17| N o

245 21 0
                                    

Old me— 5 Seconds Of Summer

Jaden:

La tía Gertrudis me pega una cachetada que hace volar mi rostro, pero eso es lo que menos me duele, comparado con sus malditas palabras.

—¡No tienes cara si te dignas a seguir apareciendo en la casa de tu difunda madre!¡Maldito asesino!

Y sus palabras escuecen, joder, claro que lo hacen.

¿Saben lo doloroso que es pensar durante cinco años de tu vida que fue tu culpa la muerte de un ser querido?

Años de idas a los psicólogos me hicieron darme cuenta de que no fue mi culpa.

Años de psicólogos, charlas con papá, risas con Stacy, momentos con mis amigos y las últimas conversaciones que tuve con mamá me hicieron darme cuenta de que yo no fui el culpable de su muerte.

Y no dejaré que esta vieja bruja venga aquí a romperme la pelotas cuando yo estoy en un momento de mi vida en el que soy feliz. El viejo Jaden quedó atrás, no estoy orgulloso de él, pero es quien me hizo lo que soy hoy en día.

—¡Gertrudis!—exclama mi padre quien está rojo de la furia.

—¿Qué?¿O seguirás negando que este engendro mató a mi hermana?

—No le hable así a mi hermano, vieja arpía.—dice mi hermanita, tomando mi mano libre que no es apretada con fuerza por la de Brid, quien no quiero que esté aquí, puede hacerle mal y es lo que menos quiero en esta vida.

—Vete de esta casa, Gertrudis, no entiendo ni siquiera qué haces aquí.—encara mi padre a la vieja canosa.

—¿Por qué estoy aquí? ¡JA!—exclama— Vengo a llevarme las pertenencias de mi hermana, esas que por tantos años he reclamado. Lo que menos quería era encontrarme con este...ni siquiera puedo mirarlo a los ojos—dice observándome con cara de asco, para luego dar media vuelta y meterse dentro de la casa.

—¡OH NO! Esa bruja no se llevará las cosas de mi madre—dice Stacy siguiendo a Gertrudis quien empezó a subir las escaleras de a zancadas.

—¡Enana!

—¡Aguarda!—gritan los hermano de Brid, siguiendo a Stacy.

—Quédate aquí, Brid.—le digo a mi novia y sigo a Sam y Travis. Miro hacia afuera, viendo como Bridget con cara de preocupación, va hasta Charlotte, y su madre quien la abraza de manera reconfortante.

Subo las escaleras hecho un manojo de nervios, enojo y frustración. Cuando llego a la planta de arriba, veo a los chicos parados en la puerta mientras que se oyen los gritos de mi hermana diciéndole a Gertrudis que deje todo en su lugar.

—¡No, deje las cosas de mi mamá!— esto le hace mal a Stacy, se escucha como su voz está congestionada por el llanto.

Entro a la habitación donde mi madre guardaba sus pinturas y donde nosotros hemos dejado sus cosas.

Stacy se encuentra arrodillada en el piso, entre sus brazos tiene viejos cofres con las joyas que mamá solía utilizar y un cuadro de ellas cuando mi hermana estaba pequeña.

En el piso hay varias cosas tiradas, y rotas.

La verdad, es que no comprendo lo que hace esta maldita perra en esta casa, cuando estuvo desaparecida durante años, recién ahora viene a reclamar lo que supuestamente es de ella.

Está descolgando uno de los últimos cuadros que mamá pintó y antes de que pueda sacarlo del todo la encaro.

—Usted no tiene derecho a venir a la casa de mi padre, arruinar una almuerzo familiar y encima hacer un escándalo por cosas que no le pertenecen.—mi voz suena mas fuerte de lo que me gustaría mientras que agarro su brazo.

Lo que dice tu mirada [Libro II saga "Miradas"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora