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Ya estaba anocheciendo cuando regresamos a nuestra casa. La pequeña se había dormido en el auto, así que al bajarnos Jean la cargo para poder entrar. Al abrir la puerta, Eren y Armin se apresuraron a la puerta, nos miraron fijamente, Armin negó con la cabeza y Eren solo frunció los labios

–Asi que es cierto– Dijo Armin cruzando los brazos

–¡Eres un hijo de puta!– Empezó diciendo Eren– ¡Nos vamos ahora Marco!

Se acercó a mi, dispuesto a llevarme a rastras cuando la pequeña levanto la cabeza, mirando a Eren. Eso hizo que detuviera sus pasos, y una sonrisa se dibujara en su rostro.

–Hola pequeña

Asustada, estiró sus brazos hacia mi buscando algo de protección. La cargue de nuevo y entre con ella hasta la sala. Armin tiro de Eren y ambos me acompañaron, dejando a Jean en la puerta.

–Dime que está pasando, ¡Todo Marco!– Exigió Eren molesto

–Te lo diré, pero más tarde. No quiero hablar de eso ahora– Pedí mirando a Nataly– Es algo delicado

Ambos asintieron, así que decidí presentarles a Nataly. Ella era tímida pero al menos logro responder algunas preguntas antes de querer cenar.

Ella estaba cansada, así que después de que cenara algo y que se bañara, la acosté a dormir. Deje la puerta un poco abierta, solo para estar pendiente de ella.

Jean se había quedado en la cocina con los chicos, cuando regrese el silencio eran tan pesado e incómodo, que me dieron ganas de salir corriendo. Pero como había prometido, les conté todo lo que sucedió, desde el zoológico.

–¿Cómo pudiste hacerlo con una mujer tan asquerosa?– Fue lo primero que dijo Eren a Jean

–¡No lo recuerdo, carajo!– Dijo golpeando la mesa

–Eres un imbécil Jean– Dijo Armin suspirando– Y tu lo eres aún más por quedarte con el, pero eso lo decides tú– Dijo mirándome– Si ya tomaste esa desición, no podemos hacer nada más que apoyarte, y ambos deben pensar en la niña. Marco tiene razón, no pueden dejar que esa mujer se la lleve de nuevo

–¡Idiota!– Insulto de nuevo Eren– Al menos la niña es preciosa, hubiera odiado que tuviera tu horrible rostro

–¿Quieres calmarte?– Pedí enojado– Se que estás molesto pero eso no es lo importante

–Esta bien– Dijo cruzando los brazos– ¿Ya hablaron con tus padres?

–No están en la ciudad, regresan en tres meses– Dijo Jean

–Tienes tiempo para prepararte, tu madre te matará– Se burló Eren

Hablamos un poco más, hasta que se hizo tarde y tuvieron que irse. Repetimos la misma rutina, Jean durmió en la sala mientras yo dormía con la pequeña.

Llevarían sus cosas al día siguiente, ella tendría su propia habitación.

Dos días después, la habitación por fin estaba lista. Nataly estaba emocionada por la decoración, era increíble ver la sonrisa tan hermosa que tenía. Después la llevamos a comer, para festejar un poco.

De forma inconsciente, nos estábamos comportando como una familia. Habíamos creado una rutina para los tres, Jean estaba aprendiendo a jugar con ella y ayudarla cuando lo necesitaba.

La imagen era linda, hasta que recordaba como había sucedido todo. Hasta que recordaba que esa niña no era mía. Me sentía un poco excluido cuando los miraba, sentía que no pertenecía a ellos, aunque mis pensamientos eran un poco estúpidos.

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