𝖳𝖺𝗅 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖼𝗎𝖺𝗅. ⌁𝖳𝗌𝗎𝗄𝗂𝗌𝗁𝗂𝗆𝖺 𝗑 𝖳/𝖭⌁

9

POV Tsukishima:

-Vamoooos, tsukishima-kun, por favor~

Estoy arto de que la misma chica de siempre me siga insistiendo en lo mismo todos los días, ¿Que no entiende que ella no me interesa?

-Porfa Tsukki~

-Perdón, pero mi novia ya llego por mi.—Pesqué mis cosas y me dirigí hacia la puerta donde T/N me miraba con burla.

Se que me arrepentiré más tarde de esto, pero es la única forma que se me ocurrió para que de una vez por todas me dejara en paz.

-Vaya, no sabía que estaba en una relación. ¿Sabes que primero tienes que preguntar? Se que estoy entera rica, pero no es para llegar a tales extremos de que digas que soy tu novia.—Dijo mientras caminábamos hacia el gimnasio. Sabía que me iba a arrepentir.

-Cállate, solo quería que me dejara en paz.

-¿Quien?

-Una compañera.

-Uhhh, no pensé que tuvieras pretendientes. ¿Como se llama?

-Midori, Midori Hanayaka.—De repente sentí como T/N se tenso.—¿Pasó algo?

-¿Ah? Ah, no. Apresuremonos o llegaremos tarde.

-Pero si aún faltan 7 minutos.

-Mejor, así llegamos antes.

#

T/N ha estado rara desde que le nombre a Midori. Incluso se fue antes de que terminara el entrenamiento, con la excusa de que se sentía mal.

El entrenamiento termino un poco antes debido a que empezó a llover, así que ahora me encontraba caminando a mi casa. Que bueno que llevaba paraguas.

A pesar de todo, no puedo dejar de pensar en la actitud de T/N y eso me molestaba. Digo, ¿a mi que me importa lo que haya pasado? No es de mi incumbencia después de todo.

Hablando de la reina de roma, allí se encontraba, afuera de su casa. Estaba mirando a la nada, sentada con sus rodillas flexionadas y brazos cruzados mientras apoyaba se cara en estos. Lo peor, es que estaba mojada entera, ¿Acaso no se preocupa por su salud?

No podía ignorar esto, quería, pero no podía. Así que fui a donde ella y la cubrí con mi paraguas. Ella me miraba sorprendida...que molestia...

-¿Eres tonta o que? ¿Por que no entras? ¿Acaso no te preocupas por tu salud?

-...No tengo la llaves del casa.

-¿Y las de repuesto?

-Se me perdieron...—Su tono al hablar era tan bajo que apenas la podía oír.

-¿Donde está el sensei?

-Probablemente en la escuela.

-Ahg, ven, vamos a mi casa.

-¿Que?

-¿Eres sorda o que? Dije que vayamos a mi casa, te enfermaras si sigues aquí.

-No gracias, seguiré esperando a mi hermano. Ya debe de venir.

-No seas terca y ven.—Me miro dudosa, pero termino aceptando.