La Chica De Túnicas Oscuras. (Koga x ___)

El libro detrás de la madera

La campana sonaba, las clases habían terminado. Los de último año tenían sus exámenes por lo que Kagome esperó pacientemente en los pasillos a su amiga.

___ salió con una mueca de cansancio mientras se estiraba y tronaba uno que otro hueso por haber estado inmóvil durante mucho tiempo, como todo estudiante en época de exámenes, se veía que no había tenido una muy buena noche de sueño.

—¿Kagome?

—¡___!

—No es necesario que me esperes siempre, tengo entendido que sueles salir más temprano que yo

—No me molesta, ¿Vas a regresar a tu casa?

___ se sobresaltó —Hummm....si pero, solo iré de entrada por salida

—¿A tus padres no les preocupa no verte durante tanto tiempo?

—Se podría decir que si, pero...—Miró hacia algún punto vacío, como si buscara las palabras correctas para describir su difícil situación, pero ¿Cómo lo explicaría?, no tenía muchas ganas de hablar sobre ello— ...¡Pero hablemos de otra cosa!, mis exámenes ya casi terminan pero los tuyos apenas van a comenzar ¿Verdad?

—S-si

—¿No estás preparada?

—No— Admitió —Entre lo de la perla y la escuela no he tenido tiempo de estudiar

—Ya veo...sabes...puedo darte mis apuntes del año pasado, suelo resumir todo y separarlo con colores, tal vez pueda ayudarte

—¡¿Enserio?!, ¡Te lo agradezco mucho!

—Por nada, ¿Quieres ir por una crepa o algo?, ¡El examen me dejó agotada!

Ambas caminaron en el centro un rato, deteniéndose en una que otra tienda para mirar la mercancía. A ___ le gusto un bolso de segunda mano tipo mochila que podía colgarse de lado, se veía lo suficientemente grande como para cargar varias cosas pero sin llegar a ser tan abultado y parecía que solo lo habían usado un par de veces; lo compró con algo del dinero que tenía guardado en su cartera.

—Ay no, tengo que ir a casa antes de que haga más tarde

Kagome —¡Te acompaño!

Eso la había tomado por sorpresa —Realmente n-no tienes por qué hacerlo...

—No te preocupes por eso, sé que vives cerca de aquí así que no tengo problema

___ parecía un poco dudosa, por alguna razón esta petición la había puesto nerviosa —...Esta bien, pero me temo que tendrás que esperarme afuera en lo que empaco todo

Eso último extrañó bastante a la más joven, pero no le dio muchas vueltas al asunto. Caminaron hasta una zona residencial bastante bien cuidada, se veía que la gente que vivía ahí tenía un poco más de salario que los del barrio donde vivía Kagome, se detuvieron frente a una casa enorme de dos pisos con un barandal negro en la parte delantera y un jardín que comenzaba a verse un poco descuidado, como si nadie lo hubiese atendido desde ya hace mucho tiempo, pero pese a eso, no arruinaba la estética de la casa

El pórtico tenía un par de escalones frente a la puerta, la cual tenía un pequeño techo de madera haciéndole sombra, había incluso un árbol al lado de una ventana. Esta no era la casa de alguien de clase media, pero tampoco era de clase alta; Kagome se preguntó por un momento por que a ___ no le gustaba regresar a su hogar si el lugar en cuestión se veía agradable.

___ dudo unos momentos antes de abrir el barandal con un ligero chillido.

—No tardo...

Sacó unas llaves y en cuanto se adentró a la casa no supo de ella unos cuantos minutos, la calle era tranquila y silenciosa, tanto así que parecía que el sonido de sus simples pisadas podría interrumpir toda esa tranquilidad, pero de repente un golpe la había asustado.