ROMMATE ( COMPAÑERA DE CUARTO) |Fercha y Mariana G!P[...

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Recogió sus piernas para sentarse sobre sus talones y, posteriormente, apoyarse sobre manos y rodillas para acercarse a mi.

Se acomodó para volver sentarse sobre sus talones en el lugar donde se había adelantado para atrapar mis labios con los suyos ferozmente.

Pasó una de sus piernas por encima de mis muslos para colocarse en mi regazo y profundizar el beso. Tomé su cintura.

Como era de esperarse, comenzó el lento vaivén con sus caderas mientras lamía mi labio inferior para que le de acceso completo, lo cual le concedí.

Mariana se frotó con mayor fuerza contra mi mientras tenía el control total del beso, recorriendo toda mi boca con su lengua. La intensidad de sus acciones solo hizo que el cosquilleo en mi pene se hiciera presente y pudiera despertar.

Siguió con aquella intensidad unos segundos más hasta que sentí como mi miembro era jodidamente sofocado por mi pantalón.

Se separó de mi con una sonrisa, mejillas rojas y respiración algo acelerada. A decir verdad, me estaba asustando lo que quisiera hacer.

Se bajó de mi regazo para abrir mis piernas y arrodillarse entre estas. Desabrochó mi pantalón y bajó el cierre para luego mover mi bóxer y dejar mi erecto miembro al aire.

Sonrió antes de tomarlo con su mano y dejar una larga lamida de abajo hacia arriba, haciéndome estremecer.

Antes de hacer cualquier otra cosa con mi miembro, empezó a mover su mano de arriba abajo, ejerciendo presión y sacándome varios gemidos bajos. La sensación de su cálida mano reteniendo mi miembro, era verdaderamente satisfactoria.

Su húmeda lengua pasó por el lateral para luego chupar la punta. Eché mi cabeza hacia atrás, recostandome en el espaldar del mueble mientras gemía.

El movimiento de su mano se detuvo en la base para luego sentir como su cavidad bucal atrapaba la mitad de mi miembro. Solté un fuerte gemido ante esto, se sentía jodidamente bien.

Poco a poco, sentí como entraba todo dentro de su boca. Poco tardó en empezar a mover su cabeza de arriba a abajo.

— Um... Mariana... — Gemí aún mirando al techo. Estoy segura de que si la miro, no aguantaría mucho.

Ella siguió con el lento movimiento de su cabeza, asegurándose de que pueda sentir toda su boca. Joder, es demasiado.

Poco a poco, fue aumentando la velocidad. Mi mano, inconscientemente, se enredó en su cabello, indicándole que siga, lo cual hizo.

De un momento a otro, empezó a masturbarme al ritmo de su cabeza con la mano que sostenía mi miembro. Mis gemidos se hicieron más audibles mientras sentía que pronto llegaría al orgasmo.

— Ah... Ma-Mariana, joder... — ella siguió, ejerciendo presión con su mano mientras su boca seguía abrazando mi miembro —. Mariana ¡Ah! Me ven-go... — Logré avisar cuando sentí esa característica presión en mi abdomen bajo.

Para mi desgracia, Mariana se detuvo. Sacó mi miembro de su boca y cesó cualquier movimiento, levantándose. Fruncí el ceño. Mi entrepierna dolía, mucho.

Mariana soltó una risita — La venganza es dulce, ¿No? — soltó burlonamente.

— Ma-Mariana — logré decir con molestia, mi respiración seguía acelerada. Hice una mueca cuando una punzada de dolor recorrió mi entrepierna —, joder, conmigo es peor.

Ella alzó una ceja — ¿Ah, si? Eso no quita que estuve igual por tu jodida culpa, Fercha — escupió —. Discúlpate y tal vez te ayude de una mejor manera.