Only You (Severus Snape X Tú)

Capítulo 7

______ estaba caminando tranquilamente por uno de los solitarios pasillos del castillo, disfrutando del ambiente siempre fresco del interior del colegio, ya que afuera ya comenzaban a sentirse los inicios de la época de calor de ese año. Disfrutaba de su soledad, simplemente caminando y pensando en nada; por supuesto que amaba a sus amigos, tanto a los más cercanos que eran Lily y Severus, como a los que había hecho poco a poco durante sus años en Hogwarts, pero por dentro seguía siendo la misma chica tímida de siempre, que prefería la soledad para poder concentrarse en sus asuntos y relajarse.

—Hola, ______.—escuchó que alguien la llamaba a sus espaldas.

Al voltear a ver de quién se trataba, no pudo más que sonreírle al chico que poco a poco se acercaba a ella. A pesar de que estaba muy cómoda con su soledad, tampoco se sentía molesta por verse acompañada de uno de sus amigos más queridos: Xenophilius Lovegood. Era un chico de cabello rubio casi blanco y ligeramente largo, con cuerpo delgado y ojos grises y soñadores; era de su misma edad, de la casa Ravenclaw, pero ya que compartían algunas clases desde el año anterior habían congeniado bastante rápido, aún considerando la cautela que tomaba la chica con las personas desconocidas.

El chico era bastante apartado por sus compañeros de casa, ya que solía tener ideas bastante imaginativas y extravagantes; sin embargo, eso era justamente lo que le gustaba a ______ de él. Además, era muy bueno escuchando, con él siempre tenía nuevos temas de conversación, y era uno de los pocos que no la presionaban a salir de su zona de confort.

—Hola, Xeno, ¿ya terminaron tus clases?

—Sí, desde hace un par de horas. Estaba en la biblioteca haciendo algunas tareas cuando te vi pasar, ¿quieres ir a cenar?

—Claro. Y, dime, ¿has descubierto más criaturas fantásticas de las que pueda hablar con mis padres?

Aunque muchos pudieran creer que ______ se burlaba de Xenophilius, la verdad era que la chica lo apreciaba mucho; por supuesto que sabía que la mayoría de las criaturas y fenómenos de las que hablaba el chico eran prácticamente imposibles de ser reales, pero le entretenía escuchar las ocurrencias del rubio.

—... La próxima salida a Hogsmeade puedo llevarte a esa colina en la que me pareció ver a los nargles. Y, por cierto, ¿por qué no te vi en Hogsmeade la semana pasada, estabas castigada?

—No, lo que ocurre es que fui con mis padres a una de mis clases de primeros auxilios.

—Oh, ¿por eso has estado saliendo todos los fines de semana?

—Sí, mis padres hablaron con el profesor Dumbledore; según ellos, saber primeros auxilios es muy importante para mí, y el profesor no vio ningún problema en que saliera del castillo los fines de semana, siempre y cuando no interfiriera con mis clases y mis entrenamientos de Quidditch.

—¿Para qué era importante el curso? ¿Piensas ser medimaga?

—No... A veces cuando mis padres estudian a las criaturas mágicas éstas se alteran, sobre todo cuando nunca antes han convivido con humanos, y es normal salir con alguna herida que requiera atención inmediata... Mis padres quieren que esté preparada para cuando comience a trabajar con ellos.—agregó lo último antes de dar un profundo suspiro melancólico.

—No pareces muy feliz con la idea de trabajar con ellos.

—No me molesta; me parece muy interesante su trabajo, y me gusta ayudarlos de vez en cuando... Pero, siendo sincera, la verdad es que no creo que dedicarme a lo mismo que ellos sea lo mío.

—Entonces, ¿qué te gustaría estudiar cuando nos graduemos?

______ permaneció en silencio unos momentos, pensando sobre cómo expresar lo que sentía. Al ver la mirada cálida y algo distraída de su amigo, supo que podía confiar en él y decirle toda la verdad.