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🍃Haz el bien, sin mirar a quien🍃






Los rayos del sol se reflejaban en la cabellera negra, siendo intensos y provocando una molestia en su rostro.

Suspiró aliviado al entrar al centro comercial, degustando del fresco ambiente que ocasionaba el aire acondicionado del lugar.

"Te odio Min Yoongi" - Esas palabras daban vueltas en su cabeza desde que las escuchó.

Se preguntó qué podía hacer al respecto, aunque una parte de él quería escuchar las disculpas por parte del castaño, su consciencia le hacía sentir que lo correcto era aceptar su error y remediarlo.

Muchos locales estaban abiertos, pero ninguno le llamó la atención suficiente como para detenerse y considerar comprar algo en disculpa. Se detuvo a ver una percha llena de accesorios para camarógrafos.

A unos pocos metros, un chico con el cabello alborotado, bien vestido, y una gorra color beige, notó la indecisión del de ojos gatunos en varias ocasiones.

— ¡Hola! — Se le acercó con una radiante sonrisa y dedicó una mirada a los artefactos — ¿Te gusta la fotografía?

El pelinegro le miró — No es para mí.

Le regresó la mirada y formó una "O" con sus labios — ¿Es un regalo? ¿Alguien cumple años?

Min negó con movimientos de cabeza. Ignoró al joven simpático y se adentró a la tienda. El de mejillas regordetas le siguió por su cuenta.

— Buenos días, ¿En qué le podemos ayudar? — Se ofreció el empleado, más por entablar una relación con las personas, que ser una obligación del trabajo.

— Una lente de aumento — titubeó —, no sé, algo parecido a eso.

El chico rubio asintió y le guió a la sección de lentes, le habló de calidad, de los más usados actualmente, de su origen, las ventajas y desventajas de cada tipo y marca. Al ver al pálido confundido y a su supuesto amigo aguanta la risa al ver su expresión, decidió dejarlo solo para tomar una decisión — Cualquier cosa en que le pueda ser útil, me llama. — Y se retiró.

Min miró al cachetón y chistó — Se te subió la sangre a la cabeza.

El tono usado para esas palabras ayudó a desvanecer la risa del contrario. El cual simuló observar los lentes en el mostrador, evitando hacer contacto con la mirada del pálido.

— Me gusta este — Indicó, un lente de tamaño mediano, con metal negro y filos plateados —. Es de tamaño general.

El pelinegro se acercó para identificar el seleccionado — Sí. Seguro le gustará.

— ¿Esto quieres regalarle? — Le Indagó, girando su cabeza para mirarle — ¿Cómo sabes que no tiene uno?

Y ahí, Min Yoongi dudo de sí mismo. No sabía si tenía o no accesorios para este tipo de cosas, solo imaginaba que le gustaría ya que esa es su carrera universitaria y pasatiempo.

>> ¿Es sorpresa? Podrías preguntarle si tiene uno o que le gustaría que le regalaras.

Yoongi negó, pensativo. Y como acto de buena suerte se le ocurrió algo que solo a tipos como él se le facilitaba hacer.

— Me acompañarás. — Le dijo Min, tomó de su muñeca y se dirigieron hacia el rubio que estaba organizando soportes para cámara.

Le explicó su plan al empleado, quién gustoso les ayudó dando toda su experiencia en el negocio donde trabajaba, al finalizar el recorrido, al de ojos gatunos le tocó pagar la cuenta final, quién sin ninguna molestia o queja, sacó su tarjeta de crédito y se la extendió al cajero.

Con varias fundas en sus manos, salió de la tienda con una tenue sonrisa, dirigida a su compañero de compras quien llevaba otro par de fundas en sus manos, y respondió al pálido con una risa divertida.

— ¿Vamos a entregar esto ahora? — Cuestionó contento, le agradó mucho el pálido.

Yoongi no dijo nada, le empujó del brazo indicándole que le siga el paso. Salieron de la comodidad y el sol volvió a atacar, caminaron rápido cruzando la calle asustados al escuchar un carro pitar al casi tocarles, y es que el sol le impidió a ambos jóvenes mirar hacia los lados.

Llegaron al auto estacionado a unos metros de la entrada, abrió la maletera y colocó ahí todas las compras que él y el desconocido que se ofreció, llevaban. Antes de cerrar la cajuela con fuerza, agarró una gorra negra que se encontraba en una esquina, era suya así que se la puso.

Se dirigió al de grandes mejillas y cuerpo esculpido — Gracias, eh... — Le extendió la mano, esperando que le ayude con la presentación.

— Jimin — estrechó sus manos y sonrió al sentirlas cálidas —, Park Jimin.

El pelinegro asintió — Gracias, Jimin — completó —. Min Yoongi — se presentó y a la ve se despidió con la mano, dirigiéndose al asiento del chófer, antes de entrar dijo —. Espero que nos volvamos a encontrar.

Jimin le dió un pulgar arriba, de acuerdo con sus palabras — Espero poder ayudarte en las próximas compras.

Ambos rieron y cada uno se fue por su lado. Jimin volvió a entrar al centro comercial, y Yoongi arrancó saliendo del lugar. Mirando de vez en cuando las fundas que se lograban reflejar por el retrovisor.

Sonrió en grande — Le va a encantar. — Concluyó.





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La Verdad No Contada || Taehyung X JungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora