Rockstar

Capítulo Cuarenta y Dos

Jungkook

Jimin.- ¿Ella hizo eso? - me miró fijamente

Si Jimin - asentí mi cabeza - Nayeon me utilizo

Pero de un momento a otro sentí un fuerte golpe en mi mejilla derecha y caí en el suelo. Todos los presentes se quedaron sorprendidos al igual que yo miraba sorprendido al ver lo que hizo Jimin.

Jimin.- ¡Pudiste negarte! - me gritó - ¡yo mismo te hubiera prestado el dinero para la operación de tu madre imbécil!

Rose.- ¡Hermano! - gritó preocupada

Me puse de pié con dificultad mientras Jimin apretaba sus puños con fuerza y su mandíbula se tensaba.

Jimin.- Lo que más me dolió fue tu traición Jungkook - me dijo entre lágrimas - si me hubieras dicho lo que estaba pasando con tu madre y con esa - mordió su labio - no hubiera pasado... una ruptura duele pero se supera pero al no haberme dicho lo que estaba pasando y aceptar sus chantajes de esa arpía no hubiera pasado esto

Me dió un empujón y caminó hacía la puerta mientras que mis lágrimas comenzaron a salir.

Jimin.- Lamento lo de tu madre Jungkook - dijo sin mirarme - tu madre fue una persona maravillosa

Dijo último y salió de la sala mientras que yo quedé sorprendido de lo que dijo de mi madre.

¿C- cómo es que sabe que m- mi madre murió? - dije tartamudeando

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Estaba tranquila sentada  en mi cama mientras escribía en mi computadora.  Jisoo Unnie es una maravillosa persona por dejarme trabajar hoy en casa, ya todo estaba listo para la premiación y el grupo se presentaría en tres días y dentro de una semana oficialmente la gira comienza. Tomando analgésicos estaría un poco mejor.

Estaba terminando de mandar algunas cosas que me pidieron el staff de los chicos pero fui interrumpida cuando el timbre sonó, con algo de dificultad me levanté y comencé a cojear mientras llegaba a la puerta.

Al llegar a la puerta y abrir la puerta me sorprendí de ver a la persona que últimamente me quita el sueño y mi corazón late con más intensidad.

Jimin - dije sorprendida al verlo en mi puerta

El me miró por unos segundos y me atrajo a su cuerpo mientras que yo no entendía el de su acción pero mis mejillas comenzaron a tornarse de un color rojo.

Jimin.- Solo no me sueltes - me dijo en voz baja mientras seguía abrazándome

No te voy a soltar - dije en voz baja igual

Sus brazos rodearon mi pequeña cintura y yo al reaccionar pocos segundos después mis brazos rodearon su cuello, podía oler su rico perfume. No sé por cuánto tiempo estuvimos así en la entrada de mi departamento pero ambos nos separamos y al vernos fijamente a los ojos, sentía mi respiración agitarse y mis manos temblar.

Poco a poco los dos comenzamos a acercarnos y nuestros labios se unieron en un tierno y cálido besó. No estaba segura de lo que hacía pero Jimin hacía algo en mi interior que otra persona no lo hacía.

Nos separamos por falta de aire y nos miramos fijamente, su intensa mirada me hacía sentirme pequeña y nerviosa a la vez.

Jimin.- Tengo miedo de enamorarme de nuevo - me dijo serio - tengo miedo pero tú haces que todos mis miedos desaparezcan

Me sorprendí por lo que dijo y nuevamente sus labios estaban en los míos.