeza- Mmm... si tu lo dices, ahora vámonos o llegaremos tarde a la próxima clase!
Tal vez Hermione podría saber algo sobre la telepatía o lo que sea que fuera en el mundo mágico, pero no era el momento para preguntarle, o volvería a gritar que llegaríamos tarde.
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Durante las clases de la tarde no presté nada de atención. Lo único en lo que pensaba era en tres cosas, la primera en lo jodidamente enamorado que estaba de ese rubio, lo segundo era tratar de averiguar cómo Draco me habló sólo a mi, y la tercera era en la cita que tendríamos en unas cuantas horas. Con estos pensamientos definitivamente nadie prestaría atención.
Luego por fin llegó la cena, por fin llegó la noche de nuestra primera cita. Entré al comedor y pude ver como Draco estaba sentado en la mesa de Slytherin rodeado de personas, mas bien rodeado de mujeres que le preguntaban si estaba bien, y entre ellas estaba Pansy Parkinson, demasiado pegada a él preguntándole que si le dolía mucho. Definitivamente no pude soportar esa imagen, quien lo diría... mis primeros celos serían con Draco Malfoy.
Me senté al lado de Hermione y al frente de Ron, y estos no le quitaban la mirada de odio a Draco.
- Escuchen a ese idiota, si que exagera las cosas- dijo Ron, y de nuevo no me gustó para nada lo que dijo, que diría mi mejor amigo si le dijera que está así porque me salvó, que diría si le dijera que tenía una cita esa noche con él, que diría mi mejor amigo si le dijera que estaba enamorado de el que era nuestro "enemigo"...
-Al menos Hagrid sigue aquí- dije para evitar esos pensamientos.
- Si pero el papá de Draco debe estar furioso- dijo Hermione.
Era cierto, no había pensado en el señor Malfoy, definitivamente no sería para nada bueno que alguien le hiciera daño a su hijo, quien sabe que podría hacer por lo que sucedió.
Me estaba imaginado todas las cosas que podrían pasar, hasta que escuché una voz en mi cabeza, era su voz... esa dulce y cálida voz, la voz de Draco.
- Tengo tu capa en mi bolsillo, así que... ¿Qué te parece si nos largamos de aquí y vamos a nuestra cita, directo a donde está ese lugar del que me hablaste?- sentía como mis mejillas se tornaban rosadas, como mi corazón daba brincos de felicidad, levanté mi cabeza y me crucé con sus hermoso ojos grises, me estaba sonriendo disimuladamente, y lo que más me gustó fue ver como ignoraba a Parkinson, diciéndole que se iría a la cama.
Cuando estaba apunto de salir del gran comedor, volví a escuchar dentro de mi cabeza sus palabras..."Te espero afuera... Mi León". Rápidamente me paré de mi asiento, Ron y Hermione me miraron asustados, pero les dije lo mismo que Draco dijo "Me voy a la cama".
Claramente más tarde Ron comprobaría que no había ido al dormitorio, pero luego tendría tiempo para inventarme una excusa, lo que quería en ese momento era salir rápido e ir con Draco a ese lago, preguntarle como es que me hablaba en mi mente, pero sobre todo decirle lo mucho que lo amaba.
