CAPITULO 17

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Infierno y pecado.

Aurora Smith

Ven.—tomo la mano de Isaac mientras nos dirijo a mi habitación.

Ahí tengo todo lo necesario para divertirnos.

Al entrar veo como la cara de Isaac cambia de semblante al ver como mi habitación esta repleta dé arneses, correas, cadenas, velas, látigos, una caja llena de juguetes de todo tipo; lubricantes de todos sabores y condones tanto femeninos como masculinos todo esto lo utilizo durante mis sesiones y no precisamente terapéuticas.

También hay distintos sillones donde puedes llevar a cabo distintas posiciones y dejarte llevar en medio de un ataque de creatividad.

Las cuales son llamadas maquinas sexuales, pero por ahora solo llevare a cabo la actividad con una sola.

Es una especie de sillón extraño que tiene una separación en medio, tiene dos tubos que suben por encima de la cabeza y dejan tendidas dos cadenas con un par de muñequeras para someter a la persona que tome asiento, tiene una base rectangular, en donde también hay dos cadenas con tobilleras para exactamente el mismo fin someter.

—¿Así que esta es tu área de juegos Smith?.—pregunta divertido.

—Así es.—lamo mis labios.—no te imaginas las cosas que podemos hacer aquí.

El se deja caer encima de mi cama y levanta las manos en señal de rendición.

Soy todo tuyo.

Oh, que palabras tan peligrosas

—Primero que nada, siéntate en esa silla.—le apunto la silla ya antes descrita.

El obedece mis ordenes sin ninguna objeción.

Yo me acerco muy lentamente y el me mira expectante.

Sin mas dejo caer la fina bata de seda que me cubre, sus ojos me repasan una vez mas y veo como sus pupilas se dilatan y lame sus labios.

Yo tomo el borde de la camiseta de algodón que porta, la voy retirando poco a poco y su torso desnudo se hace presente.

Esta bien forjado, tiene un abdomen marcado, pero no exagerado. Tiene un buen equilibrio corporal y eso hace que se vea más apetitoso.

Veo como su piel es cremosa, y en algunas partes lleva cicatrices que tienen detrás historias tristes y de maltrato.

Comienzo a besarlo, succiono su labio y su lengua se hace presente dentro de mi boca.

Mis manos van tanteando terreno, toco el costado de su mandíbula marcada y bajo por su cuello.

El por su parte va tocando los costados de mi cintura y baja hasta agarrar mi culo.

<<Dios mío padre>>.

Eso hace que se encienda algo en mi, es cuando de pronto corto el beso y decidida tomo sus manos y lo sujeto a las muñequeras de la silla.

Me agacho y hago lo mismo con sus pies.

Una vez ya atado, me subo a horcajadas sobre su regazo, siento su erección contra mi centro.

TIÉNTAME A PECAR (+21) (LIBRO 1) (SEGUNDA EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora