Los 71° juegos del hambre están por comenzar, los tributos están listos para luchar. Alice Moon en una de ellos, una niña de tan sólo 12 años de edad con ninguna habilidad aparente y mucho mas débil que los demas tributos. Pero de lo que está segura...
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Alice salió de la habitación a la hora de la cena, tal como se le había indicado, Effie y el chico de su distrito (del cuál Alice no conocía su nombre) ya se encontraban en la mesa.
Haymitch no apareció para cenar ni para ayudarlos ni un poco, a pesar de que el era su mentor y tendría que estar ahí para ayudarles y aconsejarles.
Aún no había comenzado a comer, pero pronto notó que el chico de su distrito ya estaba devorando toda la comida que podía, pero había algo más que noto, el estaba comiendo con las manos, causando que Effie Trincket se quejara e hiciera una mueca de saco.
ㅡ¡Para que crees que existen los cubiertos Eder! ㅡlo regaña ella. Eder parece molestarse pues aleja su comida de golpe, se levanta de su lugar con brusquedad y abandona el lugar.
Alice observo todo en completo silencio. Cuando escucho el portaso supo que Eder había salido del vagón.
ㅡ¡Adonde crees que vas! ¡Es de muy mala educación levantarte antes que los demás! ㅡ le grita Effie Trincket, pero por supuesto el chico ya no podía escucharla.
Alice intenta ignorar toda la escena que acababan de hacer y se centra en la comida que tiene delante, la rubia jamás había visto tanta comida frente sus ojos.
Effie Trincket le indica que puede tomar todo lo que quiera y Alice así lo hace, se sirve un poco de todo y antes de empezar a engullir sus alimentos toma los cubiertos para tratar de comer con los pocos modales que su padre le había enseñado, pues su padre provenía del distrito dos dónde pareciera que son un poco más civilizados. Esas acciones dejan sorprendida a la capitolina.
ㅡTienes muy buenos modales pequeña ㅡmenciona Effie Trincket luego de unos minutos.
ㅡGracias, aunque no hay muchas oportunidades de aprender modales en el distrito ㅡdice Alice un poco tímida. Ella siempre se había caracterizado por ser una niña tímida y de pocos amigos, le costaba ser sociable, pero en estos momentos ahora estaba dispuesta a dejar de serloㅡ Si usted puede ¿Podria enseñarme a ser una niña mas educada?
ㅡ¡Claro que si pequeña! ㅡ exclama la mujer mirándola con ternura.
Effie Trincket se empeña en enseñarle a usar correctamente los cubiertos y algunas cosas más que tenía que saber. Cuando terminaron la cena Alice sentía que había aprendido muchas cosas, por lo que le agradecío y se despidió de ella.
Salió del vagón para pasar a otro, cerró la puerta del vagón anterior, justo iba a su habitación pero en uno de los sillones del vagón vio a Eder sentado. Debatió entre sentarse a su lado y hacerle compañía o irse y esperar a que Effie Trincket le hablara para ver las cosechas de los demás distritos, se habían tardado poco en cenar y aún faltaba tiempo para que las vieran.
Al final decidió sentarse junto a el, Eder era un chico de ojos y cabello oscuro que resaltaba en lo pálido de su piel, era atractivo según pensaba Alice, eso le jugaría un buen papel dentro de los juegos.
ㅡHola ㅡ murmuró Alice.
Eder la volteo a ver, pero Alice fue incapaz de devolverle la mirada.
ㅡ¿Que haces aquí? ㅡ preguntó frunciendo el entrecejo.
ㅡYo... queria saber si estabas bien ㅡ murmuró levantándose del sillón ㅡPero ya me voy.
Maldita timidez, penso Alice.
ㅡ¿Y tu estas bien? ㅡ inquirió como respuesta, Alice volvió a sentarse.
ㅡNo ㅡ respondíoㅡ. No nos presentamos, Alice Moon ㅡ la rubia extendió su mano.
ㅡEder Browie ㅡEder estrecho su mano con la de Alice.
Era raro verlos juntos conversando y riendo, la mayoría de los tributos entran pensando que tiene 22 enemigos y 23 si cuenta al otro tributo de su distrito, muy pocos eran los que decidían aliarse con su compañero de distrito. Asi que cuando Effie Trincket fue a buscarlos no pudo evitar sonreír con ternura cuando los vio a los dos juntos conviviendo en paz. Ellos sin duda eran sus mejores tributos.
Effie Trincket carraspeo antes de entrar para llamar la atención de ambos.
ㅡChicos ya es hora.
ㅡYa vamos señorita Effie ㅡ respondío Alice.
Alice y Eder se levantaron del sillón y salieron del vagón para pasar a otro. Encontraron a Effie Trincket ya sentada frente a un gran televisor, cabe destacar que Haymitch Abernathy aún no había aparecido.
ㅡ¿Donde esta nuestro mentor? ㅡ preguntó Eder.
ㅡOh, debe estar en el bar ㅡ respondío la capitolina con una mueca ㅡ. Es como su lugar favorito.
Effie Trincket encendió el televisor y los tres comenzaron a ver las cosechas de los demás distritos. Lo primero que Alice pudo notar era que los demas tributos tenían un rango de edad de 16 a 18 años, no habia nadie que se asemejara a su edad, lo otro era que no solo eran más grandes aue ella de edad si no que tambien de estatura, en el televisor se veían demasiado altos y amenazantes. Por ende Alice era la mas pequeña de edad y de estatura, la mas débil, la más indefensa y la presa perfecta.
Alice sabia que era la mas débil, ¿De que le servía toda su preparación, si todos se veían mucho más fuertes?. La rubia bajo la cabeza intentando contener algunas lagrimas, Effie Trincket contiene la respiración y sonrie a medias ( la capitolina siempre tenía que lucir alegre y entusiasta).
ㅡTratare de hablar con Haymitch para que hable con ustedes. Mientras vayan a dormir y descansen un poco.
ㅡGracias por lo de hoy señorita Effie. Que tenga una bonita noche ㅡ se despide agregando una pequeña reverencia.
Eder solo murmura "Buenas noches" y se va. Alice se va después de el, al entrar a su habitación no puede evitar tirarse sobre su cama, miles de pensamientos inundan su mente y una pregunta se hace presente ¿Qué más podrá hacer para sobrevivir?.
