Jiang Wanyin había nacido para muchas cosas.
Ser amado no era una de ellas.
Había nacido para ser el heredero de su padre, a pesar de ser un Omega, había nacido para llevar Jiang S.A. a lo más alto del mundo, había nacido para no contar con nadie, p...
Cuando fui a la Universidad tuve un profesor de filosofía que solía decir: Los Omegas tienen los mismos derechos que un Alfa o un Beta; son más inteligentes y son de temer. Por eso deben temer de mí, no soy un juguete, yo soy soy el dueño de la fábrica de juguetes, soy el titiritero detrás de los títeres. Jiang WanYin.
Cuando Lan XiChen llegó al hospital al siguiente día se encontraba muy preocupado.
La doctora Wen le había dicho que Jiang Wanyin no había querido desayunar, que su desayuno aún estaba en la habitación y estaba frío, pero el sencillamente no lo iba a comer.
Él sabía que tenía que hacer algo, la vida de su esposo podría peligrar si no ingiere los nutrientes necesarios para fortalecer su cuerpo y estaba el pequeño bebé.
El pequeño bebé tomaba todos los nutrientes de Wanyin y debilitaba su cuerpo y si Wanyin no comía se podrían enfermar, ambos, y Wanyin aún más.
Cuando salí de la oficina de la doctora Wen, me dirigí inmediatamente con Wanyin, llegué a su puerta y suspiré, obligar a su esposo, actualmente, era algo que no quería eso solo podría empeorar su depresión y sus ganas de no tener a nuestro pequeño.
Toqué la puerta dos veces y escuché cuando la palabra "pase" me dió el permiso que necesitaba.
Entre y lo ví en la cama leyendo, tenía el rostro pasible, sus expresiones faciales era suaves y sus rasgos se habían acentuado más a lo largo del tiempo, aunque se veía más delgado y demacrado que cuando lo conocí, sin embargo eso no quitaba lo hermoso que era Jiang Wanyin.
- Una foto dura más - dijo mientras cerraba el libro y lo ponía en sus piernas.
Cuando me miró sus ojos estaban brillantes, había algo en sus preciosos ojos violeta que no había visto en mucho tiempo.
- La doctora Wen mencionó que no has probado bocado de lo que te han traído de la cocina del hospital. -
- Sabe asqueroso, ni siquiera la comida de ustedes los Lan's sabe tan incomible -
- No puede ser tan malo - dije mientras me acercaba. - Debes comer por tí y por nuestro cachorro.
Cuando llegó a su lado acarició su mejilla suavemente.
- Deberías probarla - susurró el Omega y el alfa asintió.
Jiang Wanyin tomó un poco y lo llevó a la boca de XiChen, e inmediatamente el alfa lo escupió en una cesta de basura.
- Tienes razón, sabe asqueroso e incomible -
El Omega soltó una risita muy agradable a oídos del Alfa. Al Alfa le gustaba ese sonido y quería escucharlo siempre.
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XiChen había dejado el hospital, ahora estaba prácticamente rogándole a sus cuñados que lo ayudaran a qué su esposo comiera, todos sabían que la debilidad de los hermanos de Jiang era la comida de su Jiejie.
