Placeres egoístas ♥EDITANDO♥

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19 de abril del 2019.

Luego de clases me dirigo al Starbucks que suelo recurrir cuando salgo de la universidad. Tomo la malteada de fresa que me tiende la chica del mostrador y salgo del local al tiempo en el que me coloco los audífonos y le doy play a la música de mi celular. Miro el hermoso cielo azulado, parece ser un gran día... todo lo contrario a lo que el indicador del clima había anunciado "Grandes lluvias en la ciudad de New York apartir del medio día" ya son pasada las dos de la tarde y no había indicios de lluvia así que me acomode la mochila en el hombro y camine a paso relajado hacia la parada de buses.

Para mi pesar Niels a faltado a clases y tengo que regresar en bus a casa, así como también tuve que irme solo en la mañana. Tomo otro sorbo a la malteada revisando una notificación que he recibido en Instagram, tarareo la canción que sale atravez de los auriculares absorto a lo que sucede a mi alrededor.

Doy un gran salto cuando el claxon de un auto suena demasiado fuerte a mi lado, casi tirando la malteada al suelo me quito un audífono y me giro con brusquedad hacia la carretera.

—¡Que diablos!— Grito sin saber a quien.

Me quedo pasmado al mirarlo.

Louis me saluda con su mano desde la ventana del auto regalándome una sonrisa sin mostrar sus dientes.

—¡Estas loco, casi me da un puto infarto!— replico con molestia. Guardo el celular en mi pantalón y camino hacia estar lo suficientemente cerca de la ventanilla del auto. Estudio a Louis rápidamente: viste un traje azul oscuro, lentes ray ban negro y su cabello esta cuidadosamente peinado hacia atrás.

Deduzco de inmediato que viene del trabajo, su portafolio descansa en el asiento del copiloto.

—¿Adonde vas?— Pregunta deslizando los lentes hacia su cabello.

—A casa— Le doy otro sorbo de la bebida.

—Sube, yo te llevare.

Analizo el auto sopesando en lo que podría decirme acerca del beso.

Bien, comprendo que no consiguiria seguir evitando el tema.

Me pongo nervioso de inmediato, pero intento no demostrarlo, finjo desinterés con un encogimientos de hombros.

—Puedo irme solo.

El estruendo de un trueno se abre paso entre las nubes dando la sensación de que el cielo esta apunto de caerse.

¿Enserio, ahora?

Una ligera llovizna empieza a caer a los alrededores y sobre mi cabello. Miro ceñudo a Louis como si él fuera culpable de que el clima hubiera cambiado.

Era claro que no había opciones.

Rodeo el auto y abro la puerta del copiloto, él se apresura a pasar su maletín al asiento trasero. Sube la ventanilla y pone el motor en marcha. Como es de esperarse el trafico colapsa en cuestiones de segundo, una típica tarde en las ciudades de New York. Se que tardaremos mas de 20 minutos atrapados en el trafico hasta llegar a casa, aun con un solo audífono en mi oreja me centro en la canción que se reproduce.

Me siento nervioso por estar sentado junto a Louis, nervioso por el hecho de que él tocaría aquel tema en cuestiones de segundo, joder, estaba nervioso porque el auto que se encontraba al frente no se movía ni un sentimetro.

Muevo mi pierna derecha de arriba y abajo de una manera exagerada. Estoy consciente de ello. Es la única manera de mantenerme centrado.

—Harry, tenemos que hablar— Dice Louis de manera calmada con la vista fija en el trafico que comienza avanzar lentamente.