Nuestro Amor

17

–¡No puedes llevártelo!– Grito Nataly corriendo hacia nosotros, tirando de mi lejos de Erwin

–Tranquila, pequeña– Dijo Erwin sonriendo

Jean no había dicho nada, solo nos miraba, mientras apretaba las manos en puños

–Nataly, tranquilizate– Dije suavemente, agarrando sus manos– No voy a irme

–¡Si lo harás!, ¡El quiere llevarte, por eso te beso!– Grito llorando– ¡Dijo que le gustas!

Me quedé sin palabras, dándome cuenta que Nataly había escuchado nuestra conversación.

–¡Marco es mío!– Grito de nuevo, corriendo hacia Erwin y golpeándolo

–¡Nataly, ya basta!– Grite, tratando de detener sus movimientos. Estaba desesperada mientras lo golpeaba– ¡Basta!

Se detuvo, mirándome asustada. Nunca le había gritado, y ahora, mientras estaba asustada de que podía irme le gritaba, como su madre había hecho. Sus ojos temblaron, quedándose quieta.

–¿Es mi culpa?– Pregunto en voz baja– ¿Es por qué tengo otra mamá?

–No, Nataly, eso no es...

–¡Me odias!– Grito de nuevo. Miro a Erwin una vez más y después corrió hacia su habitación, llorando

–Creo que...– Empezó a decir Erwin, cuando lo mire enojado

–¡No!, Solo vete– Pedí a Erwin, el asintió en silencio y camino hacia la puerta

Jean no se movió del camino, mirándolo

–Jean– Lo llame con preocupación, pero se movió de la puerta, dejando pasar a Erwin. La puerta se cerró detrás de él, mientras Jean me miraba– Puedo explicarlo...

–Iré a ver a Nataly– Dijo en voz baja, ignorandome

Subió las escaleras con fuerza, dejándome solo.

Me quedé en la sala de estar, mirando todavía la pequeña "casa" que había hecho con Nataly. Empecé a levantar los juguetes, mientras repasaba la conversación que tuve con Erwin, pensando en que había dicho.

Una hora más tarde, Jean bajo las escaleras y se sentó a mi lado en el sillón. No dijo nada, solo miro frente a el.

–Ella...

–Esta dormida– Respondió a mis palabras– Estuvo llorando hasta que se canso

–Que desastre– Susurré, pasando las manos por mi cabello

–¿Por qué estaba aquí?– Pregunto mirándome

–Vino a verme, dijo que le gustaba– Dije sin apartar la mirada de él

–¿El te gusta?– Pregunto, con la voz insegura

–Si, es guapo y... Sexi– Dije riendo un poco– Pero eso no es suficiente, así que lo rechace

–Y por eso te beso– Dijo tomando mi mano

–No se porque lo hizo– Dije sinceramente– Creí que lo entendió, pero al parecer es un poco terco

–Yo si lo entiendo– Dijo tirando de mi, hasta sentarme en sus piernas– Eres la persona más hermosa que hay, tan comprensivo y... Tan amoroso

–Tengo muchos defectos, no soy perfecto– Hable en voz baja

–Si lo eres, al menos para mí, eres perfecto– Dijo agarrando mis mejillas– Y por eso te quiere

–Jean, yo no lo quiero. No puedo querer a nadie que no seas tu– Dije encogiéndome de hombros– Te amo