Love in the Mountains (A place to find happiness)

31˜ Decisions?

-Entonces, te parecería hacerlo el primer viernes de junio? Dos meses son relativamente suficientemente para planear todo.

-Si..." Respondió Lando con la vista perdida.

-Y también, me encantaría que sea aquí. Se que no vivimos aquí pero le pregunté a Lewis y Sebastian y me dijeron que nos podemos casar aquí, y llevar el acta de matrimonio a Londres para que la validen. No debería haber problema.

-Genial.

-Bueno... No te quiero agobiar con cosas ahora, pero les voy a ir diciendo a los chicos que ya tenemos fecha. Terminas de editar y vienes a cenar?"

Lando asintió, besó a su prometido y apenas se quedó solo en su cuarto, se jaló de los rizos.

Mierda.

En qué se había metido?

Una y otra vez repasaba todo lo que ocurrió en menos de 24 horas.

Carlos le propuso matrimonio.

Iban a casarse en dos meses.

Iban a ser esposos y compartir una casa.

Iban a tener un seguro social a nombre del otro.

Compartirían los bienes y deudas.

Y hasta podrían ponerse en lista de espera para adoptar niños.

El pánico lo inundó de pies a cabeza, no estaba listo para ese gran paso. Apenas tenía veintidós.

Es cierto que Carlos era algo mayor, y sin duda más responsable. No le habría pedido matrimonio porque sí.

Evidentemente, el español quería dejar atrás su noviazgo y pasar a ser familia. A tener una familia. A dejar los juegos y ser adultos.

No lo culpaba por eso, Carlos cumpliría veintisiete y estaba en la edad de querer sentar cabeza. Pero él no, era demasiada responsabilidad sobre sus hombros, demasiado pronto para establecerse.

Es decir, se supone que los esposos se casan para formar un proyecto de vida común... Qué proyecto le podría ofrecer él a Carlos? Ni siquiera había terminado la Universidad, la había dejado para seguir su sueño de vloguer.

Algo que ahora, no parecía ser la mejor de las decisiones.

Se supone que los esposos deben mantenerse... Que ocurriría si el se quedaba sin dinero? Sus padres no le darían un centavo, y Carlos se vería obligado a mantenerlo o dejarlo.

Y lo ultimo en el universo que él deseaba era que su novio lo deje.

Amaba a Carlos con su vida, y solo por eso fue que accedió a casarse. Sabía que si le decía que no, le rompería el corazón e irremediablemente terminaría con él.

Pero de nuevo, no estaba listo para ello. Y dudaba poder prepararse mentalmente en dos meses.

Y así, el inglés volvió a entrar en un espiral de angustia del que fue sacado al oir a sus amigos riendo abajo, ya sentados esperando la cena.

Decidió ir con ellos y dejar el tema por ese día, ya hablaría con Max cuando regrese, y buscaría su consejo.

***

-No te pareció encantador? Dios espero se casen aquí. Siempre quise ir a una boda.

Dijo Mick, saltando por toda la casa. Callum rió.

-Si, además son linda pareja. Espero tengan su felices para siempre.

-Lo tendrán, y también tu y yo lo tendremos.

Dijo haciendole ojitos, por lo que Callum rodó los ojos y lo besó.

-Claro que sí.

-Entonces, que quieres comer?

Pero Callum frenó a Mick cuando este se iba a la cocina. Éste volteó extrañado para ser tomado en un beso apasionado por el inglés. Él correspondió con gusto, metiendo sus manos bajo la camisa del otro, en lo que sentía los besos bajar a su cuello y a sus clavículas expuestas.

-Te quiero, Mick.

-Y yo a ti...

Respondió sin aliento para luego quitarle a Callum sus prendas superiores, mientras este se quitaba las botas y apenas estuvo libre, tomó al rubio del cuello de su chaqueta y lo llevó escaleras arriba a su habitación.

-Cal... Estás seguro?

Preguntó mirandolo a los ojos, en lo que Callum se acomodaba en la cama.

-Si cariño. Lo único que quiero es estar contigo.

Mick sonrió conmovido y también se quitó la ropa. Se subió a la cama y cubrió el cuerpo del inglés con el suyo, el contacto íntimo erizandoles la piel...

Se besaron, acariciaron y tocaron hasta perder noción del lugar y tiempo en el que estaban. Completamente perdidos el uno en el otro, en su acto de amor, en lo bien que se sentía estar juntos de esa forma...

Horas después, con la luna brillando alto y las estrellas decorando sus alrededores, Callum besó la frente de Mick, quien recostado en su pecho, alzó la cabeza para sonreirle con cansacio.

-Recuerdas... Que dije que iba a pensar en tu propuesta de vivir juntos?"

Mick asintió, ahora un poco más alerta. Callum acarició su espalda con tranquilidad.

-Pues, ya lo pensé. Y sí, quiero vivir contigo.

Dijo con suma felicidad. Mick sintió su corazón acelerarse y dejó salir un suspiro de alivio que no sabía que estuviera conteniendo.

-Oh, Cal...

-Nosotros también merecemos el felices para siempre.

-Claro que sí. Y lo tendremos. Prometo hacerte muy feliz.

-No debes prometerlo, amor. Tu ya me haces muy feliz.