-Capítulo XVIII-

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 —No era necesario que viniera Miss Elina—

  No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, su cara pálida , sudor en su frente , a penas podía mantenerse de pie.

— Oh por Dios Mr Aidan , déjeme ayudarlo– dije tomando uno de sus brazos para nuevamente llevarlo a la cama.

—Estaba perfectamente bien la última vez que lo vi ¿Qué fue lo que ocurrió?—

—No se alarme tanto , es solo un pequeño resfrío—Respondió con su voz entrecortada.

—En unas cuantas horas estaré bien sólo necesito dormir un poco , por favor regrese , no es mi deseo que tenga problemas por mi causa—

—Discúlpeme que lo contradiga Mr Aidan pero esto no se le pasará solo con dormir, si me lo permite puedo ayudarlo sólo iré en busca de algunas cosas , no tardaré—

  Antes de salir por completo de la habitación, nuevamente repitió.

—De verdad Miss Elina no quiero que tenga problemas por mi causa, vuelva y no se preocupe por mí—

—Mr Aidan si se refiere a mi madre no se preocupe iré…—

—Me refiero a su novio señorita—

  Al escuchar aquello me sorprendió y me acerqué a él para tocar su frente sin pedir ninguna autorización.

—Mr Aidan su temperatura está muy alta ya está comenzando a delirar , no se preocupe volveré enseguida—Antes de que pudiera responder salí de la habitación , ¿Novio? ¿De dónde habrá sacado semejante disparate?

     Al llegar nuevamente al comedor me dirigí hacia mi habitación, estaba segura que mi madre había traído entre nuestras cosas las medicinas pero de lo que no estaba seguro es donde las había colocado.

—Eli querida ¿Dónde has estado?—

—Mamá has venido en el momento preciso ¿Dónde están las medicinas para el resfrío?—

— ¿Resfrío? Hija ¿te encuentras bien? ¿Tienes fiebre?—

—Sí mamá,  yo estoy bien , las medicinas son para alguien más,  su fiebre está aumentando y no sé como ayudarlo—

—Bueno cariño , lo primero que debes hacer es mantener la calma, te prepararé lo necesario— Puedo decirlo , mi madre es la mejor.

   Pasado  varios minutos nuevamente me encontraba en la puerta del dormitorio y otra vez el encargado se hizo presente.

—Señorita lo lamento pero no puedo volver a dejarla entrar , como ya se lo había dicho este es el dormitorio de los caballeros,  si quiere ver a su amado tendrá que esperar hasta que comiencen las clases—

—Lo sé y lo lamento por complicarle las cosas pero le prometo que no estoy aquí con fines amorosos, realmente mi querido amigo se encuentra mal—

Antes de que pudiera responder saqué todo lo que se encontraba en la canasta. —Ve , no le miento señor, por favor déjeme entrar ¿Sí? Y si pasa algo diré que fue todo mi culpa y no lo pondré en compromiso a usted—

  Por unos momentos lo dudó pero después de pensarlo respondió. —Está bien señorita , puede pasar sólo porque usted es alguien agradable y me a caído en gracia— Le agradecí con una sonrisa y antes de adentrarme hacia el gran salón le dedique una reverencia.

 —Mr Aidan lamento haber… ¡Oh no!—

   Su fiebre pareció haber aumentado, corrí en busca de un paño y un poco de agua tibia. Humedecí ligeramente el paño sobre el agua para luego colocarlo sobre su frente.

—En unos momentos bajará la fiebre Mr Aidan , manténgase tranquilo— Poco a poco su temperatura se fue normalizando.

—Le preparé una sopa de zanahoria y apio Mr Aidan—

   Él , al oír aquello se sorprendió – ¿Disculpe? ¿Es necesario?—

—Así es , mi madre en estos casos me preparaba esta sopa  y eso ayudaba a que la temperatura se estabilice, tome se sentirá mucho mejor—

—Le agradezco mucho pero no es necesario, con todo respeto no me gusta la zanahoria , puede tomarla usted si así lo desea— Respondió cubriéndose la boca , hasta ese momento me costaba creer que al estar enfermo su comportamiento sea igual a la de un niño pequeño.

—Mr Aidan le guste o no tiene que tomarla se sentirá bien y luego podrá descansar , vamos solo un poco—

  Cruzó de brazos y respondió –No quiero y no lo haré—

—Mr Aidan quiero que sepa que soy un persona paciente pero mi paciencia también se agota , no me deja otra opción— Tomé la cuchara , coloque un poco de sopa sobre ella y lo acerqué a su boca.

  –Querido amigo ¿Te encuentras….? PERO… ¿Qué esta pasando?.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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