Capítulo 3: "Las Hedas"

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Desperté exaltada de una pequeña siesta, me transpiraba la cara y mi respiración se aceleraba cada vez más.

La imágenes pasaban delante de mi ojos aún, su rostro sonriendo y su caminata media torcida.

Me enderece en mi cama y respire un par de veces lentamente, los sueños que tenía eran bastante recurrentes, y siempre despertaba llorando o muy agitada.

La puerta de mi habitación se abrió y la cabeza de Linconl se asomó por ella, me miró unos segundos al verme de tal forma y luego habló, sacudiendo la cabeza levemente.

—Abby nos llama.—Le asentí y me pare en mi lugar intentando cambiar la cara.—¿De nuevo él?

—Sí, aún él.

Salimos de mi cuarto mientras Lincoln me palmeaba el hombro de a ratos, entramos en la sala de reuniones, en donde Abby nos esperaba con una mueca.

—Bien quiero que me digan lo que piensan.—Ambos asentimos.—Estoy pensando en volver a buscar suministros médicos en Mount Weather.

—Pero Abby, el último grupo acaba de volver, si parece que estamos colonizando...

—La tregua se romperá—Finalicé yo.—Lexa nos declarará la guerra.

***

Me encontraba con Raven hablando, cada tanto tomábamos de un vaso que contenía alcohol, se llamaba ahogar las penas. La pierna de Raven no mejoraba y mi situación con Murphy y Agatha tampoco. Todo eso sumado a que Graysonn no me hablaba.

Un chico se acercó a unas pulseras de plata y tomó una, iba a reaccionar pero fue demasiado tarde, cuando vi la melena colorada de Alo detenerlo.

—¡Oh vamos amigo! ¿Que quieres a cambio?—Le habló el desconocido a Alo.

—¡Una canción!—Exclamó mi amiga aún lado mío, yo sonreí y el chico levantó las manos en señal afirmativa, caminado hacia el piano situado en medio del comedor. Entonces, empezó a cantar. Immediatamente reconocí la canción, era la que habíamos Jasper había puesto en el rover.

—Entiendo porque no quieres hablar con Abby.

—No quiero operarme.

—Lo sé, pero piensa que es por..—Dejé de hablar cuando vi que Jasper empujaba a un hombre que estaba por llevarse una camisa.

—¡Estas cosas le pertenecían a personas!—Exclamó enfurecido.—¡Igual que ese maldito piano!

—¡Mierda Jasper no!—Grité, pero no lo detuve.

Al decir eso, Jasper echó a correr y tiró al chico al suelo. Ambos se golpeaban en una pelea, pero rápidamente fueron separados.

***

Lleve al chico que Jasper había golpeado a la enfermería, tenia una ceja cortada y le goteaba la nariz, Abby se estaba encargando de limpiarlo.

—Melisa, puedes quedarte con el? Iré por las agujas.—Abby me pregunto y salió por la puerta sin esperar que le confirmase nada, bufé.

—¿Lo conoces?—El chico me preguntó, lo miré con una ceja alzada.—Al chico que me golpeó me refiero.

Asentí y me acerqué hasta sentarme a su lado en la camilla.

—Si, claro.—Me enderecé contra la pared.—Lo siento por lo que te hizo, ha pasado por mucho y aún no se recupera.

—Todos hemos pasado por mucho, supongo.—Asentí incomoda, sin saber qué más decir.— Soy Shawn por cierto.

—Melisa.

—Lo sabía, pero es un gusto igualmente—Río y me explico al ver mi cara de desconcierto.—Por todo lo que has pasado, la muerte de tu amiga y eso.. tú discurso fue genial, y si iniciáramos una guerra, ten por seguro que estaría a tu lado, sin pensarlo.

Bueno, el chico me caía bien.

***

Día nuevo, problemas nuevos.

Me dirigía a Polis junto a Kane y Abby, ya que según Indra, Clarke estaba allí bajo el cuidado de Lexa. Esperaba que fuese cierto, que estuviese aún viva.

Al llegar y caminar por la grandes calles, todos los terrestres nos miraban y algunos cuchicheaban cosas al pasar a su lado.

Había escuchado 'Worheda' un par de veces ya.

—Marcus, nos están mirando demasiado. —Murmuró Abby, asentí estando de acuerdo con la mujer.

—Estamos bajo la protección de la Comandante.—Informó él.

Una vez llegados a la torre, los guardias de allí, me obligaron a dejar mis espadas, pelee un rato por ellas pero Kane me insistió y al final termine cediendo.

Nos hicieron pasar a una sala, e informaron que Lexa nos recibiría en unos instantes. Me distraje mirando algunas pinturas colgadas de la pared cuando el chillido de la puerta se oyó, dejando ver a una contenta Clarke.

Abby fue la primera en reaccionar y abrazar a su amada hija, que no había visto desde hace meses.

Parte de su pelo ahora eran pequeñas rastas y su cara lucia pulcra pero con pequeños golpes.

Clarke soltó a su madre y me miró unos segundos, corrí a abrazarla y soltar parte del aire que había estado conteniendo sin darme cuenta.

Noté mis mejillas mojadas y las limpie rápidamente cuando noté que Lexa miraba todo atenta, me separé de la rubia y la observé mejor.

—Te he extrañado tanto Mel.—Hablo ella tomándome de las mejillas.

—Yo igual, ha sido un caos desde que te fuiste.—Ella pareció hacer un click cuando solté la última palabra y miró a su madre y a Kane alarmada.

—Hay algo que tengo que decirles y no tengo mucho tiempo.—Informó ella.— La Comandante ha cambiado los términos de la cumbre. La Nación del Hielo quiere a Lexa muerta. Quiere hacerse con el control de la alianza.

—Ese es  un problema de Lexa, no nuestro.—Habló si madre.

—No, Abby.—Negó Kane.—Si Lexa cae, la alianza también y no hay manera de que evitemos una guerra.

—Has dicho que había nuevos términos, no?—Pregunto Abby preocupada.

—Que nos convirtamos en el décimo tercer clan.—Anunció.

—¿Y que quiere decir eso? —preguntó Abby.

—Seremos su pueblo.—Hablé, Clarke asintió bajando la mirada.—No, ni loca ¡Es una traicionera Clarke!

—He visto el ejército de la Nación del Hielo y no tenemos oportunidad contra ellos.—Habló Kane.

—Tenemos que hacer esto...—Habló Clarke.

Miré hacia otro lado bufando, no creía cierto esto.

—Bien, suponiendo que entregamos a nuestra gente a su merced,¿Después que detendrá a la Nación del Hielo?— Pregunté enfadada.

—Worheda y Wanheda.—Respondió Clarke, sonriendo.

Melisa || John Murphy || PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora