Nuestro Amor

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Creo que es necesario hacer está aclaración/advertencia:

Yo NO estudio derecho ni nada por el estilo, estamos tratando con problemas legales (la custodia de Nataly) y aunque investigue y trate de informarme lo más que pude, no creo que las cosas sucedan de la forma en que yo lo estoy escribiendo. O tal vez si, pero por favor, tengan eso en cuenta.

Mis únicas referencias directas son todos los programas sobre criminología que veo y Caso Cerrado JAJAJAJAJA

POR FAVOR, NO TOMEN COMO INFORMACIÓN CONFIABLE LO QUE ESTOY ESCRIBIENDO

Recuerden que es ficción y sobre todo, algo que sale de mi imaginación. Si quieren información verídica, hablen con alguien que estudió sobre el tema.

Ahora, pueden seguir leyendo.

–¿Estás nervioso?– Pregunté a Jean, mientras arreglaba su corbata

–Lo estoy, siento que voy a morir– Dijo sacudiendo sus manos

–Yo también, me duele el estómago– Dije en voz baja

No podía mentirle, no podía decirle que todo estaría bien cuando no lo sabía. Estábamos esperando para entrar a la pequeña sala donde sería el juicio, aún no llegaba Nataly con la mujer y Erwin esperaba lejos de nosotros. Tampoco podíamos tener interacción con el, o podría considerarse preferencia.

Sentía mis piernas temblar mientras sujetaba la mano de Jean con fuerza. Me sentía demasiado nervioso.

–Adelante por favor– Nos llamo una oficial, abriendo la puerta

Entramos despacio, siguiendo las indicaciones. Yo no podía sentarme junto a Jean, así que lo hice detrás de él, aunque fue difícil ya que no quería soltar mi mano.

La puerta se abrió de nuevo, y entro ella acompañada de la pequeña. Sentí mi corazón apretarse al verla, su cabello se veía revuelto aunque no como la primera vez que la vi, y la ropa que llevaba era linda. Ella me miró por un momento y sonrió, pero enseguida la mujer tiro de ella.

Jean no había visto nada de esto, lo cual agradecía porque se habría enojado y complicado las cosas. Los últimos días había estado demasiado propenso a enojarse debido al estrés, quería mantenerlo tranquilo.

–Marco, quiero vomitar– Dijo mirándome

Me puse de pie, acercándome lo más que pude para abrazarlo, necesitaba calmarlo un poco.

–Voy a estar contigo, me prometiste que estaríamos juntos los tres, ¿Recuerdas?– Pregunté con una sonrisa– Tienes que cumplirlo, por favor

–Lo haré cariño– Dijo en voz baja

Regrese a mi lugar, nervioso mientras esperábamos. Erwin se sentó justo detrás de mi, inclinandose cerca de mi espalda.

–Yo también te lo prometo cariño– Dijo refiriéndose a lo que había hablado con Jean

–Alejate de mi Erwin– Susurré sin mirarlo

–¿Por qué no me abrazas?, Pensé que me merecía un poco de tu amor– Dijo riendo

Puse los ojos en blanco, no era momento para sus coqueteos pero tampoco podía golpearlo. Lo mire con enojo, tratando de ser claro con lo que decía

–Tienes 2 segundos para alejarte, si no quieres perder tu miembro pedazo de imbécil– Nunca le había hablado de esa forma, se quedó sorprendido pero no volvió a decir nada