III

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El abuelo solía decirme que todos teníamos los mismos derechos, puesto que él fue una de esas personas que se pasó la vida luchando por la igualdad para las tres castas.

Abuelo, tu lucha ha sido en vano, nos tratan peor cuando exigimos los derechos por los que luchaste.                                          –Jiang WanYin

Habían pasado semanas desde que la abuela Yu estaba en la ciudad y Jiang Cheng se sentía simplemente feliz, él adoraba a su amada abuela, al menos con él, ella siempre fue cálida y divertida, parecía una niña, no solo sentimentalmente, sino también físicamente.

Si bien tenía el perfíl afilado y una mirada que inspiraba terror (cómo todas las mujeres Yu, e incluso él mismo), ella era un dulce con sus nietos, todos sus nietos la adoraban e incluso el idiota de Wei Wuxian, quién era su compañero de tragos, sí la abuela a pesar de no ser ya una niña tenía una resistencia al alcohol superior a Wei Wuxian y eso era mucho decir.

– ¿Estás escuchándome?–

Mierda, había divagado tanto que se olvidó que XiChen estaba allí, pero no podía admitir que no lo escuchaba eso sería perder cara delante de él y no se podía dar ese lujo.

– Te sigo, continúa –

XiChen soltó una risa nasal y lo miró mientras tomaba su mano.

– Distraerse no es un delito WanYin –

Se sorprendió por eso y sintió como la sangre subía a sus mejillas, se sonrojó, por Dios tenía años que no lo hacía, así que desvió el rostro.

Su madre solía decir que sonrojarse era una muestra de sentimientos y el futuro líder del clan Jiang y de Jiang S.A., no podía permitirselo.

Sintió una suave mano que giró su rostro, XiChen estaba cerca de su rostro, muy muy cerca, demasiado diría él.

–¿Q... Qué ha...haces.....? – su oración no había sido completada cuando sintió unos suaves labios posarse sobre los suyos.

Sus labios eran cálidos y sabíañn dulces y XiChen se veía adorable con los ojos cerrados, él por su parte estaba tan sorprendido que no los había cerrado, cuando XiChen empezó a mover sus labios sobre los suyos, cerró los ojos y se dejó llevar.

Los labios de XiChen se movían sobre los de él con maestría, la mano de XiChen que se mantenía sobre las de él se movió a su cintura y las de Jiang Cheng subieron al cuello del contrario.

Cuando el beso se intensificó la lengua de XiChen saboreó todo a su paso, lo degustó y sí WanYin hubiera estado de pie sus rodillas habrían fallado, se habrían vuelto gelatina; siempre era la mismo, XiChen provocaba todo eso cada vez que lo besaba y un calor se instalaba en la parte baja de su vientre, y su corazón se llenaba de calidez.

Cuando se separaron del beso, un hilo cristalino unía sus labios, XiChen tenía los labios hinchados y realmente se veían apetecibles y aunque él no estaba mejor, tenía los ojos cristalizados, mejillas rojas que podría competir con un tomate y sus labios hinchados, bastante de hecho.

La mano de XiChen que estaba en su barbilla acarició suavemente sus mejillas y sus párpados y sus labios.

Mientras XiChen pensaba en ese momento que su adorable esposo era lo más lindo que había visto jamás, y que pagaría por verlo siempre con esa expresión; sus mejillas rojas, ojos cristalizados y labios rojos e hinchados por el beso; entonces introdujo su pulgar en la boca de Jiang Cheng y este comprendiendo el mensaje chupó su dedo y antes de que XiChen lo sacara mordió la yema de su dedo.

No es para mí (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora