𝓣𝒾ℯ𝓂𝓅ℴ 𝒜𝓁 𝓣𝒾ℯ𝓂𝓅ℴ 𝑀𝑖𝑠𝑠𝑎𝑆𝑖𝑛𝑓𝑜𝑛𝑖𝑎 𝑥 𝑇𝑢́

*Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 2. "¿𝑃𝑎𝑟𝑎 𝑏𝑖𝑒𝑛 𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑚𝑎𝑙...?"

"Epiphany— JIN de BTS"

Narra Missael:

Miro como pasan las casas por la ventana, vamos en taxi al hotel más cercano. Como hablamos del centro de la ciudad, obviamente es el más costoso que hay, Mafer exige lo mejor.

Unos suspiros salen de mí, tratando de que se vayan mis pensamientos mediante ellos. Como ya es tarde, sólo subimos las maletas y bajamos a cenar.

Mi traje era algo incómodo ya que lo encontre al fondo de mi ropero, pero es cena de gala por lo que debo de conformarme. Mafer se miraba muy hermosa con un vestido costoso, no sé cuando tomó mi tarjeta.

Me aburre demasiado como platican los hombres de clase, aún más que coman un queso con un olor muy desagradable. Cuando lo lleve a mi boca, no pude evitar hacer una expresión de asco. Mi vista ubico la maceta más cercana, me acerque disimuladamente y lo escupí ahí.

30 minutos después...

Mientras Mafer platica con otras chicas, mis pensamientos cada vez son más escandalosos. "¡Ya no puedo más!" "¡Llevo mil horas aquí!" Eso me impulso a escapar de aquí, realmente no soy así, pero no puedo soportarlo más.

Desde que llegamos en la mañana no he probado ningún bocado, tanta hambre tengo que me causa dolor de estómago.

Busco una taqueria cercana, mi gusto por ese platillo y el poco dinero en la cartera hace que sea perfecto.

Llegue al lugar, el estar en traje me causa incómodad, por lo que pongo el saco en mi brazo. Mientras espero mi pedido, escucho una conversación ajena.

"Psycho— Red Velvet."

"¿Todo bien, señorita?" "Sí, gracias por preguntar..."

Una chica con voz ronca respondió, su voz me llamó la atención, ya que siento que la conozco. Sus ojos inchados fueron lo primero que capte.

—Su pedido.
Me hace cambiar de objetivo la voz de la mesera, una chica castaña, con un mandil rojo.

Respondí un "Gracias" con una sonrisa, la cuál fue correspondida por la chica.

Mi visión regreso a la anterior chica, la cuál temblaba un poco. Aprovechando que me había quitado el saco, mas aparte quería entablar conversación, me acerque a ella.

—Espero no molestar, pero puedes usarlo.
Le acerque mi saco con un movimiento ligero, mi tono era lo más dulce posible.

La confusión me adelanto sus palabras, pero preferiría escucharlas de ella.

—Estoy bien, gracias.
Me regalo una sonrisa bajo su tapabocas, pero realmente se cuando son fingidas.

Hice una pequeña mueca, después coloque el saco sobre sus hombros. Ignore completamente sus palabras, ya que el frío estaba muy presente hoy.

Su pequeño susurro de agradecimiento me hace una pequeña sonrisa en mi rostro, jamás había escuchado una voz tan dulce.

—No es nada.
Una pequeña risa nerviosa acompaño mi tono de voz.

Ella me hizo sentir un pequeño palpitar que no experimentaba hace mucho.

30 minutos después...

Al haber terminado, procedí a pagar. Realmente no era mucho, pero yo tenía un billete grande.

—Pagare también lo de la chica, cobra eso también, por favor.

De reojo mire a la chica, pude ver un pequeño sonrojo en sus mejillas y el abrir de sus ojos. Eso me sacó una pequeña risa, aún más el que niegue pagar algo tan económico.

—N-no es necesario...
Comenzó a buscar su cartera en su mochila, por los nervios la pasaba por alto, incluso yo pude verla.

—No te preocupes. –Recibí el cambio y lo metí en mi bolsillo.– Disculpa la indiscreción, pero... ¿Dónde irás? –El nervioso ahora soy yo, su mirada me intimido un poco.– Ya es noche... y tienes una maleta...

—Bueno... yo...

—¿Tú...?

—Ire con... ¿una amiga...?
Su mirada busco otro punto de mira, demostrando que mentía.

Realmente no le creía, pero decidí no presionarla y ofrecer mi ayuda. Después de todo no sé el por qué sus nervios y necesidad de mentir.

—Puedo acompañarte. –Aclaro la garganta– Claro, sí no es molestía...
Una sonrisa nerviosa se asomo de mí, siento cómo si la invitara a salir.

—No... –Murmuro– Digo, no quiero molestarlo.
Justificó sus murmurós, pero su adorable negación de cabeza me hizo no darle importancia.

—No lo sé...
Alce una ceja por lo poco convencido que estaba, pero también respetando su decisión.

—Esta bien, usted gana.
Soltó una pequeña risa, que sonaba a un lamento.

—No me digas usted, me siento viejo.
Bromeo para calmar la tensión, cosa que logre un poco.

—¿Qué haces aquí?...

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P̶r̶e̶g̶u̶n̶t̶a̶:¿ᵠᵘᵉ̀ ᵒᵖⁱⁿᵃⁿ ᵈᵉ ᵐᵃᶠᵉʳ?

Publicado:26/7/21
Nueva edición: 25/03/24