Lo que dice tu mirada [Libro II saga "Miradas"]

E p í l o g o

Simplemente pasan- Morat ft Cami.

Bridget:

Seis años después:

No puedo creer que mis niños mayores, mi Grace y mi Connor estén cumpliendo seis años. Es como si fuera ayer cuando ellos salieron de mi. Cuando escuche su primer llanto, su primera risa, cuando los vi dar su primer paso, su primera caída.

Y ahora los veo allí, rodeados de las personas que los aman, a punta de soplar las seis velitas en el pastel.

—¡Feliz cumpleaños, Connor y Grace!—terminan todos de cantar mientras que ellos soplan las velas y en sus aniñados rostros se dibuja una sonrisa.

—Sonrían para la tía—les grita Stacy, quien luego de graduarse estudió para ser la fotógrafa profesional que es hoy en día. Ellos sonríen como están acostumbrados a hacer cuando ella les toma una foto. Aunque ella se los agradece constantemente porque gracias a mis dos pequeños terremotos, ella descubrió que quería ser fotógrafa.

—Mami—dejo de prestar atención a los hermanos traviesos para enfocarme en el pequeño que tira de mi pantalón, me alarmo cuando veo en sus ojos lágrimas y me agacho rápidamente.

—Lennon, cielo. ¿Qué te pasó?—le pregunto acariciando su cabello negro, debo admitir que me sentí muy feliz al respecto cuando descubrí, junto a J que otro Barry venía en camino, pero el hecho de que sea una copia mía de género masculino me parece irreal. Él de verdad se parece a mi, tiene hasta el mismo color de ojos.

Para apenas tener tres años, se desenvuelve muy bien, es todo lo contrario a sus hermanos, mientras que los otros dos se complotan para hacer travesuras, Lennon es el que siempre sale como victima de ellas.

—Papi me golpeó con la pelota.—sentencia haciendo un puchero acariciando su frente.

Ruedo los ojos ante la mención de Jaden, él de verdad siempre tendrá un niño queriendo manipularlo en su interior.

—Tranquilo, cariño. Ven, iremos a regañar a papi—le digo bajándolo para que pueda caminar, pues, tener tres meses de embarazo me genera bastante cansancio.

Lennon festeja mientras que caminamos hasta el patio de la que siempre ha sido nuestra casa. Veo a Jaden jugar con la pelotuda de futbol junto con mis hermanos, y no puedo evitar pensar que es un delito que toda la ropa le quede malditamente ardiente.

O quizás sean mis hormonas ante el hecho de ver a mi esposo sudado con una camiseta blanca que marca sus hombros y abdomen.

Y sí, Jaden es mi esposo desde antes de enterarnos que Lennon vendría al mundo. Y aunque solo nos hemos casado de manera civil, la fiesta que vino después con todos nuestros seres queridos fue de lo mejor.

—¡Jaden Barry!—grito desde el inicio del patio llamando su atención. Río cuando levanta su mirada alarmado y camino hasta él.

—¿Qué sucede, hermosa?—pregunta fingiendo demencia, pero él sabe muy bien lo que sucede.

Cameron, quien también se encontraba jugando con ellos finge que tose, pero en realidad oculta una carcajada cuando le doy una nalgada a mi esposo.

Mis hermanos estallan de la risa y sé que debo mantenerme dura para no caer en la tentación de reír yo también.

—¿Cómo es eso de que golpeaste a mi hijo con un balón?

—Oye, que también es mi hijo. Aparte, ya le pedí disculpas y me asegure de que estuviera bien. ¿No es así, hijo?—le cuestiona a Lennon quien lo observa de brazos cruzados a mi lado.