𝐀𝐜𝐮𝐚𝐫𝐞𝐥𝐚𝐬 𝐃𝐞 𝐀𝐦𝐨𝐫

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El albino se quedó en modo tieso unos momentos, soltando un suspiro pequeño y reaccionando al saludo.

Gold: Un gusto joven Alfred, usted ¿Es un nuevo estudiante?.
Fred: Se podría decir algo así, escuche que usted es el nuevo profesor de literatura, Gadiel ¿Verdad?.
Gold: Si... No seran necesarias las presentaciones, vamos a comenzar las clases.

El pelinegro no dijo nada y se dirigió a su asiento, el albino tomo un plumón comenzando a escribir el tema de la clase que haría.

Gold: Hoy hablaremos sobre la literatura, pero ¿Qué es? ¿Un arte o una ciencia?.
Abby: Un arte.
Gold: Muy bien señorita Abby, pero ¿Por qué?.
Félix: ¡Yo! Se considera un arte porque expone la visión del autor, que es quien emplea la palabra desde una perspectiva estética.
Gold: Oh, si estudian, me sorprende.
Fred: Pues es claro, venimos de familias reconocidas, hemos tenido educación privada. Nosotros no somos iguales a los demás.

El albino miro al pelinegro, acercándose poco a poco a su lugar.

Gold: Private education is not necessary (La educación privada no es necesaria).
Fred: He is going to speak to me in English, interesting (Me va a hablar en inglés, interesante).
Gold: Tu sais français? (¿Sabes francés?).
Fred: Je l'ai appris à 6 ans (Lo aprendí cuando tenía 6 años).
Gold: Igitur tu scis pluribus linguis (Entonces sabes varios idiomas).
Fred: Most, dicit mater mea ut sciam (La mayoría, mi madre dice que debo saber).

Ambos hacían choque de miradas, el pelinegro llevaba una sonrisa ladina en su rostro, cosa que notaba el albino.

Gold: Es impresionante...
Fred: Gracias~.

Canturreó, el albino dió una tos falsa y rompió el choque de miradas.

Gold: Prosigamos con la clase.

Todos notaron la atmósfera entre ambos, lo que les parecía raro e intrigante.

[♠️]

En el receso, el albino regresó a su oficina, cerrando la puerta tras de él y sentandosé en la silla que había, dando un pesado suspiro.

Gold: ¡Mierda!.

Maldijo, sacando otra bocanada de aire, se levantó del asiento en el que estaba y comenzó a caminar en círculos, sus pensamientos estaban confusos y alterados.

Gold: ¡JUSTO AHORA! ¡Justo ahora debía aparecer!.

Dio otro suspiro, ahora sentándose en el mueble que estaba cerca, sobo su sien tratando de calmarse.

Gold: Bien, puedo renunciar, llamaré a Samanta y le diré que nos vamos a otro país, me cambiare de nombre, nos compraremos una casa en el campo y un perro, si, haré eso.

Escuchando su propia idea, sonaba... Estúpido.

Gold: Carajo, no puedo hacer eso, que excusa daría.

No podía mantener la calma.

Gold: Años esperando a que aparezca, apareciendose ahora, aun más, es menor que yo, es mi alumno ¡¿Qué más me puede pasar?!.

Justo en ese momento, la puerta fue tocada, el albino dio una leve tos falsa y sentándose en la silla de su escritorio, dando acceso a que pasara la persona.