La Verdad No Contada || Taehyung X Jungkook

°•°21°•°

🍃¿En qué inviertes tus latidos?🍃

Cómo en días anteriores, Jungkook esperaba ansioso a Taehyung, apoyado en el marco de la puerta de su curso, esperando a que su clase se de por finalizada.

Muchas chicas presentes, le prestaban más atención al pelinegro que al docente, y a veces alzaban la mano pidiendo la palabra para solo lanzarle cumplidos y piropos al tatuado infiltrado, para luego avergonzarse y taparse con sus cuadernos, o recostar su cabeza en el pupitre. Chillando de emoción.

El profesor vió que no podía seguir con la clase siendo interrumpida, dejó los marcadores de pizarra en su escritorio, y se paró en dirección al pelinegro. Este se reincorporó parándose derecho, cruzando sus dedos detrás de su espalda.

— ¿Busca a alguien? Porque necesito proseguir con la clase. — Preguntó el maestro posicionando una mano en su cadera.

Jeon pasó su mirada por todo el salón, desde el último alumno en la esquina junto a la ventana, hasta el profesor.

— Kim — terminó diciendo, provocando que un par de chicas con el mismo apellido le miraron y se sonrojaron con falsas esperanzas —. Kim Taehyung — aclaró.

El docente hizo un movimiento con su mano, dándole su permiso al castaño para poder salir. Solo quería darle fin la clase.

Taehyung caminó entre sus compañeros con miedo, pero no bajó la cabeza, no lo haría ante ellos. Jungkook le sonrió y alzó su mano para saludarle, el castaño le miró de reojo, y al mismo tiempo que pasaba por su lado, lo tomó del cuello de su chaqueta de universidad y lo arrastró con él.

Ya un poco lejos de los salones de clase, lo soltó con rudeza y le empujó débilmente del hombro.

— ¿Qué te pasa? — Apretó su mandíbula y comenzó a observar los alrededores — Nadie — Suspiró aliviado, se relajó y elevó un poco la mirada conectando con la del mayor —... ¿Por qué viniste a verme?

— Solo quería estar contigo más tiempo — dijo de inmediato —, te compré algo.

Tae le miró de pies a cabeza — No debiste — actuó indiferente —, no te pedí que me compres nada. Ahora vete, tengo que regresar a clases.

Empezando a caminar hacia su salón, Jungkook lo detuvo por la muñeca, Taehyung suspiró, rezándole a la deidad un poco más de paciencia.

— Por favor, TaeTae. Esto es importante para mí. ¿Cuándo podré ir a verte a tus clases y esperar como una pareja normal?

El castaño se exaltó con esas palabras, y volteó ruborizado — No somos nada. Tampoco estamos cerca de ser algo.

Jungkook rió leve — Hablaba de una pareja de amigos. Quiero gritarle al instituto entero, que logré acercarme a Kim Taehyung — llevó su otra mano a su bolsillo, sacando una caja pequeña blanca y le entregó a su dueño —. Abrela.

El de ojos avellana miró la caja con deseo, luego desvió sus orbes a otros puntos, mordió su labio y los relamio — ¡Bien! — tomó la caja entre sus dedos y levantó la tapa.

Se sorprendió al ver un aro dentro de color plateado. Lo sacó y acercó para poder observarlo mejor. Era realmente bonito, y tenía un delicado adorno tallado en el metal, un dragón que recorría todo el anillo.

Jungkook sonrió sintiendo sus latidos acelerar, tomó el anillo de sus dedos, pidió la mano de Taehyung quien solo se la dió, y deslizó el aro por todo su dedo anular. Lo observó un momento al igual que el castaño, y sonrió más ampliamente enternecido.

— Me encanta... — Susurró Taehyung ipnotizado por la joya. Se sonrojó y quitó su mano de la de Jeon, dejándola en el aire mientras escondía la suya — No está mal.

El pelinegro rió una vez más del divertido comportamiento del menor — Lo sé. Me recordó a ti — acarició sus mejillas —. Nunca te lo quites.

— ¿Por qué? No es un anillo de compromiso, es un regalo. Ahora lo que le pase, depende de mí.

El tatuado guardó ambas manos en los bolsillos de su chaqueta — ¿Puedo volver a esperarte mañana?

Vió el anillo en su mano y luego a él — No. Espérame es lo casilleros, al igual que ayer y la semana pasada.

Jungkook entristeció pero ya había estado avanzando, no retrasaría todo por sus caprichos — Okey, entonces ahí te espero.

— Sí.

Los sentimientos del mayor pedían más, aunque no podría probar lo que él quería, podía usar todo lo que ya estaba permitido. Se acercó aún más al menor y lo atrapó en un abrazo, Taehyung iba a hacer lo mismo, hasta que vió como al final del pasillo de la biblioteca dos chicas murmuraban mientras los miraban.

Los latidos de Tae se aceleraron y empujó al mayor alejándolo, retrocedió tres pasos, mirándolo con temor.

— Tae, ¿Estás bien? Yo-

— ¡No te acerques! — Calló al piso de rodillas — ¡Vete, lárgate!

Jungkook con un ardor en su naríz quería ir y abrazar al castaño, cualquier problema que haya estado pasando, deseaba ayudarlo — Taehyung, no hagas esto. Me esforzaré más, lo prometo — se agachó hasta su altura —. Taehyung, me gus-

— ¡Lárgate, lárgate, lárgate! — Había entrado en presión, no podían susurrar sobre Jungkook sobre por estar a su lado, no era nada agradable. Se levantó, decidido a reaccionar — Vete, no te me acerques. El anillo, llévatelo — se lo sacó y arrojó con enojo a un lugar aleatorio. — ¡VETE! — Volvió a gritar con desespero.

Jungkook sirvió su nariz y asintió impotente — Está bien, me voy. Pero no olvides, que siempre invertiré mis sentimientos en ti. — Advertido eso, dió media vuelta, se exaltó al ver como un par de estudiantes habían sido testigos, las rodeó, y desapareció.

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