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🍃Moretones... Solo son una marca y dolor🍃



Por accidente, Jungkook dejó que su cachorra sea libre, y lo siguiente que hizo luego de haberle soltado la correa y acariciarla, fue correr detrás de ella.

— ¡Cookie! — Gritó el pelinegro aterrado al ver a la peluda correr por debajo de un carro en movimiento.

— ¡Cuida mejor a tu perro!

— ¡Lo siento!

Jungkook no sabía que era lo que la can buscaba, pero al entrar entre unas calles, reconocía el camino, e imaginaba en donde podría estar.

Se apresuró y la encontró. Jugando con un cachorro negro, del mismo tamaño, sacando el hoscico entre los barrotes de la fachada de la casa.

Miró su reloj — Ya debería estar regresando — concluyó—. Cookie vámonos, ¿Quieres que echen a papá otra vez?

La cachorra ladró, como si dijera que no iba a mover de ahí, que había extrañado a su amigo.

Jungkook con la consciencia pesada, no se opuso, no le vendría mal ver al castaño, si veía con sus propios ojos que estaba mejorando, seguramente sus malas noches se irían.

Tres horas después. Jungkook abrió sus ojos con pesadez, se había quedado dormido.

— ¡Ey! ¿Ya despertaste?

Esa voz hizo que sus latidos aumenten y el sueño que quedaba, se esfumara. Se levantó y miró al menor de pies a cabeza.

>> Vete.

— ¿Estabas esperando que despierte?

— Tch. Tengo mejores cosas que hacer. — Dijo triste.

A Taehyung no le había ido bien en el trabajo. Primero, tuvo que tener mucho cuidado con el maquillaje en su cuerpo escondiendo los golpes. Segundo, sus heridas seguían presentes, y algunos pedidos en el local eran realmente grandes. Y tercero, sus brazos eran sensibles, y por error, se le cayeron algunos platos al alguien empujarle por accidente.

Justo antes de entrar, Jungkook le tomó del brazo y Tae reaccionó con una expresión de dolor.

— Aún no estás sanado.

— ¿Y te importa? — Siempre usaba esa pregunta, ya que las personas se quedaban como estatuas y lo dejaban en paz.

— Sí, me importa. — Abrió más la puerta para permitirse paso a la casa del castaño.

Taehyung quedó anonadado, eso no era lo que debía pasar. Entró tras el mayor, ¿Quien sabe cuál eran sus intenciones?

— No hay nadie, ¿Vives solo?

— Lárgate.

— Solo quiero ser tu amigo, ¿Eso es malo?

— No te necesito, puedo cuídarme solo. Vete.

Se acercó al menor, y pasó sus manos desde sus hombros hasta las puntas de sus dedos. Taehyung, odiando eso, estaba listo para atacar al mayor, pero se desvió con sus palabras.

— Tus golpes no mejoran...

— Ya casi no tengo. Uso buzo, no puedes verlos.

— No necesito verlos, estoy estudiando medicina tradicional coreana, sé de lo que hablo. Sácate esto. — Bajó la ramera del buzo por completo.

— ¡OYE! ¡¿Qué eres, violador?!

— Quiero sanarte.

— ¡Se sana solo!

— No siempre.

Taehyung se cruzó de brazos, indispuesto a mostrarle su desnudo torso a un extraño que vería a diario en la universidad. No le gustó nada la situación.

— Intentemoslo, si funciona, podré estar más tranquilo.

— ¿Y si no?

Jungkook analizó al chico — Entonces, haré lo que quieras. Si quieres que me vaya, me iré, si quieres que me quede, lo haré, si quieres que desaparezca — tragó grueso —, desapareceré.

Tae, aún no muy convencido, se quitó la ramera y la mascarilla.

— Tus pantalones, ví como caminabas chueco.

— Violas mis derechos.

Jungkook rió — No. Me tienes en tus manos.

Taehyung se ruborizó y se quitó el jean rápido antes de cambiar de opinión. Su cuerpo era delgado, su piel lisa y ligeramente bronceada, sus músculos un poco trabajados, y su rostro toda una rosa de rubor.

De repente, recordó algo; no vivía solo.

Sin otras alternativas, jaló a Jungkook de la mano hasta su cuarto.

— ¿Aquí duermes? Es muy bonito.

— Sí, sí, no te acostumbres, es la primera y última vez que estás aquí.

Jeon asintió sin problema. Al sus manos recorrer cada rincón de su cuerpo, lo presionaba en los nervios, peñiscaba y colocaba ungüento. Para Tae, era vergonzoso, era la primera persona por la que se dejaba manosear, y aunque sabiese que era por salud, no podía evitar recordar en las escenas de las películas para adultos que sus compañeros de cuarto veían.

— Listo, ¿Te sientes mejor?

— S-Sí. Gra-cias.

— No hay de qué. Bueno, será mejor que me vaya.

— Mhg, sí, hasta — y salió corriendo con su cachorra en brazos dejando a Tae con las palabras en la boca —... mañana...

Jungkook no podía regular su respiración, ¿Era normal? Bajo a Cookie al suelo y luego observó su cuerpo.

Rió por lo bajo, era tarde y todos deberían estar durmiendo.

— ¡Mí primera erección! — Susurró con euforia.

Estaba tan contento de por fin haberlo logrado. Todos sus compañeros y amigos decían que era lo mejor cuando el responsable debía arreglar ese problema en su entrepierna. Y el éxtasis era increíble.

Solo había un inconveniente... El responsable era; Taehyung. No había pareja para Jeon, si le contaba seguramente quedaba estéril.














β °•° ‣ AFreeSoul

La Verdad No Contada || Taehyung X JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora