XIII
—Por favor, niños, siéntense.— Habló el hombre a sus dos hijos de apenas siete y cinco años. Los niños caminaron hasta él, sentándose sobre la cama poniéndose atentos ante la seriedad del hombre. —Hay algo importante que su madre y yo debemos decirles...
—Es algo por lo que tendrán que pasar algún día...— Dijo la mujer acariciando la mejilla de la niña pequeña, con tanto cariño que la hizo sonreír. —Baji— Llamó al pequeño, con suavidad, la misma que usó para acariciar su pómulo. —Ustedes tienen que...
Baji despertó de golpe sin siquiera haberse dormido, y es que el dolor ya lo estaba haciendo delirar, sus músculos palpitando una y otras vez, sin descanso. Sacudió la cabeza para despejarla de cualquier recuerdo o pensamientos, recordando que no es el mejor momento para distraerse del mundo real.
—Si sigues dejando que te cargue te llevare al matadero.— Amenaza la bestia, demasiado cerca de su oído haciéndolo vibrar. —Estoy considerándolo.
Baji se aparta con rapidez, sintiéndose algo intimidado pero a la vez tomándolo con ligereza, la bestia ya no le causa tanto temor, de hecho, unos minutos más y estaría bajando la guardia por más tiempo que tan solo unos segundos. Es algo que o puede corregir, un defecto del que no puede deshacerse con facilidad, su extrema confianza terminaría matándolo, o haciendo que lo matasen.
—¿Existe un matadero?— Pregunta con el fin de alivianar un poco su temor. El oscuro apenas lo mira y alza una de sus delineadas cejas.— Pensé que ustedes solo los comían... en cualquier lugar donde los encontraran, como animales.
—Somos animales.— Habla el oscuro con molestia. — Ustedes comen y desechan en cualquier lugar, las alcantarillas son horribles por su culpa, un lugar inmundo e inhabitable.
—Las alcantarillas no son para habitarse.
—Cualquier lugar lo sería si no fuera por su culpa.— El oscuro se detiene, dándose la vuelta (porque se había adelantado) para encarar a Baji. — Generalmente no nos dejan hablar con cosas como ustedes, al líder no le parece correcto que manchemos nuestros pensamientos con sus sucias palabras, pero no me resistiré al deseo de dejarte claro unas cuantas cosas.
El oscuro se acerca, con paso tranquilo, y el cerebro de Baji no puede tomarlo como una amenaza, su miedo sigue apagado después de haberse adaptado al silencioso ambiente del subterráneo. Cuando la bestia ya se encuentra de pie frente a él es cuando reacciona, trata de dar un paso atrás pero sus piernas deciden no hacerlo y quedarse ahí, gozando del calor que emana el Oscuro, y solo por un segundo tiene la necesidad de abrazarse a él.
Baji es más alto que el oscuro, pero de alguna manera lo ve hacia arriba, quizás porque sus rodillas han cedido a cualquier sentimiento que este sintiendo en ese momento.
—Podrías aclararme porque comen personas.— Pregunta, con la voz penosa y tiritante.— Si somos tan asquerosos para ustedes...
—Son la plaga más dañina y abundante. Necesitan un control... y odiamos matar por gusto.— Habla la bestia, casi murmurándole por la cercanía. — No es como si fuéramos a cortarles la cabeza y a colgarla como trofeo, o usar su cuerpo como decoración.
—Oh...
—No encontramos placer en matar como muchos de ustedes lo hacen.
—Nosotros tampoco matamos por gusto.
—Ah ¿no lo hacen?— Baji niega dudoso, quitándose credibilidad. —Su pesca, su caza, su taxidermia... Nada de esto estaría mal si al menos tuvieran un poco de respeto y cuidado, si al menos no lastimaran por su simple diversión o entretenimiento, si ustedes...
—¿si fuéramos veganos?— Pregunta Baji, más como una broma que seriamente. El oscuro suspira y se aleja.
—No. No tienen que ser veganos para dejar de ser desagradables. Solo deben... ¿Por qué estoy hablando contigo? De nada serviría.
Baji está convencido de ello, cualquier cosa que él le diga no servirá, no es como si pudiera ir corriendo a con el gobierno y decirles el secreto para una vida plena. Las cosas no eran tan fáciles como eso, siempre eran complicadas, más complicadas de lo que él pudiera pensar.
Le sorprendió lo fácil que fue comunicarse con el Oscuro, contrario a lo que él pensó, los Oscuro podrían tener fácilmente una plática con un humano, dialogar, entenderse, lo único que se debía hacer eran mantener las dos partes vivas, y eso era demasiado difícil.
El oscuro se aparta con rapidez, dándose la vuelta y emprendiendo camino lejos de Baji, tan ajeno a cualquier pensamiento del humano, tan ajeno a cualquier cosa que pudiera pasar en el mundo.
—Me llamo Baji.— Le habla.
El oscuro lo mira por sobre el hombro.
—Mi nombre...— El oscuro parece pensarlo, pero después de un largo rato toma una decisión y regresa a caminar, sin decir nada. —No es necesario. — Baji abrió la boca para decir algo, pero de sus labios no salió ni un suspiro cuando el oscuro giró con brusquedad, sorprendiéndolo.
—Se llama Baji ¡te va a agradar!— La dulce voz de Naoto se acerca con entusiasmo, mientras sus saltos eran resonados por el túnel. Baji tuvo una sensación agridulce, donde la ternura y el miedo se esparcieron en él como una gota. —Papá lo conoce y...
Está jodidamente muerto.
XIV
"Mira qué lindo chico tenemos aquí"
"cállate, va a escucharte"
"¿crees que despierte? No quiero escucharlo gritar"
"Si sigues hablando tan alto lo hará"
"Estoy susurrando"
"no lo haces, ahora cállate"
"Tú eres quien está alzando la voz, siempre me regañas cuando tú eres peor..."
"Es que si te regaño antes no tendré la culpa"
"¡Eres tan infantil! No hay manera de que seas el próximo líder"
"Tu ni siquiera eres de la camada principal, de hecho, no eres ni siquiera de nuestras camadas, adoptado"
"eso es cruel..."
"No es cruel, el líder te adora, por eso te eligió como un posible..."
Mikey despierta.
"Hola lindo"
Dos pares de ojos brillando en la oscuridad; ambos anaranjados.
Disculpen los errores.
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Oscuro [Bajifuyu]
Mystère / ThrillerAdaptación al Bajifuyu Los oscuros son, como los llama Baji, vampiros que no beben sangre sino que comen carne humana, con uñas y dientes que rasgan la piel y ojos que brillan en la oscuridad, a veces verdes, azules, blancos o rojos dependiendo del...