🖤kokonoi🖤

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Proyectos y más proyectos era con lo único que tenías contacto en tu tiempo fuera de clases, cada tarde durante esa semana ibas a la biblioteca, esperando por fin terminar, aunque durante tus días en ese lugar sentías una mirada en tu figura, sabías de quién provenían, lo habías descubierto desde el primer día, siempre girando su rostro en el momento que lo veías, también lo observabas de vez en cuando, el chico pelinegro con peinado de niño bueno leyendo libros de economía, te parecía interesante, koko era su nombre, así era como lo llamaba un chico rubio, todo termino cuando dejaste de ir, ya no necesitabas ese lugar por ahora.

Un largo tiempo paso, una salida con tus nuevas amigas al centro comercial, habían insistido tanto en que fueras que tuviste que aceptar.

Su primer parada termino en un restaurante, cuando comían pudiste sentir que alguien te veía, decidiste ignorar eso para seguir comiendo, al siguiente lugar al que fueron fue una tienda de ropa, todas pasaron a probarse algo, incluyendo te, podías escuchar las voces de tus amigas afuera, pero cuando decidiste salir para mostrarles lo que te probaste no estaban, habían preferido seguir mirando la tienda, un poco de incomodidad empezó a tomar control de ti y verte al espejo con ese vestido, sentías que no se te veía bien , talvez tu tipo de cuerpo no ayudaba, ahora te sentías insegura.

– Te queda bien – volteaste a ver al dueño de esa voz, aquel pelinegro, lo reconociste de inmediato.

– A-ah tu creés? – volviste a verte.

– Ese color va bien contigo – y como si fuera por arte de magia tu perspectiva cambio, viste bien,   tenía razón, el color te quedaba y si resaltaba parte de tu cuerpo – Lo compraré por ti, sería bueno que lucieras es vestido.

Rápidamente negaste – No no no, lo compraré yo... Yo lo pagaré – lo viste sonreír un poco.

– Tómalo como un regalo –

– No puedo aceptar un regalo de un desconocido – estabas comenzando a sonrojarte, tan desconocido no era, sabías su nombre.

– Eres la chica de la biblioteca – abriste los ojos como platos – Te recuerdo

– Aún así, no puedo aceptar algo así – tus nervios estaban saliendo a flote.

– Que no puedes aceptar, Tn? – una de tus amigas se acercó sin despegar la mirada del chico a tu lado

– U-un helado – fue lo primero que se te vino a la mente

– Ese vestido – koko respondió con sinceridad a la pregunta de tu amiga

– Yo puedo aceptarlo si ella no quiere – le mostró una sonrisa coqueta, era algo interesada

– No se te vería tan bien como a ella – se giro a mirarte sonriendo – te espero afuera para ir por ese "helado" , Tn – un sonrojo increíble se apoderó de tu rostro, asentiste, seguido entraste para quitarte el vestido y pagarlo.

Saliste sin avisarle a tus compañeras, buscando al chico pelinegro con la mirada, lo ubicas te en una banca cerca de la tienda junto a su amigo rubio, caminaste hacia ellos hasta llegar a su lado.

– Tn el es Inupi, Inupi ella es Tn, la chica de la biblioteca- koko los presento

– Hola, un gusto – estendiendo tu mano hacia el rubio

– Hola – correspondió el saludo.

– Inupi, iremos por un helado, vienes? –

– No, tengo cosas que hacer – le dió una palmada a koko mientras sonreía, estaba algo emocionado, talvez koko ya podía comenzar a avanzar y olvidar su pasado con Akane – nos vemos Tn – vieron como se alejo y se perdió en la multitud.

– Bien... Vamos – te dijo para  comenzar a caminar, llegaron a la heladería, te dijo que esperarás en una banca en lo que él iba por los helados.

Hiciste caso y te sentaste, unos minutos después llego, platicaron un poco sobre sus vidas, aunque evito contarte muchos detalles sobre su pandilla, fue una tarde agradable para ambos, hasta que tuviste que regresar a casa, se ofreció a llevarte, te negaste, pero insistió hasta que aceptaste, esperaban en tren que los llevaría hacia tu hogar, era una hora bastante transitada, todos salían de sus trabajos, estaba algo lleno, empezaste a recibir unos cuantos empujones hasta que sentiste una mano pasar por tu cintura y pegarte a la puerta.

Tu mirada fue directamente a su rostro, te veía con una sonrisa, cubriendo tu cuerpo con el suyo, tu rostro se torno rojo al estar tan cerca, agradeciste en voz baja, recibiendo como respuesta un " no te preocupes" , podías oler su  rico aroma, te perdiste en su esencia que no te diste cuenta que habían llegado, tomo tu mano para bajar juntos.

– Puedes dejarme aquí, mi casa ya está cerca – dijiste preocupada porque el llegará tarde a su casa.

– Está bien, Yo también vivo por aquí – camino un poco – vamos?

– Claro – caminaron hasta llegar a la puerta de tu casa, te sentiste segura durante el camino gracias a su compañía.

– Aquí es, no sé cómo agradecerte por el helado y por acompañarme – estabas algo nerviosa que empezaste a jugar con tus dedos

– Una cita... – alzaste la mirada para encontrar la suya – acepta una cita conmigo.

– Me encantaría – estabas sorprendida por si petición, pero querías conocer un poco más de él.

– Bien, pasaré por ti el sábado, a las 2 –

– Estaré lista –

Los dos sonrieron, se despidieron y entraste a tu casa, alegre por el buen día que tuviste gracias a él.

Todo paso muy rápido, pero de buena forma, él esperaba poder conocerte y avanzar de buena forma con la chica de la biblioteca que se había robado su atención.
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☄️ One shots-Tokyo revengers ☄️(En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora