Harry Potter, el niño que vivió, se encuentra en su tercer año escolar en el colegio Hogwarts de magia y hechicería, lleva 2 años odiando a el tal rubio que tanto lo irrita, o eso es lo que él cree...,¿Acaso puede llegar a amar con locura a su enemi...
Una vez más Harry se alejaba de sus pensamientos, y al volver en sí visualizó y escuchó que todos los alumnos estaban aplaudiendo, y que sus dos amigos eran los más felices.
-Harry no escuchaste?-el nombrado lo miraba confundido, dado a entender que definitivamente no había escuchado- Hagrid será maestro Harry!
Harry volteó a mirar a su amigo Hagrid, que al levantarse casi tumba la mesa, Harry estaba completamente feliz por él, siendo probablemente el que más fuerte aplaudió en el gran comedor.
-Finalmente un aviso menos agradable-prosiguió el director, haciendo que todos los alumnos hicieran completo silencio-por orden del Ministerio de Magia Hogwarts va s ser custodiada por los dementores de Azkaban hasta nueva orden. Notificación que me disgusta.
En el gran salón se podían escuchar diferentes murmuros de los estudiantes, después de lo ocurrido en el tren definitivamente no estaban contentos, además estos no sabían porqué los dementores iban a estar presentes.
-Los dementores estarán en cada entrada, aunque me aseguraron que su presencia no interrumpirá nuestras actividades... tengan cuidado. Los dementores se alimentan de tus miedos más profundos y no podemos engañarlos, ellos no distinguen entre la presa que persiguen de aquel que se cruza en su camino, así que no busquen razones para que los dañen.no está en la naturaleza de un dementor perdonar...
Mientras el director decía estas palabras, claramente todos estaban aterrados, pero en especial nuestro ojiverde, definitivamente no le gustaría volver a vivir lo que sucedió con los dementores en el tren.
Pero entiendan-dijo Dumbledore- la felicidad puede estar incluso en un oscuro momento, sólo no olviden encender la luz.
Después del banquete, los estudiantes se dirigieron a sus respectivas salas comunes, contando lo que habían hecho en sus vacaciones y entre otras cosas; sin embargo, un ojigris no le quitaba los ojos de encima a alguien...
Una vez ya instalados, los chicos de Gryffindor se encontraban jugando con dulces, imitando a diferentes animales y charlando, definitivamente Harry ya estaba en su verdadero hogar, pero sentía que algo en ese año iba a cambiar.
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Al día siguiente, ya de mañana, los chicos ya empezaban con sus clases, pro fin habían iniciado con su año escolar.
Los chicos se encontraban en adivinación, su nueva materia que empezaría ese año, el salón se encontraba en una torre, así que por dentro era circular. En vez de sillas de madera, habían diferentes sillones con mesas en el centro de cada uno, con 2 tazas como para tomar té encima de ellas. Y en el centro del salón había otro sillón con otra mesa y otra taza, dando a entender que ahí se sentaría su nueva profesora, la profesora Sybill Trelawney.
Los estudiantes dirigían miradas curiosas al salón, pues claramente no era como los otros, y también se notaba que observaban con atención a su profesora. Mientras entraban y se sentaban se encontraban en silencio, y una vez ya listos, la profesora por fin habló, pero no sin antes de fijar su mirada en cada uno de ellos.
