-Capítulo XII-

10 4 8
                                    

   

Ya era de mañana, todavía seguía pensando en todo lo que pasó ayer, no podía entender como Mr Aidan pudo haber venido y mucho más que sepa que la cocinera era mi respectiva madre pero gracias a que él prosiguió a hablar con ella, podía salir hoy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Ya era de mañana, todavía seguía pensando en todo lo que pasó ayer, no podía entender como Mr Aidan pudo haber venido y mucho más que sepa que la cocinera era mi respectiva madre pero gracias a que él prosiguió a hablar con ella, podía salir hoy.  

   Comencé el día tomando un baño , luego me puse a ver entre tanta ropa cual era la perfecta para la ocasión. Se acercaba la hora en que el joven de lindas facciones venga por mí , así que tomé mis cosas y bajé al gran comedor. Al abrir la puerta se encontraban Mr Lucas , Mr Williams y Mr Louis esperando sentados en una mesa, pero ¿Y Mr Aidan?

 —Miss Elina , se ve espléndida hoy—Escuché  la voz de Mr Williams resonando por todo el lugar.

—Muchas gracias , lamento haberles hecho perder el tiempo—Respondí un tanto decepcionada al no verlo ahí.

—No se preocupe Miss Elina , acabamos de llegar,  ahora nos toca esperar a Mr Aidan—prosiguió Lucas.

—¿Mr Aidan? ¿Él está aquí?—No sabía cómo reaccionar a eso.

—Sí, está hablando con su madre en la cocina—Al termino de la oración de Louis , Mr Aidan salió con una canasta y se acercó hacia nosotros con su típica cara de malhumorado .

—Creo que ahora sí podemos irnos— dijo Mr Lucas. /Seguramente está enojado por haber venido hasta acá, si él no hubiera estado ayer, mi madre no le encargaría ninguna responsabilidad sobre mí/ pensé un tanto triste hasta que la voz de mi madre me sacó de mis pensamientos.

—Eli querida ven un momento—

  Sonaba serio el asunto , tanto que los muchachos me lanzaron una mirada de preocupación.

—Vaya señorita , nosotros la esperaremos– Yo asentí y fui a escuchar lo que tenían que decirme.

—¿No dijiste que estaba todo bien?— susurró Williams algo que alcance a escuchar antes de alejarme por completo.

   Al entrar a la cocina mi madre se acercó y me tomó de las manos —Querida hija , yo confío en ti y me alegro que tengas amigos muy educados pero debes saber que no debes involucrarte con ninguno de ellos ¿está bien? Son de otra  clase y tienen mucha responsabilidad en sus hombros y demasiadas reglas en sus familias , a lo que voy, querida hija, es que quiero que seas feliz—

—No te preocupes mamá,  no pasará nada que pueda hacerte infeliz—Yo sabía que no quería que me involucrase en una relación con esta clase de personas pero hasta ahora no entendía lo importante que era para ella y lo que me faltaría por entender la raíz de la causa.

   Al salir al comedor solo se encontraba Mr Aidan, los demás habrían salido primero. El camino  se volvió incómodamente silencioso , no sabía como romper el hielo hasta que Aidan habló sorpresivamente.

—¿Está todo bien con su madre Miss Elina?—

—Por supuesto , sólo que le faltó algo por decirme eso es todo—

—Me alegra escuchar eso Miss Elina , por un momento pensé que había cambiado de opinión— dijo con una pequeña sonrisa.

   Me quedé observándolo por unos segundos , era la primera vez que lo veía sonreír , podría decir que se veía bien.

—Quería también aprovechar este momento para disculparme con usted, tal vez en algún momento la incomodé con mis actitudes , por favor le ruego que acepte mis disculpas—

  En ese momento me quedé sin habla , primero lo vi con una pequeña sonrisa y ahora ¿estoy escuchando una disculpa? El día se estaba poniendo cada vez mejor.

—No tiene porque disculparse, quizás no comenzamos de la mejor manera pero y ¿ si volvemos a empezar?—Me paré frente a él impidiéndole que siga el paso y extendí mi mano. — Soy Miss Elina , encantada estoy de conocerlo—

   Él extendió su mano para tomar la mía. —Encantado señorita , soy Mr Aidan , espero que nos podamos llevar bien—. Ambos comenzamos a reír y pareció como si el tiempo ya no quiso seguir. Solté su mano al darme cuenta que su tiempo de estar juntas se estaba excediendo. Por un momento sentí unos pequeños nervios y todo me llevó al primer día que llegué a este lugar, cuando lo vi por primera vez. Sus ojos claros y su sonrisa brillante era una de las perfectas imágenes que merecen ser retratadas.

Algo diferente cuando te veo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora