inui y Koko 🍋

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AntonellaBlanco1

Sábado por la mañana, abriste los ojos con pesadez, la luz del sol que entra por tu ventana daba directamente en rostro, te levantaste poco a poco, quitando los brazos que estaban rodeando tú cintura, fuiste directamente al baño, haciendo el menor ruido posible, te paraste frente al espejo para poder cepillar tus dientes, cuando miraste tú reflejo, tú vista fue directamente a las marcas en tu cuello, bajaste un poco la playera viendo tu hombro de la misma forma, te sonrojaste al instante al recordar cómo llegaron esas marcas ahí.

Un día antes*

Te encontrabas saliendo del trabajo, era algo noche, era una cafeteria de medio, el lugar era flexible con los horarios, por lo cual podías ir a la universidad sin preocuparte. Al salir pudiste ver dos siluetas conocidas recargada en un auto.

– Esperaron mucho? – preguntaste mientras te acercabas a ellos.

– No, acabamos de llegar preciosa – contesto el pelinegro mientras dejaba un beso en tu mejilla.

– Buen trabajo el día de hoy – dijo el rubio, a lo cual sonreiste.

Subieron al auto, iban camino a tu pequeño apartamento, llevabas conociendo a inui y a Koko ya hace unos meses, se llevaron tan bien que desde el primer momento hubo atracción, y hace unas dos semanas habían tenido sesiones de besos en tu hogar, pero no había pasado más.

Un tiempo después se encontraban ya dentro de tu apartamento, prepararon algo sencillo para cenar, estabas tan cansada que solo querías dormir, recostados en tu cama, boca arriba y tú en medio de ellos, aún con el uniforme de tu trabajo, platicando sobre tu día, sentiste como tus ojos se hacían más pesados.

– Parece que estás muy cansada – mencionaba Koko al ver cómo tus ojos se querían cerrar.

– Fue un día estresante –

– Me imagino – decía Inui mientras una de sus manos daba caricias en tu cabello.

– Déjame quitarte el estrés – escuchaste decir a Koko, tus ojos ya estaban cerrados.

– Está bien – fue lo único que salió de tus labios, lo primero que pensaste fue en un lindo masaje.

Sentiste como Koko se movía en la cama, para después sentir en un rápido movimiento como se levantaban tus piernas y el se colocaba entre estás. Abriste los ojos de golpe y miraste hacia donde el estaba, pasaste saliva al ver al chico recostado con su pecho en la cama, tus piernas sobre sus hombros y dejando un camino de besos, pasando por tus muslos, dejando marcas en ellos mientras subía a tu intimidad.

Con cada beso que daba mientras subía un suspiro salía de tu boca, bajo tus bragas con cuidado, voltea a mirarte en busca de una aprobación por lo que estaba apunto de hacer, asentiste con la cabeza, lo siguiente que sentiste fue como su lengua pasaba por tu intimidad, ligeros gemidos empezaban a salir de ti, cerraste los ojos disfrutando la sensación – Que bonita te vez ahora – dijo Inui a un lado de ti, viendo retorcer te por lo que Koko hacia, le estaban dando una vista maravillosa, pero no iba a quedarse atrás, sus labios fueron a los tuyos, comenzando un apasionado beso, Koko deslizó dos de sus dedos dentro de ti, soltaste un gemido que quedó atrapado en los labios de Inui, cosa que lo hizo sonreír ya que eso causo que algo en sus pantalones se pusiera más duro de lo que estaba – Que lindo sonido, podrías hacerlo otra vez? – pregunto antes de seguir atacando tus labios.

Durante el beso Inui tomo una de tus manos, guiandola hacia su pantalón, más exactos, sobre su miembro, al sentirlo comenzaste dando leves caricias, seguido de suaves jadeos de su parte, te separaste del beso para poder desabrochar su pantalón y bajarlo junto con su boxer, dejando a la vista su miembro erecto, sin pensarlo dos veces lo llevaste a tu boca, mientas que tu mano tocaba lo que tu boca no podía, las vibraciones que emitía tu boca por tus gemidos atrapados, hacia que se sintiera mejor, podías escuchar los suspiros y jadeos de parte de Inui, música para tus oídos.

Sentiste tu climax cerca cuando Koko movió de forma muy rápida sus dedos, gemiste fuerte cuando llegaste. Mientras tratabas de recuperar un poco de fuerzas.

– Podemos dejarlo ahí, si estás cansada– decía Koko viéndote desde abajo

– Aún no... Quiero sentirlos d-dentro – tu respuesta los sorprendió un poco, ellos no te exigirían más si tú  no lo quieres – hagámoslo juntos.

Koko se recostó en la cama mientras te acercaste a el bajando sus pantalones para después sentarte en su regazo, moviendo tus caderas creando una fricción satisfactoria – Eres tan linda... Ahhh! – sin esperarse lo metiste su miembro de una sola estocada – Estás bien? Duele? – pregunto, aunque estaba realmente caliente y queriendo hacerlo rápido, estaba controlando se, no quería lastimarte, – está bien – contestaste, empezando a dar pequeños brincos sobre el, al ver que perdidas movilidad del cansancio tomo tus caderas para ayudarte,  llendo cada vez más rápido, su nombre salía de tus labios, causando que su calentura subiera, tus manos acariciaban su trabajado abdomen – Estás haciéndolo... bien... ugh–  mientras besaba tu cuello y dejando pequeñas mordidas en el. Llegando los dos al mismo tiempo.

Lo sacaste de ti, mientras te dejabas caer boca arriba en el colchón – Inupi ... tú también... me harás sentir bien? – pronunciaste entrecortado, mientras mirabas a inui fumando parado frente a la cama, observando todo.

– No puedo negarme si me lo pides tú – pasándole en cigarrillo a Koko para poder besarte – eres preciosa – jalo tus piernas ligeramente, para dejarte al borde de la cama, mientras comenzaba a entrar en ti lentamente, haciéndote sentir bien, empezó moviendo sus caderas poco a poco, era delicado, tomaba tus caderas de forma suave, dándote escalofríos sentir sus dedos dar masajes en estás – iré más rápido – aviso antes de que sus embestidas subieran de nivel, pusiste una mano en tus boca, estaba llegando profundo, no podías evitar gemir – Ugh... M-me estás recibiendo... Tan bien... Ahh– dijo cerca de tu oído mientras daba besos en el lobulo de tu oreja, sus movimientos eran más descontrolados, haciendote gemir su nombre cada vez más fuerte, te sentías en el cielo, miraste su rostro, sus ojos entre abiertos, pequeñas gotas de sudor recorriendo su frente y sus labios soltaban lindos sonidos que te llevaron al límite.

Después de todo se dieron un baño, se quedarían a dormir.

– Gracias, lo hiciste bien – susurro el pelinegro en tu oído.

– Descansa preciosa – Inui se acercó a ti para dejar un beso en tu frente.

Caiste dormida después de todo, el cansancio te superaba, pero habías pasado una buena noche.
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☄️ One shots-Tokyo revengers ☄️(En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora