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🍃Nuevamente, ebrio🍃




Las copas nuevamente se excedieron con Jungkook. Tambaleando, salió de su casa, caminó unas cuadras, y llegó al lugar donde su inconsciente quería estar.

La música a alto volumen, muchas personas arrojando dinero a un escenario atravesado por un tubo metálico, y los meseros más sexys que nunca.

Muchas mujeres se le acercaron, y así como llegaron, se fueron insatisfechas al ser rechazadas con una mirada de inconformidad de parte del pelinegro.

Esa noche, se celebraba el aniversario del restaurante, así que todos los invitados usaban antifaces para la protección de sus reputaciones, y los empleados usando sus uniformes de siempre, pero con un toque más provocativo.

— Oye~. Muy guapo para estar solo — una mujer le susurró al oído, mientras atrevidamente pasaba sus manos al rededor de su cadera —. ¿No quieres acompañarme? — Preguntó coqueta, regalándole una lamida en la mejilla.

Jungkook volteó y la examinó de abajo hacia arriba. Tacos altos, piel blanquecina, un cuerpo perfectamente proporcionado, curvas no tan sutiles, labios pintados de rojo, y cabello suelto.

Jeon sonrió ladino — Me gusta tu escote — mencionó haciendo que la adulta se esforzace en verse más sexy —. Pero... No me llaman la atención los pechos planos. — Dijo y se retiró.

Un sirviente pelirrosa notó la presencia del estudiante, ya que llamaba mucho la atención el atractivo de su físico, y más sus pantalones de cuerina que hacían relucir ese paquete entre sus piernas. Sonrió de lado, y al contrario verle, se le acercó.

— ¿Lo disfrutas, no? — Le preguntó pícaro.

Taehyung bajó la cabeza, mirando su vestuario — Me apreta mucho la entrepierna, pero es mejor que el atuendo de mucama.

— Ya lo creo, cada que pasas al lado de los invitados, buscan una erección.

— Bastardos — dijo con repulsión —, ¿Qué hora es?

Jin miró su reloj de mano — Cerca de las doce, ¿Ya mismo comienza tu espectáculo? — Alzó una ceja, logrando molestar al menor.

— Ay, cállate. Aún no puedo creer que tenga que subir y bailar en ropa interior.

— Lo bueno es que tienes un cuerpo lindo. Eres la razón por la que la ventas suben.

— Debería pedir un aumento.

Jin rió, alertando a unas cuantas personas cerca. Al rato, las luces comenzaban a tomar un tono rojizo. Era la señal que el jefe le había indicado al llegar, debería ir al vestuario.

Volvió con Jin con una expresión preocupada. Algo que el mayor ya sabía cómo manejar.

— Ni una palabra — dijo y Tae unió sus labios de nuevo —. Estuviste preparándote para esto desde el mes pasado, no hagas que todo el tiempo haya sido en vano — alzó su mano hecha puño — ¡Fighting! — Le motivó.

Taehyung sonrió y asintió. Jin tenía razón, se había esforzado mucho.

Corrió por detrás del telón del escenario, se vistió lo más rápido que pudo, y se paró sobre un círculo en el piso.

Mientras por micrófono daban el anuncio al show, Taehyung intentaba regular su respiración y sacudía sus manos para deshacerse del sudor.

Sintió perder el equilibrio al la planta subir con él, haciéndolo aparecer en medio escenario. Usaba una máscara como siempre, nadie lo reconocería, y tampoco estaban permitidos entrar menores de veintiséis.

La música comenzó a sonar y Taehyung cayó al suelo, gateó hasta la barra metálica y con sus manos se ayudó a subir haciendo olas con su cuerpo. Las orejitas de gato, el bóxer negro de cuero y la cola felina, hacían homo a los heteros.

— Otra, por favor — pidió Jungkook al mesero.

El chico acató la órden y fue por más cerveza.

El bullicio de la gente atrajo a Jungkook. Olvidando su próximo trago alcohólico, se levantó del sofá y atravesó las personas hasta llegar al frente. Había un pasillo, se adentró en busca de un baño.

Al salir, un poco más consciente, sabía que estaba perdido.

— ¡Oh! ¡Ahí estás! — Exclamó una chica vestida casual — ¿Qué haces aquí? ¡Deberías-! — Negó, estaba alterada — No importa, no hay tiempo.

Desabrochó su camisa hasta retirarla, le quitó el cinturón y le colocó otro, despeinó su cabeza y le puso una diadema.

— ¡Quítate los zapatos!

Jungkook no sabía que pasaba, así que solo colaboró. La chica estaba inquieta, lo examinó rápidamente, lo volteó y empujó hacia un círculo en el suelo.

— ¡Póntelo! — Le entregó una máscara. Y así como Tae subió al escenario, Jungkook igual, miró a la chica aterrado y ésta le dio un pulgar arriba — ¡Suerte!

El pelinegro no sabía cómo reaccionar, estaba medio desnudo, con unos accesorios de lencería, pero al menos llevaba una máscara.

La gente comenzó a gritar y arrojar dinero al ver a Taehyung ir hasta el mayor y restregar su trasero en la entrepierna del contrario. Tomó sus manos y las llevó hasta su caderas, bajando y obligando a seguirle el paso al desconocido.

Jungkook se dejó llevar por el chico coqueto y aún con ropa desde su cintura para abajo, lo embestía con deseo mientras dejaba marcas en su cuello. Taehyung no se quejó, pensó que eso era lo programado en el show, y talves cambiaron un poco la escena, ya que la que él había ensayado era diferente.

Todo sea por el dinero.

Al terminar la celebración, Taehyung fue el primero en retirarse, tenía proyectos atrasados, y la vergüenza no ayudaba a quedarse a ayudar a Jin con la limpieza.















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La Verdad No Contada || Taehyung X JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora