Melisa || John Murphy || PAUSADA

Capítulo 5: " Larga vida al Rey"

—Maldita perra, quien se cree que es?—Pregunté a Graysonn, mientras me colocaba las botas.

—Um, ¿La comandante?—Me miró divertido y rodé los ojos ante su chiste.—No lo sé, yo solo digo...

—Oh cállate Graysonn!—Coloque el pequeño cuchillo de siempre en el costado de mi bota y me acomode la capa que cubría mis hombros, cortesía de la comandante.

Salí al mismo tiempo que Graysonn de la habitación, y nos dirigimos acompañados por un par de guardias a la habitación más alta de toda la torre, en donde los embajadores de la alianza se hallaban. Al llegar recibí las miradas penetrantes de los terrestres de allí, me coloqué a un costado de Lexa, simbolizando así su cuidado sobre mi persona.

Poco tiempo después Lexa habló.

—Embajadores de la alianza, hoy honramos nuestro pacto. El clan que está en contra de uno de nosotros está en contra de todos.

Interrumpiendo la ceremonia, una mujer adulta alta y rubia, entró furiosa a la habitación. Nunca antes la había visto pero enseguida se llevó mi atención, su vestimenta era larga hasta el suelo, cubierta por pieles gruesas y en su mayoría, blancas.

Azgeda.

—La Reina Nia de Azgeda ha confesado la destrucción de Mount Weather ocasionando la muerte de 49 miembros de Skaikru.—Habló un hombre al otro costado de Lexa, Titus me mío inmediatamente y Lexa giró su cabeza a la mujer de blanco.—Worheda, ¿Que dices tú?

Todas las miradas se centraron en mí, me cohibí un poco y al instante sentí la mano de Graysonn en mi espalda baja, supongo intentando tranquilizarme.

—Worheda y Skaikru exigimos justícia.

La reina Nia lanzó una mirada de hielo a Lexa.

—Solo el voto unánime o la muerte es lo que quita a un comandante del poder.—Habló.—Ninguno de nosotros quiere la guerra.

—Las dos sabemos lo que quieres, Nia.—Pronunció Lexa, y se acercó a la Reina de Azgeda.—Si crees que no estoy capacitada para el cargo, haz el desafío y acabemos con ello.

—Perfecto.—Sonrió.— Entonces te desafío.

—Acepto.

—Combate cuerpo a cuerpo hasta la muerte.—Habló otro hombre.—Reina Nia, ¿a quién eliges como tu guerrero?

—A mi hijo Roan, Príncipe de Azgeda.

El famoso Roan, miré a Graysonn por sobre mi hombro y el bajo su vista al suelo inmediatamente. Aquel príncipe de Azgeda me quería a mi.

—Heda, ¿quién luchará por ti?

—Soy una natblida, nadie lucha por mí.

***

Lexa me pidió que la acompañara a visitar a los pequeños niños sangre nocturna, todos aquellos niños podrían ser los siguientes comandantes en Lexa moría, como había ocurrido con ella y Anya.

En caso de que Lexa no sobreviviese a esa lucha, tenía que hablar con ellos.

—Aden, necesito que le digas a Worheda que pasará si asciendes—Le dijo Lexa al niño rubio, que de alguna forma me hacía acordar a Charlotte.

—Si me convierto en Heda, juraré lealtad al décimo tercer clan.

—Gracias Aden.—Hablé yo.

El niño salió de la habitación junto a los demás y cuando Graysonn entró por la puerta y la cerró.

—No tienes oportunidad contra Roan.—Le habló Graysonn.

—Sabes que si, me has visto luchar.

—Si te he visto pero conozco a Roan, Lexa.—La chica lo miro de mala gana.— Ese tipo mató a cuatro hombres de un sopetón.

Mientras ellos discutían, decidí mirar por el balcón , abajo, en el suelo los terrestres se acercaban y acumulaban para ver el espectáculo que se daría en pocos minutos.

—Si estás en lo cierto, hoy es el día en el que mi espíritu elegirá a mi sucesor y debes aceptarlo.

—¡Cierra la boca Lexa!—Graysonn subió un poco la voz e hizo que girara a ver nuevamente la escena que armaban.

—Bueno, supongo que debo irme para sigan peleando como una pareja de casados.—Dije, Graysonn intento detenerme pero me corrí

fácilmente y salí por la puerta escuchando la leve risa de Lexa y a Graysonn quejarse por mi actitud.

***

Todos los terrestres estaban concentrados en el mismo sitio de Polis, el campo de batalla. Lexa y Roan en diferentes bandos preparaban sus armas.

Pasé por todo el tumulto de gente y me coloqué en primera fila, Lexa al verme se acercó a mi.

—¿Viniste a verme ganar?—Pregunto la Comandante.

—Eso espero, porque sino Graysonn moriría de disgusto.

Lexa me sonrió divertida y se acercó levemente a mi.

—Aquí entre nos, creo que Graysonn no ha estado más enamorado de alguien como lo está de ti.—Me separé y fruncí el ceño.—Cuídamelo, si?

—Espera Lex...—Una corna sonó fuertemente y Lexa se alejó cambiando la cara, su seriedad daba hasta miedo.

Ambos se acercaron al centro del campo con sus Armas listas y se miraron. Lexa fue la primera en atacar y tras unos cuántos movimientos, la espada de Roan quedó sobre la de Lexa haciendo que la Comandante se doblara cada vez más.

Demasiado enfadada para luchar. Pensé.

—Estás acabada.—Murmuró Roan.

Lexa agarró la espada por el filo y empezó a sangrarle la palma de la mano, pero así hacía fuerza para levantarla, le quitó la espada a Roan así que ahora ella tenía dos y Roan las manos vacías.

El Príncipe de Azgeda golpeó a un guardia y le quitó su lanza. Roan le quitó las dos espadas a Lexa y le dio una patada que la tiró al suelo.

Roan colocó el filo de la lanza a unos centímetros del cuello de Lexa y cuando fue a clavarla, ella rodó y la esquivó.

Luego de unos cuantos golpes la situación se invirtió y ahora Roan tenía la lanza en el cuello.

—¡Levántate!—Le gritaba la reina.— ¡Si mueres, no mueres como un príncipe, mueres como un cobarde!

—Acaba con esto.—Murmuró Roan.

Lexa lanzó la espada con toda su fuerza hacia la Reina Nia, y la lanza atravesó su estómago. Murió al instante. Ahogue un grito de la sorpresa, el resto se quedó boquiabierto, sin palabra alguna.

—¡La reina ha muerto!—Gritó Lexa.—¡Larga vida al Rey!

Lexa le tendió la mano al príncipe quien la aceptó y se levantó, poniendo su mirada firme sobre mi cuerpo un par de segundos.