20| M i e r d a

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Strong— One Direction

Bridget:

Un mes, solo falta un mes para poder graduarme y tener mi título como chef, se siente genial saber que después de tanto esfuerzo, todo tiene su recompensa.

Es por eso, que a pesar de estar encinta no he dejado la carrera, primero, porque no estoy invalida y la gastronomía no es un carrera que me haga correr. Segundo, porque apenas tengo cinco meses, y aún puedo trasladarme sin la necesidad de un acompañante.

Aunque, claro, teniendo a Jaden como padre de estos niños, él siempre está acompañándome a los lugares que voy, pero sabe tener límites y entiende que hay veces que puedo hacer las cosas sola sin que él esté saliendo del trabajo solo para llevarme a algún sitio.

Aparte de eso, Morgan me recomendó caminar si quiero tener un parto natural, eso me tiene muerta del miedo, pero mi madre dijo que es preferible tener a los niños en un parto natural y no por Cesárea, ya que esta requiere más cuidado y protección.

—Chad, me pasas una servilleta.—Señalo las servilletas al otro lado de la mesa de la cafetería, en la que estoy almorzando junto a Charlotte y Chad, nuestro nuevo amigo.

Él me las extiende de la manera amable y educada que siempre suele tener. Se lo agradezco y me da una sonrisa para luego hablar.

—¿Cómo llevas el embarazo?—me pregunta el rubio.

—Genial, hay días en los que soy perezosa y no quiero hacer nada, otros en los que las jodidas nauseas se apoderan de mí y otros en los que estoy mandona.—Chad ríe mientras que Lottie asiente con su cabeza.

—Confirmo lo último, ella de verdad se pone muy mandona. Pobre J.

—¡Oye!—la reprendo.

—Solo aclaro un punto, que seas mandona no quiere decir que no te quiera, si lo tienes babeando al pobre.

Una sonrisa tonta se pinta en mi rostro al recordar como Jaden es muy atento y cariñoso conmigo, es real que muchas veces me exaspera, que no es perfecto para muchos, pero, a pesar de todo, para mi es la persona más maravillosa que he podido encontrar.

Es autentico, carismático, amo su sentido del humor, todos esos tatuajes que me vuelven loca, y sus ojos almendrados. Joder, esos ojos me dicen un montón de cosas con solo observarlos.

—Mírate nada más, te pones tonta cuando lo nombramos—ríe Chad, justo en ese momento, su teléfono suena mostrando en la pantalla el contacto de "amor" y la foto de un chico de tez oscura, con unos ojos más claros que los míos. Él sonríe antes de responder.

Cuando cuelga, y tiene una sonrisa boba como la que tenía yo, no desaprovecho la oportunidad de molestarlo.

—Te quejas de mí, pero a ti te salen corazones de los ojos cuando te llama tu enamorado.

—Qué puedo decir, es que me tiene.

Seguimos hablando entre los tres, Charlotte nos cuenta como va todo con Cam, cosa que me pone feliz, por ella y mi mejor amigo, hasta por Wendy me pone feliz.

Chad nos habla de su abuela y que pronto irá a verla, ya que vive en Manchester, hasta que se hace la hora de las siguientes clases.

Dos horas más tardes, me despido de Charlotte, quien sale junto a mí, puesto que Chad está en el campus del frente, con otra carrera.

Veo el auto de papá aparcado en el estacionamiento, él me llevará a casa hoy, porque es día familiar. Estos días, solemos hacer juegos, miramos películas y cocinamos entre todos, ya que mamá y papá tienen su día libre y mis hermanos salen más temprano del instituto.

Lo que dice tu mirada [Libro II saga "Miradas"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora