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Una guerra se había desatando nuevamente, después de 20 años. Todos temiendo morir y revivir lo sucedido años atrás.

Los marinos junto con los militares, empezaron a llevar omegas (tanto hombres como mujeres) y niños. Los alfas hombres y mujeres, se iban preparando para pelear junto con los marinos y militares.

Daniel corría por las instalaciones del cuartel militar. Necesitaba llegar pronto a su habitación para poder ayudar a su padre y padrino.

Él sabía muy bien, que aquella manada no descansaría hasta ver morir todos los integrantes de la familia de su padre y de su padrino.

Al llegar a su habitación, cerró está con llave y movió rápidamente su cama así revelando un túnel secreto. Ese túnel le ayudaría demasiado a su familia, también esperaba que su padre no lo matará por lo que tanto a ocultado.

Sin más que pensar tocó levemente la puertilla que tapaba aquel túnel, así dando entender a las personas dentro de este que pronto regresaría de nuevo. Del otro lado del túnel, resibió tres golpes dando entender que estaban de acuerdo.

Volvió acomodar su cama y se vistió rápidamente con el uniforme de militar. Quitó el seguro de la habitación y salió de esta, volviendo ponerle llave a su habitación. Salió corriendo de nuevo de aquel instituto militar.

*Ecos de amor*

Tae y Ho Seok se encontraban escondidos en un túnel que habían encontrado en la habitación del abuelo del Omega.

Ambos novios temían ser descubiertos por alguien de aquella manada. Exactamente habían pasado un año desde que la guerra había comenzado. El alfa siempre salía por comida para su Omega y para él.

Cuando se le acababa la comida, el alfa se arriesgaba en salir a comprar demasiada comida para ellos.

Es así como en este momento Tae se aferra a su alfa para que no saliera de aquel túnel, que exactamente parecía una habitación que un túnel.

Tae: p-por favor hobi –sollozo al ver cómo su novio trataba de alejarlo de él– h-hoy no

Ho Seok miro a su Omega y le dolió verlo así, él comprendía que su Omega temiera de que algo malo le pasará. Pero no podría quedarse si su Omega llevaba ya un mes sin comer.

Ho: serán solo unas horas amor –puso sus manos en las mejillas del menor– te prometo que nada malo me pasará –dejó un pequeño beso en los labios del menor–

Tae: h-hobi –hizo su puchero para comenserlo–

Ho: amor, no puedo dejarte otro mes sin comer, es hoy o nunca bebé –quito las lágrimas de las mejillas de su novio–

Tae: n-nunca, por favor

Ho Seok no podía más, él siempre cumplía con los caprichos de su Omega y esta vez no iba hacer la excepción. Sin más se sentó junto al Omega y lo atrajó a su cuerpo.

Tae se acurrucó en el cuerpo de su novio. Prefería quedarse sin comer otro mes, con tal de que el amor de su vida no saliera lastimado. Pero también sabía que así podría matar a su bebé que llevaba dentro de él.

Tenía miedo de decirle a su novio que estaba embarazado de él. Tae no quería afrontar aún la realidad, él aún quería ser amado por aquel ser que en estos momentos le estaba haciendo mimos y diciendo palabras de amor.

Muy tonto de su parte al pensar aquello de su novio, pero prefería matar al bebé en su vientre que saber que su alfa había muerto al tratar de conseguir comida para él.

Ecos de amor (Kookjin) 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora