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—¡Suerte, Kang!

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—¡Suerte, Kang!

—Uhmjm.

"Definitivamente no está funcionando", pensó.

Si Hongseok tenía un defecto, era su poca paciencia.

Sí, él intentó mostrarle sus encantos para caerle bien a Hyunggu, pero el señor importante estaba hecho para ser odiado. Tenía una forma de ser irritante, molesta. Aunque le llamaba la atención que él fuese el único que lo notó. Es decir, ¿sólo a Hongseok le caía mal Hyunggu?

Odiaba la manera en la que Hyunggu le daba vuelta la cara y ni siquiera lo miraba; cómo ni se mosqueaba por su presencia o esas reacciones indiferentes que tenía a sus "buenos actos".

"Ten, Kang, te convido de mi agua."

"No quiero tu agua."


 
"¿Perdiste algo, Kang? ¿Te ayudo?"

"Estorbarías, torpe."


  
"¡Te ves bien hoy!"

"Cierra la boca."

Hongseok estaba haciendo su mejor esfuerzo con agradarle, mostrarle al verdadero Hongseok, pero Hyunggu seguía testarudo en su posición de rival, como si eso le sirviese de algo.

Irritante, como el humor de Hongseok el día del octavo ensayo. Changgu sólo se limitó a quedarse a un lado suyo, incómodo, porque la expresión seria de su compañero lo intimidaba de cierto modo. Prefería no decir nada para evitar problemas.

Sentados a un costado de la gran sala principal, junto a algunos actores más que estaban fuera de escena, miraban a sus colegas (principalmente a Minnie y a Hyunggu interpretando el "papel de Hongseok") que empezaban con el ensayo nuevamente en medio de la sala, con una seriedad que llegaba a silenciar el ambiente. Apenas unos murmullos (seguramente elogiando a Kang) se llegaban a atrapar en el aire.

Hongseok ni siquiera prestaba atención al ensayo, sólo observaba con detalle las expresiones de Hyunggu, quien ni siquiera sintió la filosa mirada de su rival encima suyo.

No, Hongseok no tenía paciencia. Apenas tres días y ya quería que Kang, aquel muchacho con el que apenas podía cruzar dos palabras pacíficamente, fuese como su amigo de toda la vida. Como si fuera tan fácil.

Según él, debería. De todas formas, Hyunggu empezó.

—Y... ¡fin del segundo acto!— cortó el director Jo, haciendo que la concentración de los actores en escena se rompiese y volviesen al teatro de Seul nuevamente. —Los felicito, ha sido una excelente jornada la de hoy.

Los aplausos de felicitaciones no se hicieron esperar por parte del elenco. Incluso Hongseok se contagió de esa alegría y empezó a aplaudir, pero sin cambiar la expresión de la cara. Ciertamente aún estaba un poco enojado, quizás. Algo así.

dadá | hongki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora