Epilogo

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A las 5am ya estoy preparado para lo que vendrá titiritando del frió en la entrada de la casa, si bien llevo una gruesa gabardina el viento helado consigue erizarme la piel.

Solo he logrado conciliar el sueño durante dos horas, pero aun así estoy alerta a la espera de que su auto aparezca. Él ha quedo en estar aquí a las 5:00.

Ya el reloj de mi celular y el de mi muñeca marca 5:15am y no está aquí.

Le maldigo internamente por no poder ser puntual una vez en su vida.

Cuando su auto estaciona frente a mí un alivio recorre mi cuerpo. Despego mi culo helado de los escalones de la entrada y tomo la valija que ha estado acompañándome durante ese rato. Primero subo la valija en la parte trasera y luego tomo asiento como copiloto.

— ¿Estas seguro de esto? — Lleva un suéter de lana y su cabello despeinado, aun así, se ve atractivo.

—Por supuesto—respondo con la vista fija en la carretera cuando coloca el auto en marcha.

— ¿Que le dirás a Emma? — pregunta, como repasando nuestro plan.

—Le escribiré en la tarde, pidiéndole disculpas por haberme ido de esta manera, disculpándome por lo que le hice, le diré que he conseguido donde estar, que ella merece crear su propia familia en un hogar sin mentiras.

— ¿Le dirás donde estarás?

Lo miro como si se le fuera zafado un tornillo: — Claro que no.

— ¿Como crees que se pondrá Louis? —

Reí ante su pregunta. Imaginando un histérico Louis cuando Emma se vaya el trabajo y yo no este ahí.

—Se pondrá como un tornado.

El camino se hace cómodo, con una canción de Ed Sheeran de fondo la cual entonamos al uniso.

Al llegar a la estación de buses me ayuda a bajar la valija.

Me mira con los ojos humedecidos cuando solo nos quedan un par de minutos juntos, me abraza con tanta fuerza que temo que rompa mis costillas, pero aun así le respondo el abrazo con la misma intensidad.

—Promete llamarme en cuanto estés allá— dice entre lagrimas

—Sabes que lo haré

— ¡Promételo! —exige sorbiéndose la nariz.

—Lo prometo Niels— Nos unimos en otro abrazo hasta que el claxon del bus suena dando a saber que está por salir. —Bieb... No me llenes de mocos

—Tú has llenado todas mis camisas de moco y yo no me quejo.

Nos despedimos entre lágrimas.

Él sabe que es lo correcto, que estaré bien lejos de Louis. Que, aunque lo ame y desee estar en mi habitación alistándome ir a la universidad para cuando regresar pasar una tarde juntos. Lo mejor para todos es alejarme y Niels esta consciente de ello por eso me a traído hasta aquí apoyándome y dando mes fuerzas para seguir.

Cuando estoy formándome para la revisión de pasajes recibo una llamada, me alegra que lo haya hecho. Su voz serena me tranquiliza y me hace entender que todo estará bien.

Me recuerda la dirección de donde tengo que ir luego de pasar la noche en un hotel.

Le agradezco una vez más por haberme ayudado sin saber con exactitud de que estoy escapando.

Entonces dice: —Espero verte pronto.

Sonrió al escucharlo.

—Yo también espero hacerlo. —Le digo con total sinceridad.

Le hago saber que tengo que colgar cuando solo dos personas quedan frente a mí.

—Disculpe—Le digo al señor que está recibiendo los tickest me mira con una pajita en su boca. — ¿Donde queda el hotel más cercano al llegar a la última parada?

Mi corazón late con rapidez cuando el hombre termina de explicarme la dirección de un hotel el cual me aseguro de confirmar en Google maps y subo al bus. Luego de estos meses logro respirar de manera serena. Dejando atrás todo el error cometido, dejando atrás los placeres egoístas que han marcado mi alma y corazón de manera permanente.

Mi celular suena avisándome que tengo un nuevo mensaje, al ver la pantalla me doy cuenta que es de Louis, no quiero leerlo. Quizás lo haga luego.

Me relajo en el cómodo asiento cuando el bus se pone en marcha. La ciudad empieza a desaparecer de manera lenta y borrosa ante mis ojos, alejándose más cada minuto y es imposible no llorar un poco más.

Me permito imaginarlo besar mis labios, me permito recordar lo que sucedió apenas hace unas horas. Lo hemos hecho en las escaleras, sonrió para mis adentros, sin duda será algo que no olvidare jamás.

Me permito recordar todas las veces en las que pronuncie su nombre antes de desvanecerme entre sus brazos, en cómo me miraba cuando estaba encima suyo haciendo suaves movimientos. Los gemidos capturados en la boca del otro, todos los besos, y todos los momentos que compartimos.

Recordare la manera en que tintineaban sus llaves al llegar a casa, en todas las pizzas que ordenamos, incluso esa vez que cocinamos lasaña, su manera de reír y en la manera en la que se formaban pequeñas arrugas bajo sus ojos al hacerlo. Los capítulos de Friends que mirábamos hasta tarde y sobre todo la manera en que tomaba mis mejillas antes de besarme.

Y te confieso con total sinceridad de que después de todo lo sucedido lo sigo amando.


FIN

Placeres egoístas ♥EDITANDO♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora