Siguiendo con la mirada como Tsuki abandonaba el campo de entrenamiento dejando en el aire un rastro de tenues lágrimas tras de sí, el capitán anunció el siguiente enfrentamiento.
-¡Eiji y Akaji! ¡Dejad de mirarle el culo a la señorita Seicho y dirigíos a las gradas de inmediato! El campo debe quedar despejado para que en unos minutos se enfrenten Nakita Kalsag y Wang Shi.-
-Imbécil...- Murmuré con rabia, mientras junto al joven de pelo anaranjado andábamos con paso firme en dirección hacia nuestros asientos.
Mientras subíamos las escaleras de las gradas nos encontramos a nuestro travieso colega quien las bajaba para asistir a su combate.
-Nakita...-
-No te rayes por Tsuki, Eiji.- Me respondió con una sonrisa el joven de pelo rosado mientras se ajustaba su gorra. –Necesita su propio espacio, además yo también me echaría a llorar si fuese el compañero de habitación de Akaji, este supuesto galán solo piensa en una cosa.- Prosiguió con un tono burlón.
-¡Un respeto! Ya me vendrás llorando cuando Shi te apalice. – Respondió el cadete de pervertida personalidad.
-Buena suerte, Wang es un poco raro, nunca entiendo nada de lo que dice y creo que nadie en toda la clase sabe cuál es su poder o su arma del alma, así que...-
-Tranqui tronco, no me subestimes, si no sabemos nada de él con que no se me acerque no me podrá golpear. Y se perfectamente cómo mantenerle a ralla. – Contestó Nakita con una sonrisa pícara en el rostro.
Los tres compañeros allí presentes chocamos nuestros puños para despedir a nuestro bajito camarada, deseándole lo mejor en su combate. Sin embargo, la preocupación sobre el estado anímico de mi querida peliazul nublaba mi mente quedándome así absorto en mis pensamientos aun después de que Nakita ya se hubiese posado en el campo de entrenamiento.
-¡Eiji despierta!- Gritó con fuerza Akaji una y otra vez hasta que reaccioné sobresaltado.
-¿¡Qué quieres pesado?!-
-Que muevas el culo, te has quedado empanado y aún no hemos llegado a nuestros asientos, se me cansan las piernas ¿sabes? así que espabila cabezón.-
A regañadientes seguí la propuesta de mi colega y nos sentamos a disfrutar del siguiente enfrentamiento.
Una vez ambos contendientes se encontraron cara a cara, el profesor Kuroshi empezó las presentaciones con una gran motivación, pero esta vez serían un poco distintas a las usuales.
-¡A mi derecha! ¡Con un cristal de nacimiento de rango D! ¡Que da a su portador la habilidad de la rotación perpetua, haciendo que cualquier cosa que este toque pueda girar sobre si misma sin parar! ¡Junto a una arma del alma que adquiere la forma de un guantelete de acero protegido con un escudo circular con filo en todo su diámetro! ¡''El pequeño bastardo! ¡Nakita Kalsag!-
-¿¡Pequeño bastardo?! Esta noche me asegurare de llenar tu almohada de clavos capitán.- Refunfuñó rabioso el cadete.
-¡Y a mi izquierda! ¡Con un cristal de rango A!- La saturada voz del profesor cesó de golpe. Kuroshi parecía forzar la vista leyendo una y otra vez la ficha de estudiante perteneciente a Wang Shi. Viendo que estaba haciendo el ridículo frente a sus alumnos, se secó el sudor de la frente, carraspeó y con su gran energía que le caracterizaba exclamo. –Pues la verdad es que no entiendo cómo funciona su poder, así que lo omito. Además su arma del alma no viene descrita en su ficha...-
Todos los alumnos caímos de culo contra el suelo por la decepcionante declaración del que se suponía que era el capitán del ejército de Souldiers de nuestra nación.
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TAMA NO HO
FantasyEn un mundo de fantasía, algunos reinos humanos han empezado a poder aprender invocar armas las cuales son una representación de su alma, a su vez, ciertos humanos también empiezan a nacer con habilidades mágicas o físicas las cuales deben aprender...