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17 de agosto 2019

En la mañana ya tenemos todo preparado para irnos a casa de mi madre. Al estar con Emma llevando el arreglo florar que hemos a ordenado como regalo hacia el auto de Louis me siento aliviado de que todo lo sucedido con German haya quedado en el olvido, supongo, Emma no menciona nada al respecto y con Louis ... Nosotros intentamos no tocar el tema.

Por lo tanto, todo fluye como antes.

Hago todo mi esfuerzo para que ella no levante sospecha desde lo ocurrido asi que en cada momento aprovecho para hacerle uno que otro comentario de lo que hacemos cuando ella esta en el trabajo (Omitiendo la parte del sexo, los besos, las caricias y las palabras tiernas).

Antes de marcharnos aprovechamos el momento en el que Emma sube a la habitacion por su bolso de mano para bersarnos ¡No nos hemos ni rozado en lo que va de dia!

Al llegar con nuestra madre nos recibe sonriente, algunos familiares y amigos ya están en el lugar.

El dia transcurre de maravilla.

Cuatro horas después mamá esta burbujeando de felicidad con sus invitados charlando y riendo a todo dar. Ya se han tomado tres bottella de wiskey. Emma esta frente a mi en la cocina ayudándome con los aperitivos.

-¡Harry!

Su voz me hace dar un salto, observo a Emma con extrañeza.

Me devuelve la mirada encogiéndose de hombro.

- Ve que ocurre, yo me encargo de esto- Dice agarrando la bandeja de cristal en sus manos.

-Bien-Logro pronunciar antes de que su cuerpo desaparezca por la puerta de madera.

Limpio mis manos en la servilleta de papel y salgo en dirección a las escaleras no sin antes de echar un vistazo a donde están todos reunidos, una sonriente Emma coloca la bandeja en la mesita de cristal y toma asiento en unos de los muebles interesada por la conversación.

A la mitad de las escaleras esta Louis apoyado de la baranda esperándome.

-¿Que ocurre? - Aun nós separan algunos escalones.

-Mira esto-Dice señalando unos de los retratos que cuelgan de la pared- recuerdo este día.

Me acerco hacia él y me corazón se hincha al recordar aquel momento donde ambos jugamos por primera vez en el campo de futbol en aquel instante me preocupaba por mantener todos mis sentimientos hacia Louis bien escondidos.

-Jugaste fatal - Su voz teñida de burla- corrías como princesa.

Lo miro indignado.

-¿Para eso me has llamado? Yo no fui quien vomito en el medio del campo.

Sus labios se forman en una mueca, seguro que es un recuerdo humillante.

-Touche. -dice bajando el escalón que nós separa. Me abraza antes de besarme, un beso de esos que me encantan, que me hacen sentir en una nube.

No me preocupa que nos vean desde el living una pared blanca bloquea la visión desde donde nós encontramos, pero si alguien llega a subir estaremos tremendamente jodidos.

-Lou...

-¿Cual es tu habitación?- pregunta sin separarse de mi boca, siento el inconfundible cosquilleo en la parte baja de abdomen.

Tengo la sensación de un extraño dejavu ante sus palabras.

-No creo que... - murmuro en un suspiro, su curiosa mano se ha colado dentro mis pantalones.

Lo aparto de mi con brusquedad.

- Eres un idiota- él sonríe, sabe que ha ganado con una simple caricia y sin más lo guió a la que era mi habitación.

No hablamos, no hace falta hacerlo. Apoyo mi espalda en la fría pared en cuanto entramos. Sin detener nuestro insaciable beso sus ágiles manos quitan en botón de mi pantalón bajándolo hasta los tobillos junto al bóxer. Y... Ooh se arrodilla ante mi asiéndome sentir colosal con su traviesa lengua, juega conmigo, vaya que lo hace. Chupa mi miembro a la vez que lleva una de sus manos a mi trasero, manoseándome, tocándome de esa manera tan morbosa que me encanta.

Hago de mis dos manos un puño en su castaña cabellera, introduciendolo más en mi sintiendo lo caliente de su garganta, así nós mantenemos durante unos minutos.

Lo amo, amo como me hace sentir.

Me prepara con un dedo, introduciendolo con una pausa delirante, luego dos, y un segundo después estoy hecho de puro jadeo.

No quiero ser ruidoso, no puedo, pero el clímax se aproxima y él lo sabe. Sus pervertidos ojos celestes me observan desde una posición tremendamente obscena.

-Mierda...Louis- Un último empujón es suficiente, mi sustancia se mezcla con su saliva y eso me pone aun más.

-Ven- Dice levantándose tiro de mis zapatos y luego saco el pantalón, me toma de la mano llevándome hacia la vieja peinadora. -Inclínate.

Lo hago sin chistar y me inclino apoyándome con los antebrazos, lo observo colocarse el preservativo atreves del espejo. Toma posición tras de mi, se introduce con lentitud y están excitante el hecho de vernos tener sexo que tengo que morder mi labio para no gemir.

Me empala, una, tres, cinco veces con exigencia, siente, nueve.

Me miro en el espejo el cabello me cae sobre cara, mis mejillas sonrojadas y mis labios rojos por morderlos y tras de mi esta él haciéndome suyo como tantas veces, como solo él sabe hacerlo, vnuestros ojos se encuentran en el espejo me empotra con tal dureza que se me escapa un pequeño grito, una sonrisa se extiende en su hermoso rostro, lo ha hecho apropósito. Pero una vez a ver gritado no puedo contenerme y los gemidos se escapan de mis labios.

No dejo de mirarnos, de ver como sus caderas se mueven con potencia.

Gimo tan alto que Louis se ve obligado a inclinarse y tapar mi boca con su mano mientras que con la otra me sostiene las caderas.

Aquello es otro nivel el que me tenga tan vulnerable bajo su cuerpo, en la manera que se hunde y toca ese delicioso punto dentro de mi.

No se cuanto tiempo a transcurrido cuando quita su mano de mi boca y dice:

-Ya puedes gritar, pequeño escandaloso.

- ¿Que...? - Me enviste y lo que iba a decir se transforma en un grito.

No me importa que me escuchen realmente estoy tan extasiado que no me importa más que el placer que me proporciona al sentir a Louis dentro de mi, al mirarlo hacerme suyo atreves del espejo.

Ambos llegamos a un sastifactorio orgasmo, él después del mio. Me incorporo apoyándome de la peinadora.

-Tenemos que bajar - dice, asiento y me muevo por la habitación buscando los pantalones, me da un azote cuando me inclino a agarrarlo del suelo. - Me encantas.

Sonrió por sus palabras. - ¿Como sabias que no me escucharían?

-Le han subido a la música.

-Uhm...- No me había percatado de eso.

-Eres muy ruidoso- se burla abriendo la puerta. Le saco el dedo medio y camino tras él.

Algo llama mi atención antes de cruzar el umbral, el buró al lado de la puerta sostiene una fotografía de Emma y yo de no hace más dos años. Aun se logra leer que lo dice la etiqueta "Feliz cumpleaños hermano, te amo"

Coivido, guardo la fotografía en la gaveta dejando el buró decorado solamente con un elegante florero.

Jugamos a las charadas y otros tontos juegos que a mi madre se le ha ocurrido.

- ¿Que dijo Louis? -Cuestiona Emma horas después luego de una larga tanda de UNO

-¿Que dijo?-Mis ojos están fijos en mi celular, Instagram es más interesante que mirarla a ella.

-Cuando subiste.

-Oh... Solo se burlaba de mi por el día en el campo de Fútbol ¿Puedes creer que me dijo que corría como princesa?

Placeres egoístas ♥EDITANDO♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora