Love in the Mountains (A place to find happiness)

28~ Questions

Carlos terminó de desayunar antes que los demás. Salió de su lugar y golpeó la puerta de la casona principal, siendo atendido por un sonriente Lewis.

—Hey!

—Hola, yo... Venía por los demás a charlar sobre la casa y bueno...

—Por supuesto! Ven adentro.

El español entró, en lo que un apurado rubio bajaba corriendo las escaleras con abrigo en mano.

—Seb! Aguarda. Quiero presentarte a uno de nuestros nuevos huéspedes. Carlos, este es Sebastian.

El rubio frenó sobre la marcha y se detuvo a estrechar la mano del muchacho.

—Un placer, Carlos. Lamento no poder quedarme a hablar, tengo que atender unos asuntos urgentes. Lew, te puedes hacer cargo?

—Si cariño, ve.

El rubio se fue y Carlos sonrió.

—Lucen lindos juntos.

—Gracias, tengo suerte de tener a alguien así a mi lado.

—Yo pienso igual, desde que congeniamos con Lando que siento que pertenezco a su lado, sabes?

—Que tierno.

—Y yo... Quiero proponerle casamiento.

Lewis arqueó las cejas sorprendido.

—Oh! Maravilloso. Cuando?

—Quisiera que fuera aquí, y ya que tú también tienes una pareja, quería tu ayuda para hacer una buena propuesta. 

—Entiendo uhm... Desde hace cuánto se conocen?

—Seis años, y salimos desde hace cuatro.

—Entonces debes saber bien que le gusta y que no. Haz algo que sepas que él disfrutará y luego de un bonito dia, podemos ambientar los alrededores o el lago. Que opinas?

—Es una buena idea.

Los muchachos siguieron hablando de cosas mas bien comunes hasta que Sebastian volvió, y Carlos debió irse.

—Todo bien con el muchacho? Dios que edad tiene? Espero no sean desastrosos.

—Relajate. Y qué pasó contigo?

—Charles me avisó que se irá con Pierre.

—Oh, genial.

—Y Mick quiere comprar una casa con Callum. Y mira que le dije que apenas se conocen.

—Genial!

—Lewis no es genial!! Son jóvenes, y no quiero que se equivoquen y sufran. Especialmente Mick.

—Eso lo entiendo, pero yo creo que sabrán que hacer.

—A ti no te parece apresurado? Yo me siento responsable. Indirectamente cambiamos la vida de tres personas.

—Tantas cosas pasan indirectamente... Te conocí indirectamente. A veces, el destino sabe mejor que nosotros lo que queremos.

—Pero...

—Pero nada.- le cortó con un beso.

Seb suspiró y correspondió, enredando sus dedos en el cabello trenzado del otro, en lo que oía a sus colgantes hacer click y unirse.

Y entonces ambos pensaron en lo mismo.

¿Por que no se habían casado aun?

N/a: faltan cinco capítulos, no lloren y aguanten conmigo.