Capítulo 8: "Tregua"

817 80 1
                                    




Al volver al campamento lo primero que hice fue hablar con Abby y Jaha. Les rogué que dejaran que los chicos se quedaran allí, bajo mi cuidado.

Jaha dudó un poco antes de aceptar y Abby me mostró el cuarto que utilizaríamos.

Estaba muy feliz, aunque sabía que al principio no serían aceptados, después de todo eran terrestres.

Sacudí mi cabeza volviendo a prestar atención a las palabras que salían de la boca de Agatha.

—Entonces.. ¿Tu y Scott?— Se sonrojó y río levemente, cosa que me causó mucha gracia.

—Si... ¿Y que con el terrestre?—Rodé los ojos.

—Se llama Graysonn, A.—La reprendí.—Y no pasa nada, somos amigos.

—Amigos que se quieren d....—La chité cuando Clarke entró por la puerta del cuarto.

Estuvo unos segundos sin decir nada, como debatiéndose a hablar o no, y mientras tanto tenía nuestras miradas clavadas en su rostro.

—Quiero que me acompañes a hablar con la comandante.

Sentí que me atraganté con mi propia saliva y luego de toser un par de veces le asentí y me levanté del suelo.

Antes de alejarnos abracé a Agatha y le dije que luego seguiríamos con nuestra charla, puesto a que el panorama últimamente no nos dejaba hablar tranquilas.

Mientras tanto, nos guiaban a una gran carpa armada a unos 100 metros del campamento, en donde la comandante estaba. Antes de entrar un terrestre nos tanteó el cuerpo y tiró mis cuchillos al suelo, dándome una cara de pocos amigos y empujándome dentro de la carpa.

—Si tan solo la miran mal, les cortaré la garganta.—Habló.

Una especie de trono hecho con corteza de árbol se alzaba en el medio de la gran carpa y sentado justo en el se encontraba una chica no más joven que nosotras, era envidiablemente linda. Nos miró mientras dejaba de jugar con el pequeño cuchillo que portaba, enderezó su cabeza y sonrió diminutamente. Una corriente de escalofríos me corrió de arriba a abajo.

A su lado reconocí a Indra, mirándome con indiferencia.

—Entonces, ustedes fueron las que quemaron vivos a 300 de mis hombres.—Habló mirándonos fijamente.

—En teoría fue ella.—Hablé y una sonrisa apareció en el rostro de la comandante.

—Melisa, ¿no es cierto?—Asentí.—Uno de mis mejores guerreros de Trikru es ahora traidor por tu culpa, ¿Como se siente eso?

Quedé muda, sabiendo que se refería a Graysonn y no tardé en sentirme mal , Clarke al verme me tomó del brazo y me acercó a ella levemente.

—Hemos venido a hacer una oferta. —Habló Clarke.

—Esto no es una negociación.

—Podemos ayudarlos a vencer a los montañeses.

La chica pareció pensárselo unos segundos y antes de que Indra pudiera reclamar dejó a Clarke proseguir.

—Habla.

—Cientos de su gente están atrapados dentro de Mount Weather retenidos en jaulas. -Explicó Clarke- Los están matando, su sangre es medicina.

—¿Como sabes eso?

—Porque les he visto, por que he estado allí, escape con Anya.—Miré que la comandante escuchaba atentamente a Clarke.— Nuestra gente está allí igual.

—No. Anya murió en el fuego, tú la mataste —Le contradijo Indra.

Clarke se removió en su lugar y abrió su chaqueta para sacar algo de allí, era un trozo de cabello armado en trenza. La rubia se acercó a la comandante y le tendió el cabello.

—Me dijo que tú eras su segunda, estoy segura de que ella quería que tuvieses esto.

—No sabemos si es suyo —Indra parecía estar a la defensiva.

—Pleni.— Indra bajó la mirada y por lo que entendí había dicho algo como 'suficiente', sonreí al ver como Indra obedecía.

—Anya era mi mentora antes de llegar a ser la comandante. —Dejó la trenza a un lado y se acomodó nuevamente en su trono— ¿Murió bien?

—Sí claro, a mi lado.—asintió Clarke—Intentando enviarte un mensaje.

—¿Qué mensaje?

—La única forma de salvar a nuestra gente es si nos unimos.

—Aquellos que están a punto de morir dirán cualquier cosa —Dijo de nuevo Indra.

—Aún sigo esperando una oferta —Pronunció la Comandante.

—Los montañeses están convirtiendo a tu gente en Reapers —Expliqué.— Podemos volver a convertirlos. Lo hemos hecho, con Lincoln.

La Comandante se levantó y se acercó a nosotras, sin soltar el cuchillo en su mano.

—¿Dices que pueden volver a convertir a Reapers en mis hombres?

Ambas asentimos.

-Pruébenlo entonces, enséñenme a Lincoln.

Asentimos inmediatamente y salimos entusiasmadas, estábamos logrando algo. Llevamos a la comandante, Indra y unos hombres más hasta la nave, pero al llegar todas mis expectativas quedaron por el suelo.

Octavia yacía a un lado del cuerpo sin vida de Lincoln, y en una de las esquinas estaba a Graysonn y Alo.

Los hombres se adelantaron y los tomaron a los dos por las cabezas, tirándolos al suelo, grité por el susto que me había llevado.

—¡Indra! ¡La tocas y te asesinó!—El gritó de Graysonn desde el suelo hizo girarme, encontrándome con la punta de una espada justo en mi pecho.

—Por favor...— Clarke le habló a la comandante.— No tienes que hacer esto.

—Me mintieron y se les ha acabado el tiempo.

Sin siquiera pestañear, Abby tomó una porra eléctrica y le dio a Lincoln en el pecho.

No me moví mucho debido a la gran espada que tenía delante amenazando mi vida pero entendí que quería reanimarlo.

—Dale otra vez. —Susurró Clarke.

Su madre le hizo caso y a la cuarta vez el cuerpo de Lincoln se sacudió y abrió los ojos mientras tosía.

—Lincoln —Murmuró Octavia.

—Octavia.

***

Clarke me obligó a volver a la gran carpa de la comandante con ella, para cerrar el trato que teníamos.

—La recuperación de Lincoln ha sido.. gratamente impresionante.

—No es complicado, en realidad. —Explicó la rubia.— Solo tenemos que mantenerlos vivos el tiempo suficiente para que la droga salga de su organismo.

—Podrán tener su tregua.

—Antes.—Las dos chicas e Indra me miraron atentas y creo que todas sabían lo que diría.—Quiero que perdonen a Graysonn y Alo.

—Eso no será problema para mí, son buenos chicos.—Habló la comandante, miró a Indra por su hombro y bufó.—En el pueblo no podrán quedarse.

—Bien, se quedarán con nosotros.—Clarke asintió.

—Yo quiero algo.— La comandante pidió.

—Dinos —Hablé.

—Entréguenme al que llaman Finn— La cara de Clarke se transformó.— Nuestra tregua inicia con su muerte.

Melisa || John Murphy || PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora