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A la mañana siguiente no veo a Emma por ningún lado aun siendo sábado, día de su descanso.

Estaba solo en casa. Preparé un bol de cereales y subí de nuevo.

Louis llego ese día más temprano de lo normal. Estaba sentado en el living cuando entro a la casa.

Deposito las llaves en el cuenco de la mesita de madera y se quitó el chaleco.

—Lo sabe— le dije con la vista fija en la tv él pareció no entenderlo así que agregué: — Emma sabe que estas con otra persona.

—Sí, lo hemos hablado

lo mire con incredulidad apagando la tv.

— ¿Lo han hablado?

Se encogió de hombros y camino hacia la cocina.

No comprendí su indiferencia ante el asunto, caminé tras de él.

— ¡Esta embarazada Louis por el amor a dios! ¡Le estas siendo infiel, conmigo!

Lleno un vaso de agua y tomo un sorbo antes de responder:

—No está embarazada, las pruebas han dado negativo.

Sentí un ligero alivio, pero aun así estaba enojado, enojado más conmigo mismo que con él.

—Tenemos que acabar con esto—anuncie con la cabeza en alto, mi voz tembló un poco. —No puedo seguir haciéndole esto a Emma. No puedo estar haciéndome esto a mí.

— ¿De que hablas?

Tome aire:

—Se acabó Louis esto...Lo quesea que tenemos no puede seguir.

Camino hacia mi tomando mi cara entre sus manos como suele hacer antes de besarme. No me beso solo busco mis ojos asegurándose de mis palabras.

Nuestra primera conversación luego de tres días, y le estaba dejando.

—No puedes. Esto es especial, lo sabes, lo que sentimos desde el primer beso fue mágico. –dijo con rapidez.

—Esto—Aparte sus manos de mi rostro—Esto ni siquiera tiene nombre.

—No vas a dejarme, tú me amas.

—No te amo, solo quiero acabar con este ridículo juego—Apreté los dientes para recuperar fuerzas.

—No puedes acabar con nuestra relación ¿Acaso crees que nunca me fije en tus miradas hacia a mí? ¿Crees que nunca me fije en cómo me mirabas con deseo? Acaso piensas, Harry, que soy tan incrédulo para no saber que el día que le pedí matrimonio a Emma lloraste porque yo estaba con ella y no contigo. Sabía que querías estar conmigo— Se alejó de mi extendiendo los brazos— ¿Quien crees que le dijo a Emma que te traerá a vivir con nosotros? —Lo miré sorprendido— ¡Fui yo Harry! Yo lo hice porque también te deseaba, quería tenerte cerca de mí. No tienes ni idea de todas las veces que desee tocarte, de hacerte mío, ¡Maldición Harry! De besarte. Y ahora que te tengo conmigo no puedes renunciar a esto. No con tu tonta excusas de que no estás enamorado de mí. Siempre lo has estado desde la primera vez nos vimos

Tarde unos segundos de recuperar la compostura.

—Tú te has encargado de hacerlo—dije con voz fría—No pudiste solo dejar todo atrás luego del beso en tu habitación, tenías que joderlo todo fingiendo quererme.

Sin previo aviso las lágrimas recorrieron mis mejillas. Se acercó a mi sin tocarme.

Sentí el dolor de sus palabras cuando hablo:

— Yo si te quiero, siempre lo he hecho.

— ¡Entonces porque estas con ella! —grite furioso— ¿¡porque le pediste matrimonio frente a mí, si sabias lo que sentía por ti!?

No respondió solo cerro los ojos y suspiro con frustración.

— ¡Dime!

—No lo entenderías Harry.

Negué con pesar, su aspecto no era nada a lo que era anteriormente.

Se notaba destruido tanto como yo.

—Se acabó—aclare antes de salir de la cocina.

Camine con zapatos de plomo hasta las escaleras, no escuche sus pasos tras de mi, imagine que se había quedado en la cocina. Me tomo de sorpresa cuando jalo de mi brazo.

Me beso al instante, sus labios húmedos sobre mis labios entre abiertos por la sorpresa. Deslizo sus pulgares por el caminillo de lágrimas en mis mejillas mirándome directo a los ojos. Esta vez fui yo quien lo beso, con desesperación, con enojo, todo mezclado en una caricia.

Me dejé caer sobre los escalones dándole paso a sus manos imprudentes bajo mi sudadera le permití desnudarme ahí mismo. Le permití que me observara como siempre lo hacía ante mi desnudes. Le ayude a despojarse los pantalones y cuando introdujo su miembro en mi me deje llevar por su delicioso vaivén.

Embriagando por su aroma y caricias.

Quizás el pensó que todo estaría solucionado por aquello, que mis gemidos eran una clara demostración de que seguiríamos con nuestro juego, que todo quedaría olvidado.

No era así.

Deje que me hiciera suyo por última vez en aquellas escaleras me deleite por la manera que jadeaba mi nombre, por como su miembro llegaba a ese punto dentro de mí que me hacía arquear la espalda.

Grite exclamaciones de placer, jadee en su oído y moví las caderas al ritmo que las suyas llevándome al punto de tocar el cielo.

Aquella vez fue diferente a las demás por el hecho de que al dejar su semilla dentro de mi pronuncio aquellas palabras que aun las escucho como si un fantasma hiciera el favor de recordármelas a todo momento:

—Te amo, siempre lo hare—su respiración acelerada y sus cabellos enmarañados causaron un cosquilleo en mi vientre— No fui capaz de detenerme una vez que sentí tus labios soy un egoísta lo sé, pero también sabía que sentías lo mismo por mi así que solo dejé que las cosas tomaran su propio camino. Era lo que deseábamos.

Lo atraje hacia mi abrazando su cuello, nuestros abdómenes húmedos por mi esencia.

Él encajó su cara entre mi cuello e inhalo profundo.

—También te amo— mis ojos se humedecieron de nuevo. Di un casto beso en su hombro, justo arriba de un pequeño lunar.

Permanecimos así un largo rato. Escuchando la respiración del otro. 

Placeres egoístas ♥EDITANDO♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora