8~ Callum, Mick and Charles

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Cuando Mick y Callum volvieron a la Lina, la encontraron vacía.

—Quizá Charles fue a buscar leña. Parece que no hay más.- dijo el inglés.

—Oh, me hubieras dicho. Yo tengo algo aquí.- dijo yendo a su cuarto y trayendo una bolsa junto a la chimenea.

—Oh, gracias. No quería molestarte.

—Descuida. 

Ambos miraron un rato de televisión mientras bebían café. También charlaron, y el aleman estaba feliz de que el otro pareciera estar más distendido, relajado.

Callum se disculpó varias veces, queriendo explicarle que no veía a hora de que todo mejorara. Que el estrés a veces le impedía disfrutar y hasta empeoraba su actitud hacia Charles, quien no se quedaba atrás. Parecían estancados, y Mick se preguntaba por qué simplemente no rompían. No parecían llevarse bien, no parecían tener nada en común, y quizá ya hasta no se amaban. Pero no iba a dar por hecho eso, el no los conocía bien y no podía negar que ambos se atraían, eran guapos, y además Callum tenía un aura dulce que hasta lo conmovía y le daban ganas de darle un abrazo y decirle que todo estaría bien.

—Yo... Espero las cosas mejoren entre ustedes.-  Dijo con algo de duda, esperando que fuera lo correcto.

—Pues... No es fácil. Ya lo conociste.-  Respondió riéndose. 

—Pues, es gruñón, pero eso no lo vuelve mala persona. Tu pareces buen chico y no creo que estés enamorado o salgas con una mala persona.-  Callum sonrió.

—Quieres cenar con nosotros hoy?

—El querrá?

—Prepararé su plato favorito. Cenaría hasta con mi madre.

Mick entonces asintió.

***

Cuando Charles volvió, encontró a su novio alegremente cocinando en la planta baja, y al otro chico rubio sentado en una silla del comedor riéndose de como el inglés casi deja caer la leche. Tambien notó tres vasos en la mesa. Aparentemente iban a cenar los tres.

—Hola Charles! Estoy preparando Matambre al limón con nata. Siéntate junto a Mick, ya casi termino.

El castaño no estaba muy cómodo con la idea, pero recordó las palabras de Sebastian, y decidió no replicar por una noche. Soltó un suspiro resignado y se sentó frente al rubio.

—Hola, Mick.

—Hola Charles. Como fue tu día?

—Caminé por el lugar, ayude a Sebastian con sus perros, no estuvo mal.

—Suena bien.

—Recordaste pedirle leña?-  Preguntó su pareja. Charles maldijo en voz baja.

—No, lo siento.

—Descuida, ya le dije a Callum que pueden tomar de la mía. Yo mañana le pediré a Seb más.

—No hace falta.- respondieron ambos a la vez.

Mick asintió y se distrajo con la música de la televisión mientras el inglés terminaba de cocinar y traía todo a la mesa. Entonces como vio que Charles no se movía, le ayudó a servir.

Al mencionado le hizo poca gracia, entre su mal humor y el exceso de bondad de Mick con su aún novio no sabía cuanto iba a resistir el impulso de irse a dormir y dejarlos solos.

La cena, si bien riquísima, era algo incomoda. La pareja no se miraba entre sí, sino que le daban una ojeada a él entre cada bocado. Si no hubiera sido invitado, el definitivamente se hubiera ido.

Debieron percibirlo, porque Charles dejó de mirarlo y Callum le sonrió con calma.

—Y... Como se conocieron?- preguntó el rubio intentando sacar conversación.

—Pues... Yo venía de un mal día en el trabajo y quise ir a un bar, un lugar nuevo y...- Charles soltó una risita y tomó un trago de vino.

—Callum, solo dile que vomitaste sobre mi y como me regalaste unos jeans nuevos yo te di mi número.-dijo Charles.

—Ugh tienes que quitarle el romance a todo?

—Estamos literalmente cenando con el hijo del dueño que nos escucha follar por las noches. Y tu me hablas a mi de arruinar el romance?

—Yo...

—Tu nada, Mick. No tengo ningún problema contigo, ni con Sebastian, ni siquiera contigo Callum.

—Pues no lo parece.-  Dijo el mencionado interrumpiéndole. 

—Como decía, no soy un sujeto conflictivo que tiene problemas con todos. Así que en lugar de asumir eso, podrías siquiera preguntarme? Oye cariño, te portas fastidioso como un grano en el culo... Algo anda mal?

—Charles, cariño, podrías dejar eso para después de la cena? Lo siento Mick, no queríamos incomodarte a este punto. Debí darme cuenta que esto era una mala idea.

—Esta bien, lo entiendo.

—Ah! tu entonces tienes pareja Mick? Chica o chico?-  Preguntó de repente Charles.-  Mick sacudió la cabeza.

—Uh... No. Mi madre es muy recelosa. No me ha dejado tener muchas citas. Ni con chicas ni con chicos.

—Ah... Pero entonces los chicos son una opción.-  Ambos lo miraron y el no estaba seguro de si responder. Es decir, ni siquiera su tío Seb sabía.

 Porque tengo algunos contactos en Berlin y... Ya sabes. Siempre me las he dado de buen celestino.

—Charles, creo que lo estás presionando.-dijo Callum.

—Claro que no.

—Claro que si.

—Está bien. En serio, no peleen por eso.

—Oh cariño, peleamos por cosas más banales que eso.-  Dijo Callum con fastidio.

—Pues si tan banales te parecen, por qué la sigues? Mira vine a morirme de frío aquí porque pensé que de verdad querías intentarlo. Hasta acepté convivir con el niño bonito que no dejó de hacerte ojitos durante todo el maldito dia! Y tu solo me sacas de quicio.

—Oye basta!- replicó el inglés, al ver a Mick enrojecerse e irse a su habitación.

Love in the Mountains (A place to find happiness)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora