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🍃Tu actitud, justifica la mía 🍃






— ¡Tienes que hacerlo! — Animaba Jimin, dándole fuerzas al contrario — ¡Métela! ¡Vamos!

Jungkook se sentía muy nervioso, era la primera vez que hacía esto, y al haber llegado tan lejos, seguía dudando si era lo correcto.

Miró al cachetón a los ojos — No puedo... — Susurró jadeante — Esto es muy pequeño, no creo que entre.

Jimin lo sostuvo de los hombros, llamándole la atención — Tienes que hacerlo. Has estado preparándote para esto mucho tiempo. ¿Qué con los videos y libros que has estado leyendo para tener un poco de experiencia? ¿Vas a dejar que todo ese tiempo haya sido gastado en vano?

Jungkook bajó la cabeza — Quiero metérsela, pero estoy muy nervioso.

— Por eso estoy ayudándote a practicar — la paciencia de Jimin se agotó, ya habían pasado más de treinta minutos y aún seguían en el mismo nivel —... ¡MÉTELA YA! ¡CARAJO, NO ES TAN DIFÍCIL! — El pelinegro intentó decir algo, y el cachetón ya se veía venir una excusa — ¡No, Jeon, no! ¡Esa cosa puede ser grande y el hueco este muy pequeño, pero así son todos! ¡Así que porfavor, ya, solo empuja hasta que entre! — Sollozó debido a la desesperación.

El más alto suspiró rendido, tomó ese trozo de papel doblado varias veces y como había dicho Jimin, lo empujó a través de las rejillas del casillero del más bajo.

— Ya... Está hecho. — Informó como si su alma estuviera despidiéndose.

— ¡Listo! — Aplaudió el rubio y sonrió — ¿Vamos a comer?

El tatuado le vió confundido — ¿No vas a sacar mí carta? Quiero entregársela a Taehyung.

Jimin giró sobre sus pies con una sonrisa culpona — Sabía que íbamos a demorar — alzó sus manos a la altura de su pecho y empezó a unir y separar sus índices, fingiendo estar nervioso —. Ese no es mí casillero, es el de Tae — ahora sí, el alma de Jungkook se había ido, y el contrario lo notó —. ¡Perdón, pero míralo del lado positivo! ¡Ahorré tiempo y angustia!

Jeon negó lentamente con su cabeza, y en un click entró en pánico. Comenzó a intentar sacudir los casilleros adheridos a la pared, intentaba filtrar sus dedos por las rendijas, colocaba números al azar intentando desifrar el código del candado, pero todo fue inútil. Jeon terminó golpeando su frente contra el frío metal, como si fuese un muerto viviente.

Mientras tanto, Jimin revisaba su celular, y sonrió al ver quién repentinamente le llamaba, se apuró a contestar.

— Hola~ — soltó juguetón —... ¿En serio? Aww, Eres una masita, gracias por preocuparte por mí — rió —... Ah, estoy con un amigo que se pasa de idiotez, pero nada serio... Ajá... ¿Y cómo te fue con el regalo? ¿Le gustó lo que le compraste?... ¡¿Aún no se lo das?! Gatito, a este paso no solo tendré un idiota como amigo, sinó dos... Deberías dárselo lo más pronto posible, estoy muy seguro que te perdonará... Oki~ adiós, cuídate.

Al colgar, se encontró con una mirada nada sorprendida de parte del pelinegro. >> ¿Qué?

— Nada. — Continuó con el "arrepentimiento" y esta vez solo dejó descansar su frente en el casillero ajeno. Suspiró.

— ¿Qué hacen aquí? — Inquirumio sin ninguna gracia el castaño y al ver a Jungkook se alteró — ¡¿Qué demonios haces?! ¡¿Por qué están husmeando en mís cosas?!

Jimin se adelantó a explicar — No, no queremos robarte. Sucede que a mí amigo — le señaló, y era obvio que el menor de todos ya lo había reconocido —, se le calló una carta entre tus cosas. ¡En fin! Ya está en su destino. Nos vemos.

Comenzaron a alejarse muy lentamente, Jimin murmurando y Jungkook avergonzado. ¿No podían irse más rápido? Taeyung los miró extraño, pero lo dejó pasar. Abrió su casillero con su código, que era su fecha de nacimiento, y efectivamente ahí estaba un papel perfectamente doblado sobre su libro de teoría.

La abrió y leyó, lo más rápido que pudo y con atención, el par de amigos notó las expresiones faciales de Taehyung, y aceleraron el paso.

— ¡Jeon-nim! — Les detuvo a ambos, y se acercó rápido hasta quedar frente al pelinegro, quién con miedo hizo contacto visual. Sus orbes temblaron y sus latidos aceleraron al castaño parase de puntillas y plantar un beso en su mejilla — Gracias, pero no. No me gustan las relaciones.

Taehyung había notado todo el esfuerzo en la caligrafía, ortografía, elección de palabras y presentación. Le gustaban los detalles, pero no podía permitirse dejarse llevar. Aún no.

Jungkook le sonrió con un rubor en sus pómulos, se inclinó un poco de dejó un gasto beso en los cabellos del castaño, a quien no le importó, sabía que Jeon no era una mala persona.

— Está bien, entiendo — acarició su mejilla y dejó que a gravedad baje su mano, tambaleando —. Me gustas.

El castaño apretó sus labios y asintió — Lo sé. — Y por instinto, le abrazó por la cintura. No sabía con exactitud que era lo que sucedía con él, pero no le desagradaba, era cálido, y se sentía importante.

El tatuado le respondió abrazándolo por los hombros, dejando otro beso en el mismo lugar que el anterior, y aspirando el aroma de esos mechones con puntas decoloradas tenuemente. Olía a fresas.

Jimin entendió que solo estorbaba, palmeó el hombro del más alto y con una sonrisa de "sabía que podías" se retiró dejándolos disfrutar de ese momento. Todos se habían retirado de la facultad, así que solo eran Jungkook y Taehyung, solos.





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La Verdad No Contada || Taehyung X JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora