Los 71° juegos del hambre están por comenzar, los tributos están listos para luchar. Alice Moon en una de ellos, una niña de tan sólo 12 años de edad con ninguna habilidad aparente y mucho mas débil que los demas tributos. Pero de lo que está segura...
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Cuando llegaron a la sala de entrenamiento, un grupo de mujeres comienzan a hacer un sin fin de cosas en el cuerpo de Alice.
Comenzando con un intenso lavado de cuerpo que tienen que repetir dos veces. La peor parte fue cuando depilaron cada parte de la piel de Alice dejando su piel roja e irritada, después para compensar eso comenzaron a untarle por todo el cuerpo un montón de cremas que Alice no siquiera sabía para que servían, pero al menos dejaron su odio suave y sin marca de irritación.
En su cabello aplicaron diferentes tipos de shampoo y algunos tratamientos más que iban desde cremas hasta aceites que dejaron su rubia cabellera más suave, brilloso y sobre todo más manejable. Ojalá y estuviera así todo el tiempo.
Después de varias horas de limpieza su piel queda tan suave que le dan ganas de tocarla a cada rato y lo haría si no fuera porque la amenazaron con volver a repetir el proceso si se atrevía a ensuciar su trabajo. El grupo de mujeres sale, dejándola sola esperando a quien seria su estilista.
Unos minutos pasan y una señora de mediana edad entró y al igual que todos en el Capitolio iba maquillada le forma más extravagante posible, su vestimenta es adornada por cientos de lentejuelas que con la luz del lugar pareciera que brillará por cuenta propia.
Se quedo parada frente a Alice examinando su cuerpo aún desnudo, la niña se sintió como cuando un pintor observa el objeto que va a retratar o como un escultor viendo lo que va a moldear.
ㅡMi nombre es Zenda y seré tu estilista ㅡse presentó, su voz era grave casi parecida al de un hombreㅡ. Vamos a comer algo, debes tener hambre después de tantas horas de limpiezaㅡ dijo dejándole poner una pequeña bata para cubrir su cuerpo .
Todo estaba en silencio salvo por el ruido de los cubiertos chocando contra el plato.
Terminaron de comer y tras un breve descanso la estilista comienza hacer su trabajo.
Lo primero que hace es arreglar su cabello en un elegante moño.
Después maquillo su rostro, comienza a aplicar un sin fin de productos en su cara, Alice que aún era una niña no conocía la mayoría de esos productos y creía que aunque fuera más mayor seguiría sin reconocerlos.
Llega la parte que más lepreocupa y es la del vestuario. Comienza colocándole un gran y hermoso vestido negro, de escote recto y manga tres cuartos, la falda era enorme y amplia que por cierto pesaba demasiado, la parte de arriba del vestido estaba incrustada con miles de piedras color negro que seguramente representa el carbón. Después terminó colocando en sus pequeños pies unos zapatos bajos del mismo color del vestido e igualmente incrustados de pequeñas piedras. Termina colocando en su cabeza un casco de minero negro y cubierto de brillo. Podría decir que este vestuario brilla más que el sol.
ㅡPareces una pequeña princesita ㅡ dice con satisfacción conteniendo las ganas de apretar sus mejillas, no quería arruinar el maquillaje.
Alice se ve en el espejo y puede darle la razón, el maquillaje no deja rastro de su verdadera edad, se veía algunos años más grande, como de unos catorce años aproximadamente, Alice no entendía el porque del maquillaje, se suponía que su papel era el de ser una niña tierna y un poco infantil.
Agradece a Zenda por el el trabajo y tras unos pequeños retoques y correcciones se dirigen a la carroza. Justo ahí Alice se encuentro con Eder quien lleva una vestuario similar, llevaba una camisa sin mangas que dejaban ver sus trabajados músculos, un pantalón negro y algunos accesorios mas.
Suben a las carrozas y el momento que Alice más temia había llegado, el himno de Panem comenzó a sonar y la primera carroza salió. Los nervios recorrieron cada parte de su ser, no era provocados por el público si no por la primera impresión de los tributos
Los chicos del uno eran altos, pero no tanto como el chico del tres que parecía medir casi dos metros, los chicos del cuatro sonreían arrogantemente y saludaban a la multitud, en persona eran incluso más grandes e imponentes que en la tele.
El carroza en la que estában comenzó a moverse y su turno llegó, Alice recordó lo que Haymich había dicho "Con mucha suerte conseguirán patrocinadores", en el momento en el que la carroza salió, ambos comenzaron a sonreír y a saludar al público.
Varios capitolinos posan su mirada en ellos y en un momento Alice creyó que miraban a Eder y sus grandes músculos, pero cuando escucho sus reacciones se dio cuenta de que le prestan más atención a ella. "Es la más joven" "Mírenla es hermosa" "Parece una princesa" eran algunos de los comentarios que Alice pudo escuchar durante su recorrido.
La carroza se detiene y comienza un discurso del presiente Snow.
ㅡEstuvieron fantásticos ㅡ los felicito Effie Trincket cuando terminó el desfile.
ㅡMuy lindos los dos, lindura te puedo asegurar que tienes a los capitolinos fascinados y Eder tu tienes a las mujeres babeando por ti
Lograron lo primero que tenían que hacer, destacar entre los demás tributos.
ㅡSi hay que darnos prisa para cenar y ver lo que Claudius y Ceasar tienen que decir sobre ustedes ㅡ comenta Effie Trincket.
Llegaron al piso que les corresponde y Alice puede notar que como todo está llenos de lujos, Effie Trincket les explica que por ser del distrito doce tienen más privilegios que los demás. Se sentaron a cenar y una vez terminaron se sentarin frente la pantalla.
Se ponen a ver el desfile, el chico del uno era alto y al igual que Eder era bastante atractivo, las chicas del uno y la del dos tenían un cuerpo que podía catalogarse como sexi. Pero el tributo del 3 era aún más alto y más músculoso.
ㅡDistrito doce mineros, carbón y minas ㅡ explica Ceasar antes de que saliera la carroza del distrito.
La carroza sale y se pueden ver, Eder con una simpática sonrisa y Alice con una sonrisa tierna e infantil.
ㅡ¡Sólo mirenla! Alice Moon la tributo más joven de este año, parece una princesa, no cabe duda está niña desborda elegancia y hermosura. ㅡ grita Ceasar sorprendiendo a la nombrada.
ㅡLa estilista de Alice superó las expectativas de este año, sólo mirala. ㅡ comento Claudius.
ㅡ Tienes razón ㅡ asintió Ceasar.
ㅡPerfecto ㅡdice Haymich recostandose en el sillónㅡ Esperemos que puedas seguir así mañana
ㅡ¿A que se refiere?
ㅡMañana empiezan los entrenamientos, tus buenos modales, tu hermosura y elegancia no servirán de nada en la arena lindura.
ㅡSoy la más debil, no tengo oportunidad ㅡdice amargamente.
ㅡQue realista eres lindura, escuchen mañana deben entrenar y aprender cosas nuevas no muestren sus habilidades.
ㅡEstas diciendo que no practiquemos con lo que somos buenos. ㅡdijo Eder con el ceño fruncido.
ㅡSi eso dije —repite de mala gana —. Eder no uses el hacha, Alice no utilices los cuchillos y si los usan deben fingir ser malos en ello, confundan a los demás. No dejen que los demás vean sus habilidades.
ㅡYa es hora de que se vayan a dormir, mañana los espera una día largo de entrenamiento. ㅡ les dice Effie Trincket interrumpiendo al mentor.
Se levantaron y se encerraron en sus respectivas habitaciones, que antriormente Effie Trincket les había mostrado. Alice tarda unos minutos en quedarse dormida, no puede dejar de pensar en todo lo referente a los juegos.
