Ya entrados en la mañana del día siguiente, los dos enamorados no tenían nada que temer, en especial Harry, pues la noche anterior había aclarado las cosas con sus dos mejores amigos, respondió a todas las preguntas que le habían hecho sobre Draco, su relación, y al parecer su nuevo poder con el tiempo. Así que lo único que tenía para preocuparse en ese momento era el partido de Quidditch que estaba viviendo. Gryffindor contra Hufflepuff.
El partido estaba siendo algo difícil y largo por tres motivos. El primer motivo era que el clima no ayudaba para nada, puesto que había una gran tormenta, el segundo motivo, el buscador de Hufflepuff, Cedric Diggory, era realmente bueno, y el tercer motivo, habían dementores en el lugar. Sin embargo, algo reconfortante de todo esto, era que aquel rubio por medio de su Legeremancia, le daba ánimos, apoyo y sugerencias al chico de ojos verdes.
El partido iba igualado, pero todos sabían que todo dependía de los buscadores de ambos equipos. Diggory y Potter, se elevaron hacia lo más alto, siguiendo la Snitch dorada, alejándose de todos los presentes y jugadores del partido.
Debido a la altura, el clima y las altas temperaturas, Cedric recibió un impacto de rayo, haciéndolo descender, y a Harry se le estaban congelando las gafas de protección, sus guantes y su escoba.
- ¡Harry desciende ahora mismo!- decía Malfoy con Legeremancia.
- ¡Ya casi atrapo la Snitch! Hay que ganar.
- ¡Te vas a lastimar, no seas tonto!- dijo Draco, cada vez con más preocupación-
Harry lo estaba reconsiderando, pero todo pasó demasiado rápido. Se distrajo con una ilusión del Grim en una nube, vio pasar la Snitch, estaba apunto de atraparla, hasta que se encontró con unos dementores. El aire se puso más frío debido a ellos, Harry los esquivaba lo más que podía, pero uno se posicionó justo enfrente de él, absorbiendo su alma, haciéndolo perder el conocimiento y caer de su escoba, escuchando una vez más, las voces del chico y la mujer.
-¡HARRY!- logró escuchar el grito de Draco. Solo que no sabía si había sido por Legeremancia, o todo el mundo lo había oído...
- Luce pálido. No creen?- decía Ron
- Pálido? Qué esperabas? Cayó de 40 metros.- decían los gemelos Weasley- Si, oye Ron. Vamos a subirte a la torre de Astronomía, para ver cómo luces.
- Pálido como de costumbre- respondió Harry en un suspiro.
Se había despertado en la enfermería, rodeado de su equipo de Quidditch y sus amigos Ron y Hermione.
- Ya estás mejor?- preguntó Hermione.
- Excelente- dijo sentándose en la camilla con algo de dificultad.
- Nos diste un buen susto.
- Caíste de tu escoba.
- Y el partido? Quién ganó?
- La culpa no fue tuya. Los dementores no debieron haber estado ahí- dijo la chica- Dumbledore está furioso, después de salvarte los echó.
- Hay otra cosa que debes saber- habló ahora su mejor amigo- Tu escoba, se rompió... ya que la atrapó el Sauce Boxeador, y... aquí está- todo se tornó en silencio, y Harry miraba con suma tristeza su escoba ahora destrozada.
- Bueno- habló George- Creo que es mejor que nos vayamos.
- Ron, Hermione- habló Fred- Consuelen al pobre. Lo sentimos Harry.
Los chicos se fueron. Y otros entraron unos segundos después.
- ¡Harry!- el nombrado sintió un pequeño alivio al escuchar la voz que más amaba- Casi me das un infarto. ¡Te dije que bajaras de tu escoba! ¡Eres un idiota!
- Oye, si, casi te mata pero lo vas a hacer llorar- habló Pansy.
- Tiene razón- opinó Blaise.
Y con lágrimas en los ojos y un puchero Draco Malfoy corrió a abrazar a Harry Potter, lo abrazó con todas sus fuerzas y escondió su cara en el cuello del contrario.
- Vaya. Eso si que es nuevo- dijo Ron.
- Ya se acostumbrarán- le respondió Zabini.
- Cierto que ustedes también saben lo de ellos- comentó Hermione.
- Por supuesto, querida- le respondió Pansy, haciendo que la castaña por algún motivo se pusiera nerviosa por esa palabra- Somos los mejores amigos de Draco, así como Potter se los dijo, Draco a nosotros. Aunque creo que los cuatro lo adivinamos primero- los chicos se rieron y asintieron.
- Bueno dejemos a los tortolos- dijeron al mismo tiempo Ron y Blaise.
- Ehh... M-Mejor vámonos ya- con claro nerviosismo comentó el pelirrojo.
- Tenemos algunas preguntas para ustedes.
- Nosotros igual, querida - haciendo énfasis en esa palabra le respondió nuevamente Pansy a Hermione- Hay que hablar los cuatro, vamos.
Y dicho esto salieron de inmediato de la enfermería, dejando así, a un Draco aún escondido y a un Harry consolándolo y pidiéndole perdón.
- Idiota- dijo por milésima vez el rubio.
- Lo sé, perdón, amor.
- Bien, me alegra que lo aceptes.
Dicho esto, le dio un cálido beso en los labios al azabache, acariciando las pequeñas raspaduras que tenía en sus mejillas, y haciendo más fuerte el agarre de su abrazo.
- Nuestros amigos hablaron civilizadamente sin matarse?
- La parecer eso fue justo lo que sucedió.
- No notaste entre ellos una especie de sensación a...
- Si. Definitivamente.
Ambos chicos rieron, pensando en las posibilidades que tenían sus amigos en común.
- A propósito- habló Draco algo angustiado- Grité tu nombre en voz alta cuando caíste, así que no se que pase por eso.
- Tranquilo, dragón. No me importa. Quiero que los demás vean y sepan que has cambiado... Si tu estás de acuerdo.
- No es como s me importara mucho lo que los demás piensen de mi, pero de verdad me encantaría poder estar a tu lado sin ocultarnos. Pero quiero ir lento, quiero dejar nuestro amor para nosotros por ahora... y por ahora ser amigos para los demás... si tu estas de acuerdo.
- Lo estoy. Toma tu tiempo, yo estaré contigo.
Terminaron dicha conversación en un beso. Hogwarts ahora vería a los nuevos amigos. Un Gryffindor siendo amigo de un Slytherin. Harry Potter siendo amigo de Draco Malfoy. Solo que al parecer no serían los únicos, tal vez sus amigos, se vuelvan amigos en común. La historia de estas rivalidades, cambiaría a partir de ahora, a partir de hoy.
ESTÁS LEYENDO
The Snake and the Lion
Fiksi PenggemarHarry Potter, el niño que vivió, se encuentra en su tercer año escolar en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, lleva 2 años odiando a el tal rubio que tanto lo irrita, o eso es lo que él cree...,¿Acaso puede llegar a amar con locura a su enemi...