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🍃Dinero🍃






Era el tercer día desde la pelea con el estúpido ese. Al final, Taehyung presentó su trabajo, y ganó puntos extra por haber investigado más a fondo. Todo eso, gracias al libro de ángulos fotográficos que no se dejó quitar tan fácil.

Estaba en clases de práctica, pero el maestro le dio el día libre al ver sus brazos adoloridos e incómodos al tener que usar fuerza para sostener la cámara. Tae era el mejor alumno de la clase, y tal vez de toda la facultad, así que una falta justificada por el docente no dañaría su promedio. Recuperaría la nota en otra oportunidad.

— Hola, ¿Qué te puedo ofrecer? — Preguntó la chica de la farmacia frente a un computador.

— Analgésicos.

— Claro. ¿En líquido o...?

— No me gustan las pastillas — la chica asintió, sabiendo lo que iba a buscar —. Tampoco los jarabes.

La joven volvió con Taehyung, confundida intentado descifrar que necesitaba el menor.

>> ¿Tienen pomadas?

La pelinegra comprendió y le sonrió — Sí, ¿Cuántos te doy?

Taehyung compró tres pomadas luego de haber tenido que explicarle a la trabajadora el porqué quería analgésicos fuertes.

La joven terminó accediendo, y le dio a llevar otras pastillas y jarabes para los moretones y golpes en específico. Al menor no le importó, ya que básicamente le obligaron a llevárselo, y pagar por todo. El dinero no era problema por ahora. Pero tampoco podía darse lujos.

Al llegar a casa, saludó a Yeontan y se adentro a su habitación a ponerse algo mas cómodo. Se decidió por un enterizo de dinosaurio con su capucha. Su estomago rugía, y había recordado no haber comprado comida.

Refunfuñando, y con pereza de volver a cambiarse, fue al supermercado con el tierno atuendo. Se puso gafas negras y una mascarilla amarilla, al igual que las escamas de su traje, subió la capucha por completo, logrando llamar mas la atención.

No estaba de humor para escuchar los comentarios de las personas. Como siempre, algunas criticaban, y otras le decían cumplidos. Huyendo a cada momento de las cámaras de celulares, logró poner todo lo necesario en el carrito.

La fila era larga, y maldijo eso. No pudo evitar una que otra foto, pero no se veía nada que lo delatase, desde las pantuflas, hasta los guantes.

Treinta mugrosos minutos después, ya estaba desempacando frente a la cajera. Algunas cosas eran carne y vegetales, pero la mayoría eran dulces y grasas especialmente para sus noches de insomnio.

— Yap. Son 760.537 wons. — Indico la señora.

Taehyung, creyendo que era uno de los peores robos, examinó todos los productos.

— Pero todo cuesta menos de cien wons, ¿Cómo puede ser tanto? No le estoy comprando la tienda.

La mayor rió — Sí. Pero la carne de esa calidad es un poco más cara que la normal. Además, entrar con gafas esta prohibido, ¿Quiere asaltarnos?

Taehyung no podía creer lo que escuchaba, pero todas las personas tenían sus miradas sobre él, no podía montar un espectáculo después del atuendo de payaso.

— Bien — terminó aceptando —. Todos son unos ladrones. — Susurró inconforme.

Sus manos revisaron sus bolsillos, y entro en pánico al recordar que su billetera había quedado sobre el comedor de la cocina.

— Ehm, ¿Puedo llevarme esto? Y, volveré para pagarle... Olvide el dinero en-

— ¡¿Crees que soy estúpida?! — La mayor se protegió algo... exagerada — ¡¿Quieres que me despidan?!

Y eso desencadeno una pelea, Tae intentaba mantener la calma, pero la mayor solo atacaba cada vez más profundo. El escandalo llamó la atención de los guardias del lugar, quienes se acercaron.

Tomaron al dinosaurio de los brazos, forzándolo a arrodillarse para buscar entre su ropa.

— Wow, wow, wow — intervino un chico con voz suave —. Es mi hermano, ¿Qué le hacen? — Se agachó un poco para llegar a su altura — Hermanito, te dije que me esperes, demoré porque olvidé el dinero.

— ¿Se conocen? — Pregunto uno de los guardias.

— Ay... Sí... — Se cruzó de brazos — Es muy terco, pero ya que, uno no escoge a la familia, ¿Verdad? Me disculpo, tenga. — Le entrego su tarjeta de crédito a la cajera, quien gustosa la aceptó.

El "malentendido" se arregló con la ayuda del chico infiltrado, Tae solo agradeció, no dijo nada por miedo de dañar la actuación.

— Te pagaré. Lo prometo. Ten — le dio un papel —, es mi número.

— No hace falta — sonrió —. Si quieres pagarme, con tu amistad basta.

— ¿A-mistad?

El hacer amigos no era su costumbre, así que no dejó que pase. Le tomó un tiempo, pero logró convencerle de tener un trato inquebrantable, creado, por el menor de cabellera castaña.














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La Verdad No Contada || Taehyung X JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora