26~The boyz

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-Ugh cuanto falta?

-No se, pero si no paramos en media hora por bocadillos, me terminaré comiendo a alguno de ustedes.

-Yo me ofrezco de voluntario. Cómeme cuando quieras.

-Ugh cállate Carlos.

Dijeron al mismo tiempo Alex, George y Max en lo que Lando se reía a carcajadas y besaba la mejilla de su novio.

Este conducía por uno de los caminos que supuestamente los guía hacia su destino, pero con la cancelación de su vuelo por la nevada, debieron conducir y así se hizo tarde. Era imposible identificar señales con tanta oscuridad...

O el camino en sí.

-Solo admite que estás perdido, Carlos.

-No lo hará jamás.

Protestó Lando, en lo que sacaba su móvil.

-No... Al menos no aún.

-Antes de que sí te pierdas, llamaré a Lewis.

-Me recuerdas quién es Lewis?

Preguntó Max, en lo que George le mostraba las fotos.

-Trabajabamos juntos antes de que renunciara y se volviera administrador de un complejo turístico suizo. Típica crisis de mediana edad.

-Pues llámalo!

En eso, se detuvieron en una gran estación de servicio con cafetería, donde decidieron frenar y estirar las piernas luego de varias horas de viaje. Carlos había pensado que siendo cinco y turnándose para conducir, el trayecto sería ameno.

Pero no.

Y ahora todos estaban cansados, y morían por llegar.

Especialmente Carlos y Lando, que no habían tenido tiempo a solas desde hace semanas, y si bien todos se iban a quedar en el mismo lugar, ellos planeaban disfrutar de unas vacaciones románticas mientras los demás se dedicaban a vloguear y publicar sobre todo lo que hagan.

Porque claro, sus amigos eran influencers y es sabido que los vídeos más vistos son los vlogs de ellos juntos haciendo idioteces. Agregas eso a una locación con nieve y deportes extremos y tienes el combo ideal.

Pero Carlos tenía, además, otras intenciones. 

Estrechamente vinculadas con la cajita de terciopelo escondida en su bolso.

En un zapato, claro. No podía correrse el riesgo de arruinar la sorpresa. Pero estaba seguro de que si lograba que Lando le dijera que si, tenía asegurada la felicidad de por vida.

En eso, George entró acompañado de Lewis.

-Hola muchachos. Me alegro que hayan llegado bien hasta aquí.

-Gracias por venir tan rápido.

Dijo Alex, bostezando. Lewis rió y acarició su cabello.

-Es que estamos a cinco minutos del lugar. Solo que se pasaron un poco. Debemos ir camino abajo y a la izquierda.

-Pero me habían dicho a la derecha!!!

-Si, de abajo hacia arriba, encuentras la salida a la derecha. Pero como se pasaron y debemos bajar por el otro lado, es a la izquierda.

-Perdona la estupidez de mi amigo, Lewis. En su defensa, manejó por dos horas sin saber donde estaba.

Carlos miró a Max molesto.

-Descuiden. Ahora vámonos. Con mi novio les ayudaremos a bajar las maletas, daremos sus llaves y mañana les daremos la charla informativa, de acuerdo?

-Eres gay?!

-Tienes novio?!

Preguntaron los no británicos. Lewis asintió sonriendo, algo sobresaltado por la pregunta. Lando suspiró de alivio, feliz.

-Temíamos que por aquí fueran... Uhm cerrados con respecto a eso. Carlos y yo somos pareja y no nos va eso de ocultarnos. Queríamos unas vacaciones tranquilas, pero sin reservas ni restricciones de comportamiento. 

-Oh no, descuida!  Pueden pasearse y disfrutar con libertad. Aquí todos son muy amables, y cualquier inconveniente que tengan, hablen conmigo o Sebastian.

-Muchas gracias, Lewis.

Y con eso, todos subieron a los autos y se dirigieron al destino.


N/a: Tuve un par de errores de edición en el cap anterior. Son detalles, pero si lo vuelven a leer corregido, mejor.

Love in the Mountains (A place to find happiness)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora